Recuerdo 16:La prometida

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Pasaron días en los que Aegon se mantuvo borracho antes era su hermano quien cuidaba de él

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Pasaron días en los que Aegon se mantuvo borracho antes era su hermano quien cuidaba de él. Pero ahora, mírenlo, solo y sucio. Sin saber qué día era o donde se encontraba.

Aemond estaba demasiado ocupado con la hija gemela de su tío y Helaena con su nuevo prometido. ¿Él? El estaba solo; más solo que un perro.

Pero está bien el se lo buscó, o eso es lo que el siempre le decía a Anne y ella siempre lo corrigió afirmando que no es su culpa ser tan desagradable, aunque no lo dijo con esas palabras eso es lo de menos.

La puerta fue abierta y de ahí entró una hermosa mujer. Con un hermoso vestido rosa que dejaba al descubierto su cuerpo y acentuaba su estrecha cintura.

—Hola hermosa— no tardó en coquetearle

—Hola hermoso —la chica parecía divertida con la escena frente a ella.

—¿Quién eres y qué haces aquí tan solita? —Camino hacia ella. En su mente el estaba siendo coqueteo pero en realidad se veía totalmente ridículo.

Aegon le ofreció una copa de vino que ella tomó de un solo trago y eso dejo fascinado al príncipe.

—Dígame mi príncipe, ¿Por qué se ve tan triste?— acarició su cabello

—Termine con mi novio de la infancia — no supo como sacó el valor de decírselo y tampoco sabía porque lo dijo

—Ya somos dos entonces— alzó la copa —por nuestros corazones rotos

Chocaron las copas e hicieron fondo.
Sin querer ambos acabaron muy borrachos. De repente Aegon se levantó y empezó a bailar sin ritmo ni música. Solo era él y esa extraña pero guapa mujer.

La chica le hizo segunda y así ambos bailaron juntos horas y horas. No supieron cuánto tiempo pasó pero tenían mucho calor. Fue ella quien empezó a quitarse su vestido y Aegon al verlo no dudo en quitarse su jubón verde oscuro.

Así desnudos siguieron bailando y cantando canciones que ni siquiera existían.
—¿Eres virgen?— le pregunto la chica—por supuesto que no mujer, ¿y tú?

—Solo he follado con chicas

Aegon paró de bailar y empezó a reírse —Entonces, ¿te gusta que te metan la lengua?

—¿A tí no?— confundida se acostó en el suelo en forma de estrella

—Si. Quiero que alguien me ame— no sabe que tenía esta chica que hacía que se sienta tan cómodo hablando

—Yo puedo hacerlo— ambos rieron ante esa idea, y se quedaron ahí, tirados, sudados y muuuy desnudos.

La puerta se abrió y para su mala suerte de ambos, toda su familia estaban viendolos como en el día que nacieron.

—¡Devika!

—¡Aegon!

Gritaron ambas madres de los jóvenes que no estaban en el suelo ni mucho menos en una sala, se encontraban en el mismísimo comedor justo donde se comen todas las noches, tardes y mañanas. Estaban tan borrachos que no se dieron cuenta de su ubicación.

La madre de la señorita Devika está furiosa. Jalo a su hija del brazo tapándola con su capa verde pero toda acción tiene su reacción y ésta se hizo ver cuándo la señorita agarró un jarrón muy valioso y vómito todo el vino dentro de éste.

—JAJAJAJA que estupid- no pudo terminar de hablar ya que el también empezó a vomitar- Buaaahg

El principe no pudo terminar su burla pues repitió la misma acción, en su caso no vómito en un jarrón sino que en la mismísima mesa.

Los guardias lo arrastraron hasta su habitación. Y la señorita fue arrastrada por su madre.

—Su majestad, disculpennos por las molestias, pediré a mis doncellas que limpien, oh, por dios, le pido mil disculpas — el señor Shell parecía apunto de llorar a los pies del rey

Viserys comenzó a reírse— No te preocupes hombre. Son solo jóvenes, por otro lado no será la primera vez que se vean en tal estado— el rey parecía muy divertido por la escena, el señor Shell empezó a reír con el con un poco de nervios.

El resto de la gente se veía totalmente confundida, las cosas pasaron muy rápido pero Daemon en especial fue quien río junto a los dos hombres y los demás les hicieron segunda.

Recuerdos-Aegon Targaryen Where stories live. Discover now