Capitulo 39: Todo pasa por algo

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Narra Jack:

La fiesta mejoro cuando John nos trajo la noticia de que el alfa que lideraba la manada Bagueera había sido asesinado por los cazadores, aunque todo empeoro cuando los lobos decidieron asesinar al líder de los cazadores y, sin líderes, como último recurso se les ocurrió atacarnos.

Estábamos en la mansión de los Moon cuando todo ocurrió, muchos gritos, sangre, la masacre había comenzado. Me convertí en lobo y gruñendo ataque a aquellos que consideraba peligrosos, así la pelea se formó.

"Hijo, son demasiados" –menciono mi padre-.

Mis ojos rojos miraban todo apreciando como muchos de mi manada y la manada de Marcus caían al igual que los Bagueera y muchos cazadores, Nina aulló cuando un cazador le disparo acónito al corazón de su hermano.

...

Matthew se colocó cerca de mi mientras le gruñía a los lobos que se acercaban a nosotros, note como Aaron desde un árbol lanzaba flechas a los que alguna vez fueron sus hermanos.

"Estamos perdiendo gente Jackson" –mi padre volvió a hablarme-.

Gire a verlo, nosotros éramos más grandes y con facilidad podíamos acabarlos, pero éramos pocos, escuche un chillido y cuando lo note Emily estaba siento atacada por un cazador, corrí hasta ellos pero una flecha acabo con el hombre, Aaron me sonrió, ayude a la loba castaña a pararse y ella se lanzó hacia otros cazadores, continuando la pelea.

Mi manada Raksha se redujo a seis personas, claramente las crías habían sido resguardadas con sus madres pero los demás debían obedecer mis órdenes y atacar, el esposo de Elizabeth fue tirado a mis pies, sin cabeza.

Gruñí con fuerza y me lance hacia el lobo blanco, cuando su corazón dejo de palpitar lo solté y seguí contra otros. El clima pareció estar acorde a nuestros sentimientos y comenzó a llover, notaba como a los demás se les hacía difícil luchar en la lluvia por lo cual note la retirada de los enemigos y yo también ordene la nuestra.

Con un aullido todos regresamos a la mansión, éramos menos, muchos menos y me sentí impotente, enojado, odiaba ser el alfa y no poder hacer nada bueno. Me encerré en la habitación de Travis y llore, llore como un niño de cinco años al que no le dieron el regalo de navidad que quería.

-Hijo –me abrazo mi padre-. Todo estará bien

-¿Mamá está bien? –Pregunte mirándolo-. ¿Elizabeth? Yo debo decirle que...

-No te preocupes –acaricio mi cabello-. Lo haré yo, ellas están bien

-Tengo que llamar a Travis –me levante-.

Era la cuarta llamada y mi mate no contestaba ninguna, comencé a preocuparme y me sentí peor, el llanto nadie me lo quitaba, hasta que mi teléfono sonó.

"-¿Aló? –mi voz sonó entrecortada-.

-¿Jack? ¿Amor? –Susurro-. ¿Estás bien?

-No –solloce-. Te necesito

-Iré para allá en cuanto pueda –murmuro-.

-No –susurre-. Quiero que tú y el bebé estén bien, no vengas

-¿Qué ha pasado?

-Nos han atacado –mi llanto continuo-. Hemos perdido a muchos, yo –suspire-. Tengo miedo

-Shhh tranquilo –sentí su sonrisa-. No estás solo cariño

-Ya lo sé, pero temo perderles, temo perderte

-Yo estoy bien ¿Si? –murmuro-. Ahora descansa y prepárate, siento que se vendrá algo grande

-Lo sé, yo también lo siento –resople-. Te amo

-Te amo –colgó-."

Me recosté en la cómoda cama por unos segundos y cuando estuve cien por ciento seguro de que mi rostro lucia como nuevo salí de la habitación y baje al salón, en el estaban todos tratando de curar a los heridos, muchos lloraban y me hacían sentir peor.

Mire a Aaron quien estaba apoyado en la pared mirando como Dylan vendaba la pierna de una chica a lo lejos, olí sus celos y camine hacia él.

-No creo que Dylan te sea infiel y menos en momentos como estos –susurre-.

-Ah claro –me miro-. ¿Cómo estás?

-Mal –suspire-. Estoy siendo un mal alfa

-¿Qué? –Frunció el ceño-. Claro que no –sonrió-. Lo has hecho muy bien, de hecho excelente –me miro-. Si, hemos perdido a muchos pero también ganado a varios

-¿Qué?

Con su barbilla me señalo a varios hombres, mujeres, chicos y chicas que trataban de integrarse en el grupo, ellos pertenecían a los Bagueera pero aun así estaban con nosotros, habían traicionado a su propia manada por un bien común.

-También me traje algunos de los míos –señalo a dos chicos con armas-.

Sonreí, después de todo lo que me dijo Travis era cierto. No está solo en esto.

The howl of a lone Wolf ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora