IV. No te necesito.

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❝ Deja que el cielo caiga
Permaneceremos de pie
En el cielo caído ❞

El novio que debía vestir de blanco tenia sus ropas manchadas de carmín. Y un nefasto olor penetrado a sangre pura. En medio de una mirada confusa, muy confusa.
Su cabeza dolía, parecía haber sido aplastada por el peso de varias toneladas, sin mencionar su pecho, este parecía era perforado por un sinfín de agujas.
Su cuerpo temblaba mientras se hundía en el agua fría.
Su garganta cada vez mas sofocada. Todo había acabado, este era el fin... mientras mas se deja arrastrar hasta el fondo, considera que no había otra manera que las cosas funcionaran.
Si existía otra vida, en definitiva, va a disculparse con su madre, pero no quiere ser un Targaryen o un Velaryon. Un árbol, un pájaro, una piedra, incluso un perro, lo que fuera sería bueno.

Aemond no iba a cumplir los deseos de Lucerys, ni siquiera este de darle la ventaja con la muerte.
Estar vivo era mucho más doloroso. Ese niño debe sufrir a su lado.
Saco el maltratado cuerpo del niño y lo arrastro a la orilla. Había un poco de arrepentimiento. O quizás miedo de las consecuencias que esto podría acarrear a futuro.

Este sobrino suyo estaba jodiendo sus planes. Tomo sus mejillas heladas y le brindo respiración de boca a boca, hasta que expulso el agua atrapada en sus pulmones. La mirada vivaz de Luke luce desenfocada. Tirado en el piso respira tan suave que parece uno de esos es el ultimo suspiro.
La mano de Aemond se ciño sobre su cuello. Y lo apretó fuerte. Debería de matarlo.
Y solo dejar que se lo coman los peces. Cuando le soltó, decidió que ese niño debería de vivir, esto aun tenían cuentas que saldar. Lo envolvió en su capa y lo dejo al cuidado de un curandero. No sin antes dejarle un recuerdo.
Una marca en su cuello.
Una llamativa en medio del pálido cuerpo.
El viejo curandero observo con desagrado la escena. Este niño se estaba muriendo, parecía agotado hasta el alma, ¿Por qué le está haciendo más difícil la situación marcándolo? Seguro vendrán fiebres y un periodo duro para acomodarse y volver a la normalidad. ¿No puede esperar a que despierte o su salud mejore?

Como sea no va a quejarse. Esos cabellos plateados siempre eran mal presagio. Ese blanco de "la realeza". Era el luto más puro.

Aemond volvió a casa, en ella le esperaba su esposa Rhaena. Hace varios meses que se habían casado. Heredando por derecho ser el jinete del dragón Vhagar. El que ahora a dado muerte por propio instinto al pequeño dragón cachorro de Luke.

Rhaena, ha salido al encuentro de Aemond, también tiene una conexión con Vhagar, ha sentido su enfado, su ansiedad, algo lo ha irritado, ve desde afuera de la ventana, la gran figura del dragón echado.

-¿Qué has hecho? ¿Qué ha pasado? Vhagar... - unos dedos aun con restos de sangre silencian el interrogatorio.

-¿Saberlo cambiara alguna cosa? - una sonrisa en medio de sarcasmo. Aemond observa a esa mujer tonta, se ha casado con él desobedeciendo a toda su gente, solo para asegurarse una salida para ella y su hermana en el futuro. La odia, odia esas muestras de afecto irracional. ¿Qué persona cuerda estaría dispuesta a renunciar incluso a su libertad por amor?
Hay un trato entre ambos, Vhagar brindara su fuerza en la guerra, pero debe de asegurarle luego que tomara como esposa a su otra hermana. Incluso contra su voluntad.

No le va a dar ningún hijo. Ni hay posibilidad de compartir intimidad, así que vio como algo racional que Luke se convirtiera en su primera esposa. Ambos pueden tener hijos, vivir su amor. Rhaena ha traicionado su amistad con Luke, no ha consultado nada sobre ese acuerdo entre hombres. Por lo que le tomo por sorpresa ser la primera esposa.
A ella, y a todo el reino que ven esta boda como una cachetada contra Rhaenyra. Estaban tomando a su hijo Luke como una mera concubina, no un rango mejor que cualquier otra puta.
Viserys Targaryen se lamenta el no haber impedido que su hijo se casara cuando ya ha reclamado a otro Omega para si mismo. Pero, ¿Quién puede detener a Aemod cuando algo esta metido en su cabeza? , el mismo demonio se lo pensaría dos veces. Ese hijo suyo se pregunta como puede ser tan despiado, desprovisto de la calidez humana y dado a juzgar con mano fuerte a otros, ¿eso es carácter o un mero defecto? ¿Cómo ha salido así del vientre de su madre?

Hate me..Where stories live. Discover now