𝟎𝟓. 𝟏𝟎𝟖 𝐒𝐭𝐫𝐢𝐤𝐞𝐬 𝐨𝐟 𝐭𝐡𝐞 𝐛𝐞𝐥𝐥

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 Out of Character

Resumen:
「 Es año nuevo antes de la misión que Paul y Arthur tienen de recuperar al Arahabaki, y en las 108 campanadas, Paul esclarece la decisión que tomará de una vez por todas.」

[1]❝ 108 Strιkᥱs of thᥱ bᥱᥣᥣ  ❞ᵃᶰ̃ᵒ ᶰᵘᵉᵛᵒ

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❝ 108 Strιkᥱs of thᥱ bᥱᥣᥣ ❞
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Como extranjeros, la visita a Japón era caminar por una nueva cultura, por cosas y situaciones que nunca habían visto antes. Y aunque no iban por vacaciones, si no para una misión de suma importancia, era inevitable pararse un momento para pensar en los futuros planes, o simplemente esperar la oportunidad adecuada.

El año viejo les estaba empujando, y junto a un país sumamente tradicional, estaban viviendo la festividad más importante de Japón.

No sabían qué se supone se hacía en esos días, tampoco es que les importase tanto, no al menos a Paul, quien solo deseaba "completar" la misión encomendada y encontrarse con aquel al que estaba destinado a conocer. Pero, por otra parte, a Arthur sí le daba curiosidad.

Hacía un frío de los mil demonios y poco quería salir de la casa con chimenea donde se estaban quedando, pero las campanadas se escuchaban. ¿Qué era eso? Eran continuas, una tras otra.

—Salgamos un rato, Arthur —le dijo el rubio elegante de cabello negro. Había estado dándole vueltas a lo mismo y tal vez se volvería loco si no dejaba de hacerlo, al menos por un momento.

—Con este frío... —Arthur se erizó de solo imaginar su rostro siendo golpeado por el aire helado.

—Dijiste que tenías curiosidad por la cultura de este país, y afuera hay mucha actividad aún a estas horas —había levantado la mirada para ver el reloj de pared, cinco minutos y serían las 00:00 hrs. Cinco minutos y sería año nuevo.

Arthur tenía curiosidad, sí, pero también tenía deseos de beber chocolate caliente y quedarse enredado en mil mantas.

Suspiró suavemente tras haberlo pensado un poco. Una nueva experiencia, como también lo era para Paul, no estaría mal en su repertorio de recuerdos.

Se había levantado del sillón frente a la chimenea encendida y se fue a abrigar aún más.

Ambos habían salido de aquella pequeña casa, casi como un viejo matrimonio. Había gente caminando hacia el templo más cercano, y como ellos tampoco tenían planes, habían seguido a la turba de personas. Imitando sus pasos, sintiéndose un poco parte de aquella actividad.

En la entrada a algún templo al que habían llegado, se les ofreció amazake y ozouni. Paul le pasó el ozouni a Arthur, seguramente si lo bebía entraría en calor. Paul se había quedado el amazake. Dulce, caliente, con ligero sabor a licor, sí, sabía bien.

Arthur había entrado un poco en calor al beber la sopa dulce, pero aún así, creía que nada le quitaría por completo ese frío del infierno.

En algún punto se había quedado viendo a la gente formada para orar. Había leído un poco sobre que se pedía un deseo para el año nuevo. Los deseos no eran cosas que se cumplían gracias a la divina misericordia de los dioses, pero ya que estaban ahí...

Sin siquiera haberlo pedido, Arthur había sido jalado por Paul, como si éste hubiese leído sus pensamientos.

Esperando el turno, cuando llegaron a la urna de madera, habían tocado el cascabel y como los demás, dieron tres palmadas y cerraron los ojos para orar en silencio. Orar, como si Paul creyera de verdad en dioses. Eso parecía un juego al que le seguía el hilo.

Y aún así deseó algo. Deseó esclarecer de una vez sus pensamientos. Deseó encontrar la respuesta correcta a lo que quería hacer. Cumplir aquella misión o... llevarse consigo a aquel que compartía una naturaleza similar con él. Pero para hacerlo, para hacerlo debía traicionar a aquel que le ha enseñado a vivir. A aquel que le había convertido en lo que era ahora.

Paul abrió los ojos y volteó a ver a Arthur que seguía con las manos enguantadas juntas y los ojos cerrados, orando todavía. ¿Qué estaría pidiendo él?

—Apresurémonos con esta misión y regresemos a casa con el objetivo —dijo Arthur, con voz tranquila y una sonrisa suave.

A Paul se le revolvió un poco el estómago al escuchar "objetivo". Y entonces, tal vez, ahí lo tuvo claro.

—Sí. Feliz año nuevo, Arthur, regresemos juntos a casa —la mirada de Paul se escondió tras una sombra, y sus labios no sonrieron.

Arthur había dado la vuelta cuando Paul así lo hizo también, caminando a su lado.

—Lo conseguiremos —aseguró el de cabellos azabache, creyendo que lo que necesitaba Paul eran solo palabras de aliento que aseguraban que lograrían completar su misión—. Feliz año nuevo, Paul.


[...]

Las 108 campanadas se escuchaban.

"Booon... Boon... boon..."

Rimbaud había abierto los ojos frente a la chimenea de la vieja casa donde se quedaba. Había tenido un sueño, o tal vez un recuerdo. En su regazo había un sombrero viejo.

Las 108 campanadas. Las 108 campanadas seguían escuchándose, haciendo eco junto a sus borrosos recuerdos.

—Feliz año nuevo... feliz año nuevo... —no podía recordar el nombre, su lengua parecía atorada en una sola letra— Feliz año nuevo... mi querido amigo...

 mi querido amigo

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𝐁𝐒𝐃: 𝐁𝐢𝐧𝐠𝐨 𝐍𝐚𝐯𝐢𝐝𝐞𝐧̃𝐨 [𝟏𝟔/𝟏𝟔]Where stories live. Discover now