Capitulo 21: Mierda

8.4K 769 72
                                    


Narra Jack:

Mis padres llegaron un tiempo después de que los Moon y Gael se fueran del hospital, me obligaron a contarles todo y así lo hice, luego ingresaron a ver a Aaron y yo me quede en la sala de espera.

Eso de los Mate que le dije al pequeño pelinegro era cierto, lo había visto por mis propios ojos cuando Dylan vio a Aaron por primera vez, Travis también lo había notado.

Cuando era más pequeño y estaba junto a mis abuelos ellos me contaron las leyendas de los hombres lobo y sus mate, muchas de esas leyendas eran hermosas, como los lobos luchaban por su compañero de vida era simplemente impresionante, tanto que desde ahí quise tener mi propio mate y defenderlo con toda mi vida. Más cuando crecía parecía que nunca lo encontraría.

Aunque mis abuelos me advirtieron que existían veces donde podías estar con tu mate más cerca de lo creías pero aún no podías notarlo, tal vez eso podría pasarme ahora pero imaginarme con una de chica de los Moon era simplemente imposible, ninguna me llamaba la atención.

-Hijo –me llamo mi madre-. Puedes ir a casa, nosotros cuidaremos de Aaron

Asentí con la cabeza y me despedí de ellos para después salir del hospital y caminar hasta la camioneta, me trepe sobre ella y conduce directo hacia mi hogar.

El camino fue tranquilo y no hubo ningún percance o algún animal muerto en medio de la carretera, al llegar a casa me sorprendí al encontrar a Travis Moon sentado en los escalones de la entrada.

-¿Qué haces aquí? –pregunte algo confundido-.

-Mi padre me mando a entregarle algo al tuyo –me mostro un pequeño paquete-.

-Mis padres están en el hospital, dámelo a mi –tendí mi brazo hacia el chico pero él se alejó-.

-Yo debo dárselo a tu padre

Fruncí el ceño y me cruce de brazos frente al de ojos verdes quien pareció burlarse de mi molestia pues no trato de ocultar la sonrisa de diversión que se formaba en sus labios.

-Eres un idiota –le insulte entre dientes-. Dame el paquete ahora

-He dicho que no –se alejó aún más-.

-No estoy para tonterías Moon

-Yo tampoco

Mis manos se volvieron puños y de mi garganta salió un especie de gruñido, entonces salte sobre el castaño logrando que el resbalara y cayera al piso, yo sobre él, ambos peleando por el paquete.

-Suéltalo idiota –forcejee-.

-Suéltalo tú

Estuvimos unos segundos así hasta que el paquete salió volando y cayo unos metros lejos de nosotros, trate de ir a por él pero los brazos de Travis se enredaron en mi cadera para evitar que me levantara. Me removí incómodo y mire al chico debajo de mí.

Sus ojos se volvieron de un verdes casi amarillo muy potente, parecían brillar. Me mordí el labio y coloque mis manos en su pecho sintiendo que mis ojos comenzaban a volverse amarillos.

-¿Qué está pasando? –le pregunte en un susurro-.

-No lo se

Me removí incómodo y trate de alejar mi mirada de sus brillantes ojos pero algo me lo impedía, me acerque levemente hacia ellos y mi visión cambio, deje de ver sus ojos para notar a una pareja de chicos de la mano, reían sobre algo y luego se besaban, parecían felices a pesar de ser ambos hombres. Luego parecía otra escena, esta vez algo mas privada, estaban en la cama, disfrutando del cuerpo del otro, el pelinegro embestía el cuerpo del otro y este tiraba su cabeza hacia atrás gimiendo.

La imagen se hizo más clara, el chico castaño era Travis Moon y el otro era...era YO.

-Mierda –grite y me levante del cuerpo de Travis-.

Travis parecía aún más confundido que yo y me miraba sorprendido, empecé a negar con la cabeza y me acerque hacia un tacho de basura lo golpee tantas veces que lo destruí por completo, unos brazos rodearon mi cintura y me alejaron del objeto dañado.

-Suéltame carajo –me queje y lo empuje lejos de mí-. Mierda esto no puede ser cierto

-¿Qué fue eso Jack? –me miro algo asustado-. Dime por favor que no es lo que creo que es

-Pues si –chille-. Lo es maldita sea, eres mi mate Travis Moon, y yo soy el tuyo

Sus ojos volvieron a ser el mismo verde de antes, pero los míos no, deseaba asesinar a alguien, si era posible al creador de toda la mierda de mates, era simplemente imposible. TRAVIS MOON NO PODIA SER MI MATE.

Empuje al chico lejos de mí y me trepe en mi camioneta, conduce por horas sin saber exactamente donde iba, cuando estacione el móvil note que estaba en un descampado y al bajarme del auto vi que había terminado en un acantilado. Genial, ¿Ahora qué? ¿Me suicido?

The howl of a lone Wolf ©Where stories live. Discover now