Recuerdos

352 50 7
                                    

–Yamaguchi...–

Murmuró débilmente mientras el peliverde se sobresaltaba, se había asustado pensando que había sido descubierto aunque prácticamente no estaba haciendo nada malo pero le hubiera dado vergüenza que este despertara y le viera tan cerca suyo, pero tampoco iba a negar que escuchar su nombre en medio de aquel suave susurro le hizo erizar la piel. Decidió evitar ser atrapado así que con pasos sigilosos se alejó de él para dirigirse de nuevo a su habitación. Tomaría un baño antes de comenzar con el desayuno.

Pensó que mientras se bañaba el rubio despertaría pero no fue así, no hasta que en media preparación del desayuno este comenzó a moverse, no por el ruido ya que Yamaguchi fue prudente en ese aspecto, más bien despertó por el buen aroma que provenía de la cocina, sin embargo despertó de manera abrupta y alarmada al recordar lo que había pasado durante aquella noche/madrugada. Miró a distintas direcciones hasta enfocarse en la cocina, observando a un pecoso de espaladas ¿Estaba soñando? No, no lo estaba.

A paso dudoso abandonó su lugar y se dirigió hacia él, Yamaguchi por su parte dio media vuelta encontrándose con el rubio situación que le hizo sonreír ampliamente al verle despierto al fin.

–Buenos días Tsukki... perdón creo que te desperté–

El rubio negó al instante con una mirada más apacible, ver a Yamaguchi mejor le daba una total calma.

–Ya está listo, vamos a desayunar–

–Deja te ayudo...–

Está vez el peliverde asintió con esa misma tranquilidad. Un par de tazas, platos, utensilios, etc fueron llevados a la mesa, ahora ambos se encontraban en sus respectivos lugares desayunando.

–¿En verdad te sientes mejor?–

–Si, no estoy mintiendo–

–Bueno ayer lo hiciste, ya no sé si creerte–

–Bien, tal vez...pero ahora digo la verdad– rio ligeramente aunque poco después está misma fue desapareciendo –Tsukki...lo siento, seguramente los hice preocupar, además cuidaste de mi hasta la mañana, me da pena contigo incluso con tu familia, tuviste que quedarte y...–

–Solo no lo vuelvas hacer– no fue necesario verle, imaginaba que este tendría una expresión de perplejidad –a la próxima que tengas algo solo dilo, sino es conmigo con alguien más así evitarás preocupaciones en los demás, recuerda lo que te dije...no siempre podrás con todo tu solo– llevó un bocadillo a su boca en espera de alguna respuesta, una que llegó pronto.

–Gracias–

–No debes darme las gracias yo solo...yo solo hice lo correcto, eres mi amigo después de todo–

No pudo evitar sonreír agradecido ante la amabilidad disimulada del rubio, era totalmente reconfortante incluso si era llamado "amigo" eso era mucho, más de lo que había imaginado en un principio.

–Te doy las gracias porque no todos hubieran hecho algo así...ha pasado demasiado tiempo desde que alguien se preocupaba demasiado por mi–

Los ojos avellanas se dirigieron hacia él, esas palabras habían despertado su curiosidad a lo que le llevo a pensar en voz alta.

–¿Ha pasado?– rápidamente se disculpo, no quería verse como alguien entrometido

Yamaguchi negó indicándole que no se preocupara –Notarás que vivo solo, puede ser genial pero no lo es cuando después de tanto tiempo lo único que percibes es un vacío silencioso, no digo que el silencio sea malo pero yo preferiría más vivacidad– eludió su mirada hacia una dirección en específico, una donde se encontraba un portarretrato, misma que mostraba una fotografía de su madre con él –Mi madre falleció cuando tenía 10 años– paró para continuar observado aquella fotografía, lo único que le trasmitía era una inmensa nostálgia pero también cierto confort. –Esto no lo sabe casi nadie, únicamente Hinata...mi amigo del que te he hablado antes y bueno ahora tú y antes de que preguntes, no, no me molesta hablar de esto contigo porque por alguna razón me das confianza– volvió la vista al frente nuevamente hacia aquellos ojos que le miraban.

Destinados a conocernos [Tsukiyama]Where stories live. Discover now