36

3 1 0
                                    


Ada

Los primeros diez minutos de trayecto no emití ningún tipo de palabra.

No sabía cómo sentirme a respecto con que tenía que pasar varias horas seguidas con el príncipe solos en una cueva. Pero no estaba muy contenta y supongo que el sentimiento era mutuo.

Si había dos personas que podían llegar a matarse en este trayecto largo de maso menos cinco horas seguidas éramos nosotros y estábamos bastante cerca el uno del otro para hacerlo. Me refiero a cerca porque el túnel era tan chico que casi íbamos hombro a hombro. Si no fuera porque en realidad el me sacaba una cabeza de alto claro.

Y aunque Erwen me había recuperado la cuchilla y sacándome del trance de lo que fue matar al rey no le iba a tomar lastima y mucho menos cariño. Solo lo trataba de evitar con todas mis fuerzas.

Aunque debo admitir que me lo hacía difícil.

Pero tenía que borrarlo de mi cabeza totalmente, y estaba aquí por otra cosa no para hacer amigos. Definitivamente para no hacer amigos.

El caso es que no me sentía para nada cómoda si me lo preguntan. Un ejemplo seria el hecho de que tenía un vestido que apenas me cubría el trasero.

Suspire exhalando oxigeno casi congelado formando una nube de humo imperceptible y mire de reojo a mi izquierda para ver qué era lo que estaba haciendo Erwen. Déjenme decirles que achique mis ojos muchísimo cuando lo agarre desprevenido mirándome.

- ¿que? – le pregunte esperando que responda con un contrataque a mi tono oscuro e insultante, sin embargo, él se encogió de hombros, y como pudo miro para adelante.

-solo me preguntaba cómo es que una chica como tú nunca mató a una persona. – dijo con un tono de voz bajo, se notaba que él también estaba muerto de frio, sus brazos estaban pálidos; las venas de este estaban más marcadas de lo normal entre azuladas y verdes mezclándose en la piel que antes era más bronceada ahora se veían muchísimo más. También se podía ver en sus labios tomando un tono morado y mejillas sonrojadas. Aunque seguramente yo estaba igual o peor.

Pero sinceramente no me enfoque tanto en el frio que sentía el príncipe sino en lo que había dicho.

- ¿a qué te refieres con una chica como yo? – pregunte temiéndole a la respuesta.

Porque ese fue el conflicto de mi vida entera.

¿Cómo en verdad era yo? ¿Cómo era? ¿cómo quería ser? ¿cómo me ven los demás? ¿cómo quiero que me vean los demás?

¿quien?

¿Quién soy?

Tenía miedo.

Y no soy gran fan de este.

Pero tenía miedo que él diga que me ven como una asesina.

Guerra De Corazones (Libro 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora