Capitulo 9: Papá

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Era domingo por la mañana y mi lobo interior pedía a gritos poder salir a correr e inspeccionar el bosque, pero recordé que mi madre me había impedido convertirme a menos que sea estrictamente necesario.

Después de darme una buena ducha salí y me vestí con mis típicos jeans desgastados y un poco rotos en las rodillas, mis botas militares y cualquier polera que encontré, baje las escaleras y el olor de un lobo se coloco entre el aire que respiraba, alce la vista y vi a papá en medio de la sala hablando seriamente con mamá.

"Creí que llegaría en la noche".

-Papá -susurre aunque sabía que él me escucharía-.

-Jackson, hijo -me miro y abrió los brazos a la espera de que corriera hacia ellos-.

Y sin dudarlo lo hice, parecía un chiquillo pequeño pero extrañaba a mi padre, y sabiendo que él no era nada cariñoso, había que aprovechar la ocasión.

-Te he podido oler -arrugue la nariz-. ¿No te pondrás el collar?

Mi padre asintió y soltándome se acerco a mi madre quien le tendía un collar grueso del cual colgaba un colmillo de lo que parecía ser alguna ex presa de mi padre que tenia pequeños dibujos de la manada en el. De inmediato el olor a lobo había desaparecido.

-¿Por qué no te vas a dar un baño? -le dijo mi madre un tanto incomoda-. Preparare el desayuno

Mi padre asintió y subió las escaleras dirigiéndose al baño, recién que me daba cuenta el solo tenía puestos unos pantalones viejos y el resto de su cuerpo estaba desnudo, me gire para ver a mi madre que seguía con la vista fija por el lugar donde mi padre se había ido y tenia las mejillas sonrojadas.

-¿Mamá que tienes? -le pregunte divertido-. Tus mejillas están rojas -presione uno de mis dedos en una de sus mejillas y comencé a reír-.

Ella me aparto la mano de un manotazo y se alejo maldiciéndome por lo bajo adentrándose a la cocina, me quede riendo en la sala y espere a que mi padre bajara. Después de unos segundos lo hizo, vestía el mismo jean, sin ninguna camiseta pero esta vez su cabello estaba mojado y de su torso con algunos cortes y cicatrices, todas muestras de peleas anteriores, caían millones de gotas las cuales resbalaban desde sus pectorales recorrían su abdomen y se refugiaban en el inicio de su pantalón, debía de aceptarlo, mi padre era guapo.

-¿Qué me miras? -pregunto divertido, yo solo negué con la cabeza mientras reía-.

Entonces el timbre sonó, me levante para abrir la puerta y unos escandalosos chicos entraron por esta, rodé los ojos y me hice a un lado para que la pequeña avalancha no me golpeara al entrar.

-¡Oh dios! -Casi grito la rubia al ver a mi padre semidesnudo en medio de la sala-. ¿Quién es ese dios del sexo? -Pregunto coqueta señalando a mi padre-.

Fruncí el ceño y luego comencé a reírme como psicópata al ver la cara de miedo de mi padre por sentir la fuerte mirada de mi un poco loca amiga.

-Es mi padre -les explique riendo-.

-¿Espera que? ¿El es tu padre? -Pregunto confuso Andy-. ¿Y porque él es tan caliente y tu no?

-Gracias por decirme no caliente indirectamente -le solté sarcástico-. Porque es así, y si preguntan el porqué tienen tanto cuerpo es porque para ser alfa debías de tenerlo

-¿Ellos acaso saben de nosotros? -pregunto mi padre mirándome serio-.

-Sí, y ella también es uno de nosotros -señale a Nina quien sonrió de lado-.

Adam, mi padre, se sentó en el sillón y comenzó a lanzar preguntas dirigidas a Nina mientras el resto oía. Luego mamá hizo su aparición y pudo ver que papá no estaba "decentemente" vestido y estaba frente a tres chicas con hormonas alborotadas, así que del brazo lo jalo al segundo piso para darle un poco de ropa que ella le había comprado el día anterior.

-Así que él es tu padre -dijo Tessa mirando por donde él se había ido anteriormente-.

-Supéralo Tessa su padre no va a salir contigo -le dijo Axel rodando los ojos-.

Tessa hizo un tierno puchero para luego reír y todos la imitamos, después de un rato volvimos a hablar de cualquier cosa hasta que los padres de Andy y Axel los llamaron para la hora de comer y como Tessa y Jessie habían llegado con ellos tuvieron que irse también.

-Bueno ya me voy -dijo Nina levantándose del sillón-. Mamá debe de estar como loca esperándome, nos vemos mañana, adiós

Se despidió y salió de casa, por mi parte me dirigí a la cocina pues tenía hambre y mi madre se estaba demorando demasiado en la cocina, al entrar me lleve con la sorpresa de que ella y mi padre se estaban besando con más pasión de la que desee ver, arrugue la nariz y me apoye en la pared para luego toser falsamente, ambos se separaron rápidamente.

-¿Para eso se separan? ¿Para volver a estar juntos? -les pregunte confundido-. Son más bipolares de lo que creí

-Hijo, entiende, es que -miro a papá- tu padre es tan caliente que...

-No -alce una mano mientras hacia una mueca, interrumpiéndola-. No es necesario que lo digas, mis amigas ya me dejaron en claro que tengo a un padre "demasiado caliente" -rodé los ojos-. Me avisas cuando esté listo el almuerzo

Luego de eso me aleje de la cocina con una sonrisa divertida en mi rostro, algo me decía que en el futuro estos dos volverían a estar juntos.

The howl of a lone Wolf ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora