𝟎𝟏. 𝐈 𝐣𝐮𝐬𝐭 𝐰𝐚𝐧𝐭 𝐭𝐨 𝐬𝐥𝐞𝐞𝐩

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Semi-Canon | Fantasía | Out of Character

ᴮᵃˢᵃᵈᵒ ᵉᶰ ᵉˡ ᵈᵒᵘʲᶤᶰˢʰᶤ ᵈᵉ りんう

Resumen:
「 Nakahara Chuuya solo quiere una cosa: dormir. Es un hecho que la gente cantando allá afuera y el gato sospechosamente parecido a Daza que terminó por cuidar, no le dejarían. 」

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 ❝ I jᥙst ᥕᥲᥒt to sᥣᥱᥱρ ❞
ᵛᶤˡˡᵃᶰᶜᶤᶜᵒˢ


Debían ser como las diez de la mañana.

⠀⠀⠀𝑂𝑜𝑜𝘩, 𝐵𝑙𝑎𝑛𝑐𝑎𝑎 𝑁𝑎𝑎𝑣𝑖𝑑𝑎𝑎𝑑, 𝑠𝑢𝑒𝑒𝑛̃𝑜𝑜
⠀⠀⠀𝑌 𝑐𝑜𝑛 𝑙𝑎𝑎 𝑛𝑖𝑒𝑒𝑣𝑒 𝑎𝑙𝑟𝑒𝑑𝑒𝑑𝑜𝑜𝑟.

En realidad, no importaba la hora, estaba comenzando a sentir un punzante dolor de cabeza.

⠀⠀⠀𝐵𝑙𝑎𝑛𝑐𝑎 𝑒𝑠 𝑚𝑖 𝑝𝑟𝑖𝑚𝑒𝑟𝑎𝑎
⠀⠀⠀𝑌 𝑒𝑒𝑠 𝑚𝑒𝑛𝑠𝑎𝑗𝑒𝑟𝑎𝑎 𝑑𝑒 𝑝𝑎𝑎𝑧
⠀⠀⠀𝑌 𝑑𝑒 𝑝𝑢𝑟𝑜 𝑎𝑚𝑜𝑜𝑜𝑟.

Amor sería el que repartiría a base de golpes si no se callaban de una buena vez. Las voces de los villancicos, además, eran acompañadas por un sonido de repiqueteo dentro de su departamento.

Iba a explotar, definitivamente iba a explotar.

Se había quitado las cobijas de encima y se incorporó de forma abrupta. Estaba desvelado, hace media hora que había llegado de una misión larga y exhaustiva y el mundo parecía conspirar contra él.

Por todos los cielos, ¡estaba en un doceavo piso!

Despeinado, con ojeras y mala cara había caminado hasta abrir la puerta de su habitación, solo para que una bola de pelos cayera rodando como una bola de nieve, al interior.

Ah, sí, una razón más para sumarse a su mal humor.

—Maldito bastardo —se acercó para patearle, sin mucha fuerza claro, pero aún así, aquel bichejo se le había pegado a la pierna, enterrando sus pequeñas garritas en la tela de su pantalón para dormir.

Nakahara cerró los ojos con fuerza, con una vena punzante en la sien.

Hace un par de días, aquel gato había venido a las puertas de la mafia. Un gato con un atuendo bastante familiar. Vestía una mini-gabardina color arena como cierto vagabundo, y ese esponjoso cabello tan molesto. Era imposible no pensar en Dazai Osamu al mirarle.

El jefe y anee-san habían concluido que el mejor para cuidarle era él, y que, si se trataba de Dazai Osamu en realidad, entonces él sabría que hacer. Sí, él, Nakahara Chuuya, un ejecutivo de la Port Mafia cuidando de un gatito. Era algo de risa, ¿no?

Había pensado solo tirarlo a la pocilga que Dazai tenía como departamento, pero fue débil ante esos ojos dilatados y felinos que le miraban como si fuese él todo lo que le quedaba en el mundo.

