Capitulo 16: ¿Es una cita?

9K 845 91
                                    

Narra Jack:

Miraba a través de la ventana los continuos arboles que pasaban rápidamente debido a la velocidad en la cual iba el jeep donde nos transportábamos, debería de decir que este iba a ser un buen día pero desde que Travis y Matthew Moon se encontraban sentados junto a mí, aplastando mi pobre anatomía contra la ventana, era más que obvio que este día no saldría como creía.

-Bien -comento Axel-. Llegamos a la ciudad -estaciono el auto en un amplio estacionamiento-. ¿Bajan ya?

-Eso quisiera -gruñí-. Pero ALGUIEN esta reventando mis órganos contra la puerta

-Y se hace llamar lobo -susurro notablemente alto, Travis-.

-¿Qué dijiste idiotas? -intente girarme pero no había mucho espacio-.

-Lo que oíste maldito imbe... -alguien lo interrumpió-.

-¡Por dios! -Chillo Andy-. Callen su puta boca ahora, no estoy de humor como para aguantar su maldito comportamiento de pinches cachorros aguafiestas

Todos nos internamos en un profundo silencio hasta que, sorpresivamente, Matthew soltó una grave y sensual carcajada que, por lo visto, casi hace desfallecer a Andy.

-Bien, iremos a aquel parque de diversiones -señalo Andy hacia un lugar casi sumergido entre el bosque-. Es nuevo, apenas se inauguro ayer

-Entonces, ¿a que esperamos?, ¡Vamos! -chillo infantilmente Andrew y bajo del jeep corriendo-.

...

Habían pasado por lo menos diez minutos desde que llegamos al parque y no habíamos podido subir a ningún puto lugar gracias a los aguafiestas de los Moon.

"Ese lugar se ve peligroso". "Parece que se va a romper". "Tu padre me mataría si dejo que subas a eso". "Mejor vayan allí". '¡Pero ese juego es para niños de seis años!.' "Mejor aun, vayan".

No sé cuantos segundos más aguantaría pero realmente sentía que en cualquier momento me convertiría y les arrancaría sus cabezas.

-De acuerdo -chillo Andy enojado-. Si han venido para eso, es mejor que se vayan de una buena vez -se cruzo de brazos-.

-Uhmm, mejor no -hablo Matt-. Me siento cómodo aquí

-Agh -suspiro frustrado-. Eres insoportable

-Y tú muy lindo -le lanzo una de esas sonrisas seductoras que mojaban a cualquiera-.

Andy inmediatamente se puso rojo y resoplo resignado, en la vida podría odiar a su hermoso platónico.

-Bien -hizo un puchero-. Entonces, ¿Qué hacemos?

-Hay que dividirnos -comento Travis-.

-¡Yo con Andrew! -Agito su mano con rapidez-. Será como una cita -soltó en un tono seductor-.

Mi amigo rubio tuvo que apoyarse en el hombro de su hermano para no caer de la emoción, yo solo rodé los ojos y me prepare para lo peor.

-Entonces yo iré con Jackson -dijo burlón Travis-.

-Jack -corregí enojado-.

-Como sea -me miro sonriente-.

-Y que, también ¿Es una cita? -pregunte curioso-.

-Uhm no, tampoco te hagas tantas ilusiones -dijo divertido-.

Oh señor dios domador de las almas lobunas, por favor. ¡LLEVATELO!

-Ah y, ¿Qué pasara conmigo? -Pregunto tímidamente Axel-.

-Oh no se -Matthew movió su mano restándole importancia al asunto-. Piérdete por ahí -tomo del brazo a Andy y lo arrastro lejos-.

-Exacto -afirmo Travis, he hizo lo mismo conmigo-.

-Oh si, perfecto -susurro realmente enojado, Axel-.

...

El resto de la noche lo pasamos vagando por los diferentes puestos de juegos donde se ganaban premios, la mayoría ganados fueron para mí. Travis solo pagaba y en menos de un segundo ya había ganado o un oso, perro, panda o algún otro puto animal gigante de peluche para mí. Me sentía una maldita chica.

-Tenemos un ganador -chillo emocionado el señor-. Tome -le entrego un hermoso lobo negro de peluche a Travis-. Para su lindo novio -me miro sonriente-.

Ah sí, novio. Uhmm novio. Novio. ¿NOVIO?. ¿¡Acaso ese pinche hombre dijo que YO era el NOVIO de Travis Moon!?

-Mire maldito hombre gordo yo no soy su... -fui totalmente silenciado-.

-Gracias -dijo Travis mirando al anciano-. Mi NOVIO lo amará, ¿No es cierto, amor? -me miro-

Oh será mejor que corras Travis Moon, porque estoy totalmente apunto de clavar mis jodidos colmillos en tu puto cuello licántropo. Idiota.


The howl of a lone Wolf ©Where stories live. Discover now