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Jisoo tutora

Kim Jisoo, alumna ejemplar de la escuela, racha de calificaciones perfectas desde que había entrado al colegio y la alumna con mayor tiempo en el cuadro de "mejores estudiantes" (para ser más exactos, todos los años). En estos momentos estaba en clase, y a pesar de tener aquella fachada de chica interesada, por dentro estaba rogando porque la clase acabará, parecía meramente una tortura el estar casi una hora escuchando algo que seguramente olvidaría en menos de diez minutos y no le serviría en nada.

Sus plegarias fueron escuchadas y la campana sonó, los alumnos tomaron sus cosas y salieron tan rápido como pudieron, Jisoo, por su parte, no podía manchar su reputación de niña buena e hizo todo eso con calma. Estaba por cruzar la puerta cuando escucho a su profesor llamar su nombre, ¿qué más quería de ella? es la única que participa en clase y suficiente tenia con eso; por supuesto, volteó.

—¡Señorita Kim! Necesito hablar un segundo con usted.— la nombrada peli negra asintió y rogó que no fuese algún favor escolar como calificar exámenes o algo así.

—Dígame, profesor Choi.

—¿Estas libre los viernes al terminar las clases? Necesito que me ayudes dando tutorías a una chica de un grado menor.— Jisoo juró que podía ahorcar a aquel maestro, y es que siendo sinceros, todos la veían como alguien en quien echar sus responsabilidades, ¿qué no se supone que para eso les pagan? ella sin embargo lo único que recibía a cambio era estar en aquel tonto cuadro de honor.— Claro, solo si estás libre, será por una semana para ver si mejora.

—Por supuesto, profesor.— Jisoo sonrió y gritó internamente.

—Perfecto, te está esperando justo ahora en la biblioteca, muchas gracias por aceptar, una alumna ejemplar como tú debería ayudar a sus compañeros.— el maestro tomó sus cosas y salió por la puerta.

El enojo de Jisoo no podía ser medido en palabras, no solamente la estaba obligando a ayudar a aquella chica como si no tuviera nada más que hacer, si no que también asumió que aceptaría porque la estaba esperando. Así que hecha una furia se dirigió a la biblioteca. No sin antes avisarle a su madre que llegaría tarde, la cual sólo dijo "¡Yah! cuando vengas de regreso compras algo para cenar."

Arrastrando los pies y arrepintiéndose un poco de aceptar ser tutora de aquella chica pronto estaba en la puerta. Se adentró en ella y no había nadie ahí,
solamente una chica cabizbaja y con algunos libros afuera, se acercó a ella y habló en voz baja.

—Buen día, uhm, ¿tu eres la chica que necesita tutorías?— la chica a la que llamó levantó la cabeza y asintió.

—S-si, realmente no son necesarias, se que esto te quita muchísimo tiempo y puedo buscar tutores fuera de la escuela.

Y de pronto Jisoo sintió pena en su corazón, si bien no era su obligación como alumna ser tutora de todos los demás, tampoco podía ser tan egoísta y dejar a aquellos que las necesitan, así que con menos resignación que antes, negó y dio una sonrisa para después sentarse.

—No te preocupes, no es como si tuviera muchas cosas que hacer los viernes.— dijo algo sarcástica.

—¿En verdad? pensé que si.— Jennie respondió después de dar una mirada un tanto sorprendida.— Es decir, siendo quien eres pensé que si.

jensoo ── oneshotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora