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Ada

Cuando volví a mi habitación lo único que hice fue escribir una carta.

En cuanto la termine, pase mi lengua por los bordes y la cerré fuertemente, después la deposite arriba de la mesa de madera acomodándola hacia mí. Antes de levantarme y cambiarme leí lo que puse en la parte de delante de la carta:

Para y Papá y Mamá.

No se olviden que la próxima semana me toca a mí salir a cazar.

Después me calce el vestido que tenía arriba de mi cama para ir al sorteo y me deje caer en la silla del escritorio esperando a la sirvienta que vino después de diez minutos para repetirme una y otra vez que mi pelo era bello para un recogido bien alto. No respondí. No hable. No pude. Solo deje que haga lo que quiera conmigo. Un gran recogido arriba de mi cabeza y que me maquillara con moras como rubor.

Después. Cuando se fue. Me contemple en el espejo por unos minutos mirando el color dorado de mi vestido, demasiado hermoso como para una persona como yo. Luego salí de la habitación, anhelando que esto se termine de una vez.

Guerra De Corazones (Libro 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora