Capitulo 11: El dibujo

9.2K 837 3
                                    

Tessa no paraba de golpearme con su bolso, Jessie fruncía el ceño junto a Axel y Nina se mostraba tan seria como siempre. Andy seguía sin hablar.

-¿Sabes que has puesto en peligro a tu familia? -Hablo por fin la castaña-. Y tal vez a la mía igual

-No -negué rápidamente-. Solo saben de mí, no te preocupes por eso -me gire hacia Tessa y le arrebate de un solo tirón el bolso con el cual anteriormente me golpeaba-. Basta

-¿Quieres que pare? -me pregunto fingiendo estar sorprendida-. Bueno lo hare, ¡cuando hagas que Andy vuelva a ser como antes! -Me chillo al oído-.

Mire apenado a Andrew, el solo desvió la mirada y la fijo en otra cosa que no sea yo, después de lo sucedido con Travis y Matthew el ya no había vuelto a hablar pues ahora temía a que le hiciera algo.

-Hey, Andy, en serio lo siento -me acerque a él-. Te juro que jamás te haría daño, en serio -afirme mirándolo a los ojos-. Te has vuelto, apenas en este poco tiempo de habernos conocido, mi mejor amigo. Y créeme cuando te digo que jamás le haría daño a mi mejor amigo

Andrew asintió lentamente aun mirando el suelo pues parecía que no quería volver a mirarme a los ojos, sabía que tal vez su miedo era volver a verlos amarillos llenos de furia y maldad.

-De acuerdo -soltó en un suspiro-. Te perdono, después de todo nadie le haría daño a esta belleza -dijo con una pizca de humor en sus palabras mientras se señalaba-.

-Bien, todo arreglado -dije yo esta vez-. Ahora, como disculpas, los invito hoy a mi casa para la cena

-¿Comerán carne cruda? -Pregunto Jessie aun con el ceño fruncido-.

Rodé los ojos ante lo que dijo y deje que Nina le diera un palmazo en la nuca para sacarle aquellas ideas tontas que tenia metidas en la cabeza.

-No seas idiota -Nina la miro seria-. Podemos comer de todo, no es que seamos vampiros

-¿Existen los vampiros? -pregunto Axel confundido-.

-No que yo sepa -dijo la castaña-. Pero no sería sorpresa verlos, si nosotros existimos ¿Por qué no ellos?

Jessie tembló levemente como la pequeña niña asustada que piensa ser, yo reí por lo bajo mientras que Tessa miraba mal a Nina por haber asustado a la oji-verde. El timbre de final de receso sonó y yo me despedí de todos pues la clase que me tocaba no la compartía con ninguno de ellos. A paso rápido llegue al aula y me senté al fondo de esta, la profesora llego y comenzó a explicar su clase hasta que un golpe en la puerta la interrumpió.

-Disculpe profesora Schmidt, ¿Puedo ingresar al aula?-pregunto una voz grave, muy conocida por mi-.

Alce la mirada para poder ver como Travis Moon entraba a la clase y se sentaba justamente a mi lado, rodé los ojos y bufando gire mi cabeza hacia la ventana para seguir viendo el bosque que se encontraba junto a la escuela.

-¿Desde cuándo? -pregunto-.

Fruncí el ceño y me gire hacia él, nunca antes me había hablado, salvo para amenazarme, y justo ahora decidía hacerlo.

-¿Desde cuándo qué?

-No te hagas el loco, sabes perfectamente de lo que estoy hablando -me dijo mirándome de una manera demasiado fría, a mi parecer-.

-De nacimiento -le dije a secas y luego volví a mirar hacia la ventana-.

El resto de la clase paso normal, como debía de ser, y Travis no volvió a tratar de hablar conmigo. De vez en cuando lo miraba de reojo, parecía tan concentrado mientras escribía algo en su libreta, pero como siempre, soy tan curioso, y me acerque un poco para ver lo que el castaño escribía. No, no escribía nada, más bien estaba dibujando...y vaya que sabia dibujar.

-¿Se te perdió algo? -Me pregunto serio mientras cerraba su libreta de golpe-.

Salte en mi sitio ante lo que dijo y me acomode en el mientras miraba hacia otro lado pues no quería que viera como me sonrojaba por su culpa.

-Pregunte si se te había perdido algo -volvió a decir mirándome aun seriamente-.

Me gire hacia él con una ceja alzada como retándolo, el sonrojo ya había pasado y no pensaba dejar que el castaño me tratara como se le venga en gana.

-Sí, ya te escuche, no soy sordo -le gruñí-. Y no, no se me perdió absolutamente nada

-Entonces, ¿Qué hacías mirándome?

-Pues nada, solo quería ver lo que dibujabas -admití, sonrojándome nuevamente-. Por cierto, lindo dibujo -dije por lo bajo señalando su libreta cerrada-. ¿Era un lobo?

El timbre sonó justo a tiempo para que el me lanzara una mirada intimidante, tomara sus cosas y se largara de ahí dejándome con la palabra en la boca. Maldito seas Travis Moon.

-Hey! -me grito al oído Tessa, asustándome-. Vamos tonto. Hoy es día de tacos y no pienso quedarme sin uno de ellos- Me tomo del brazo bruscamente y me arrastro como si de un saco de papas se tratara hacia la cafetería-.

The howl of a lone Wolf ©Where stories live. Discover now