Maldito bastardo, odiaba caer en sus juegos y, sin embargo, tampoco podía evitarlo.

Respiró profundo, se agachó y tomó al felino por sus ropitas, levantándolo y mirándolo al tenerlo a la altura de su rostro.

—No sé cómo terminaste así y tampoco me importa, pero sé que eres tú. Deja de molestar y déjame dormir, no estoy de humor —dijo, recibiendo un maullido adorable por parte del animal.

Suspiró con cansancio y dejó al bicho en el suelo. El felino una vez liberado, corrió a las puertas transparentes que daban al balcón, por donde se escuchaban más fuertes los villancicos. Comenzó a rascar, anunciando que era su culpa ese repiqueteo que Chuuya había escuchado antes de pararse de su cama, de muy mal humor.

Con toda la paciencia del mundo, había caminado hasta abrir la puerta, sintiendo una brisa fría entrar enseguida. Su piel se erizó y se abrazó un poco, mientras el gatito salía. Qué frío hacía.

—¿Qué es lo que buscas? Aquí no hay nada.

En el balcón había unos cuantos cactus en sus macetas, un diván y una mesita, pero el felino no buscó nada de eso, él había ido directo a la orilla. En el otro balcón -dos lugares lejos del suyo- podía escucharse una familia cantando villancicos a todo pulmón. Eran una pareja y sus tres hijos.

Chuuya salió hasta levantar al gato en sus brazos, mientras veía la familia aquella desde ahí.

⠀⠀⠀𝐶𝑎𝑎𝑚𝑝𝑎𝑛𝑎 𝑠𝑜𝑜𝑜𝑏𝑟𝑒 𝑐𝑎𝑚𝑝𝑎𝑎𝑎𝑛𝑎,
⠀⠀⠀𝑌 𝑠𝑜𝑏𝑟𝑒 𝑐𝑎𝑚𝑝𝑎𝑛𝑎 𝑢𝑢𝑢𝑛𝑎.
⠀⠀⠀𝐴𝑎𝑎𝑠𝑜́𝑚𝑎𝑡𝑒 𝑎 𝑙𝑎 𝑣𝑒𝑛𝑡𝑎𝑎𝑎𝑛𝑎,
⠀⠀⠀𝑉𝑒𝑟𝑎́𝑠 𝑎𝑙 𝑛𝑖𝑖𝑖𝑛̃𝑜 𝑒𝑛 𝑙𝑎 𝑐𝑢𝑢𝑢𝑛𝑎.

—¿Te atacó el espíritu lo de la Navidad? No creo que en tu infancia salieras a la calle a cantar cosas como esas —Chuuya volvió a tener sus monólogos, dando por hecho que el animal sí que era Dazai y le estaba entendiendo.

Sus ojos se entrecerraron mientras veía a esa familia a lo lejos, pensando en una infancia que nunca tuvo. Ni siquiera en las ovejas hizo cosas como esas, cosas que los niños solían hacer a esa edad y en esas épocas.

El maullido del felino le hizo despertar, así que bajó la mirada para verlo.

Era un molesto suicida y desperdicio de vendajes, pero era seguro que ninguno de los dos disfrutó una infancia normal. E incluso si hubiesen podido, no les parecería algo divertido en ese entonces. Ese tipo de cosas banales carecían de algún significado, pero...

—Salgamos un rato —propuso y entró de nuevo al departamento con el animal en brazos.

No había dormido casi nada, hacía frío, tenía unas ojeras de muerte, Dazai era un gato y estaba a su cuidado, pero salir a "cantar" villancicos -o quizás solo oír- no le parecía tan mala idea ahora. Solo por esta vez, y solo esta vez, mientras una bola de pelos molesta le acompañaba.

 Solo por esta vez, y solo esta vez, mientras una bola de pelos molesta le acompañaba

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𝐁𝐒𝐃: 𝐁𝐢𝐧𝐠𝐨 𝐍𝐚𝐯𝐢𝐝𝐞𝐧̃𝐨 [𝟏𝟔/𝟏𝟔]Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin