¿Por dónde comenzamos?

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Ahí se encontraba él, nervioso y a la vez confundido ¿Qué se supone que debía hacer? Claramente debía hablar porque al parecer el chico rubio no se dignaría a decir algo. Estuvo apunto de pronunciar una palabra cuando fue interrumpido por el mismo.

–¿Has estado en una biblioteca antes?– comentó cortante y directo situación que tomó por sorpresa al chico de pecas.

–N-no...digo sí, lo he estado pero trabajado antes no–

Tsukishima ordenaba unos papeles sin dirigirle la mirada al chico, al mismo tiempo un par de jóvenes entraron deteniéndose en la recepción.

–Dos lugares por favor– habló uno de los chicos, mientras tanto el más alto sacó una ficha y se la entreg.

–Por favor, coloquen sus pertenencias en los cubículos de allá y solo saquen lo necesario, pueden tomar cualquier libro solo regrésenlos a sus lugares al terminar y si desean llevarse alguno pasen aquí para hacerles una nota. De igual modo cualquier duda pueden consultarlo conmigo.–

Ambos chicos asintieron para después retirarse, al mismo tiempo el rubio volteó y miró a Yamaguchi quién le observaba con ¿impresión? o eso parecía decir su rostro.

–De acuerdo, eso es lo que debes hacer...las notas se realizan por computadora y se imprimen, solo debes anotar el nombre de la persona, número telefónico, el nombre del libro, fecha de entrega y fecha de vencimiento. Las fichas no tienen ningún orden simplemente debes entregarlos cuando llegue alguien y pedirles que dejen sus pertenencias en los cubículos– hizo una pausa para después señalar el carrito –Y al final del día simplemente se recogen los libros que no estén en su lugar o los que vayan dejando en este mismo para después dejarlos dónde van–

El peliverde parecía cada vez más interesado y emocionado, todo era demasiado sencillo y tranquilo algo que podría imaginar de una biblioteca. Pero no solo eso, el más alto también era genial, incluso si era algo tan simple como dar instrucciones para él había resultado algo atractivo en su forma de hablar y dirigirse a los demás. El miedo que llegó a sentir en un inicio se había ido disipando.

–¿Sucede algo? puedo repetirlo de nuevo si no ente...–

–¡NO! Yo entendí perfectamente–

–Bien... recuerda guardar silencio "igual de ruidoso que Karina"–

–Lo siento– Susurró al mismo tiempo que una sonrisa adornaba su labios, acción que desoriento un poco al rubio.

–Como sea, debo ir a la bodega, encargarte por un momento en lo que regreso– más que ir a supervisar, quería en realidad ver qué tan bien trabajaba el peliverde. Tal vez si notaba que no daba un buen rendimiento podría ser el motivo perfecto para correrlo incluso antes de la llegada de Saori.

Se mantuvo desde la distancia observado cada movimiento, parecía hacerlo bien pero tampoco resultaba cosa del otro mundo. Esa era una de las razones por las que le gustaba trabajar ahí además por ser tranquilo y silencioso, únicamente debía tratar con las personas que llegaban y atenderlos por un par de segundos para después continuar con su tranquilidad, para él era el trabajo perfecto tanto así que ni siquiera veía necesario usar los audífonos.

El único día caótico eran los sábados, día donde se realizaba el inventario de libros, pero eso no era lo agotador, lo agotador era que debía estar con Karina ya que la joven de tan solo 17 años hablaba sin parar. Además de ellos había un chico más, Haru, el cual tenía el turno de la tarde/noche, dos años mayor que él. Dejando como último a Saori, la encargada general y la mayor de todos con 29 años.

Después de casi 15 minutos volvió a su lugar viendo más de cerca como Yamaguchi atendía a un último cliente. El pecoso después de terminar se puso firme frente al rubio.

–No es necesario que te ponga tan tenso, estamos en una biblioteca no es un colegio militar–

–Perdón....y ¿Qué tal lo estoy haciendo?–

–¿Mmh?–

–Yo te vi observándome desde allá....– señaló seguro de lo que había visto, Tsukishima inmediatamente se mostró un poco avergonzado, al parecer había sido descubierto.

–N-no...no te estaba, bueno tal vez pero era...ah~ lo estás haciendo bien–

Con ello intento evadir su mirada haciendo cualquier otra cosa, sin embargo para Yamaguchi el escuchar aquellas palabras fueron un total avance.

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El día había llegado a su fin al menos para el turno de ambos, Tsukishima dejaba todo en su lugar sobre el mostrador mientras Yamaguchi dejaba ciertos libros en los lugares correspondientes, tarea asignada por el más alto.

–He terminado– regresó con el carrito vacío el cual dejó en su lugar.

–Bien, puedes irte–

Un poco confundido se acercó al rubio con la intención de preguntar al respecto, ya que irse así como así le resultaba muy abrupto.

–Yo...¿No debería hacer algo más? Tú...¿aún no te vas?–

–Debo esperar a que llegue el chico del último turno–

–¿Hay un chico más aparte de nosotros?–

Asintió sin decir más, en verdad era alguien de muy pocas palabras, durante las 4 horas que estuvieron juntos este casi no mencionó nada, más bien no habló en absoluto, fue Yamaguchi quien había comenzado las conversaciones mismas que no tuvieron ningún desarrollo.

–Bien... entonces me voy, nos vamos mañana–

Una vez más fue ignorado por el silencio, era lo único que podía recibir de él. Cansado tomó sus cosas y salió no sin antes toparse con el chico del último turno, este paso de largo ya que posiblemente no estaba enterado del movimiento que se hizo durante el día, Yamaguchi decidió no darle tanta importancia.

–Buen trabajo–

Tsukishima sin pero alguno asintió ante aquel par de palabras, al igual que el pecoso no tardo en salir ya con sus audífonos puestos, durante la tarde/noche el fresco incrementaba, sintiéndolo aún más en cada parte de su cuerpo, en especial sobre su rostro el cual estaba más en contacto con la brisa de aquella tarde, enrojeciendo la punta de su nariz. Tomaría el trasporte para mayor velocidad ya que lo único que deseaba era llegar a casa, porque por muy extraño que pareciera el haber tenido que "capacitar" y tener a alguien cerca de él le había generado un cansancio inexplicable, tan solo esperaba no comenzar a odiar los días siguientes, porque de no irse aquel chico probablemente él lo haría. Sí, era demasiado especial y fastidioso en ese aspecto, prefería mil veces su espacio.

Destinados a conocernos [Tsukiyama]Where stories live. Discover now