La relación de Jennie y Jisoo era algo de que admirar, todos el vecindario las envidiaban, habían estado juntas desde que eran adolescentes, se conocieron a los 16 y su relación continua hasta el día de hoy, ambas chicas con buenos trabajos, una enorme casa, autos propios y dos adorables hijos que amaban con todo el corazón. A Jisoo le encantaba recordar el día en el que los adoptaron, dos adorables gemelos, un niño y una niña, cuando los vio se enamoró por completo de ellos y supo que eran los indicados, y así, después de mucho papeleo los tuvieron en sus brazos; Haneul—la niña— y Dongsun—el niño.
Criarlos no fue nada fácil, tener que lidiar con las constantes críticas de la gente por ser una pareja homosexual, era difícil ver como siempre que iban por sus niños a la escuela las madres de otros compañeros las veían de mala forma y susurraban a sus espaldas, afortunadamente los niños jamás se vieron afectados por esos comentarios, estaban más que agradecidos por tener unas mamás tan asombrosas como ellas. Jisoo siempre fue una madre amorosa, jugaba hasta el anochecer con los pequeños, los apoyaba con su tareas, y llenaba de mimos; por su parte, Jennie era juguetona con ellos, los llevaba al parque de diversiones, cargaba en su espalda y daba vueltas en el aire. Eran una familia realmente feliz.
—Cielo, es momento de ir por los niños al kínder.— dijo Jisoo al ver el reloj que colgaba de la pared.
—Es cierto, ¿deberíamos llevarles alguna golosina?— Jisoo lanzó una mirada en negación a la castaña.—Oh, vamos, es viernes, lo merecen.
—Bien, pero algo pequeño, deben comer al volver.— posteriormente, amabas subieron a la camioneta para ir por sus pequeños.
Al llegar, amabas bajaron del vehículo, Jennie colocó sus lentes de sol y retocó un poco su labial rojo, Jisoo tomó su mano y se adentraron a la escuela. Rápidamente llegaron a la aula de sus hijos, tocaron la puerta y la maestra abrió con una sonrisa.
—¡Haneul, Dongsun! es hora de ir a casa.— dijo con una suave voz para después ver cómo dos pequeñitos corrían a los brazos extendidos de Jennie, la cual los recibió con miles de besitos y palabras dulces, mientras Jisoo hablaba con la maestra acerca de las actividades que habían realizado en el día.
—Bien, hora de irnos.— dijo Jisoo, cargó al pequeño en sus brazos mientras Jennie llevaba a Haneul de la manita. Al salir, se toparon con la terrible mirada de unas cuantas señoras, Jennie, harta de aquella conducta llamó a su esposa y dio un pequeño beso en sus labios, Jisoo claramente notó el porqué lo hizo y comenzó a reír mientras negaba con la cabeza.
Al llegar a casa, los pequeños corrieron a su habitación a cambiar su ropa. Jennie y Jisoo prepararon la mesa y pusieron la comida en los platos de los niños para alimentarlos, al llegar a la mesa hicieron la misma rutina de siempre, Haneul y Dongsun contaron como había estado su día—acto que le causaba mucha ternura a ambas porque balbuceaban o inventaban palabras con sus dulces vocecitas— mientras ellas los alimentaban y escuchaban con atención. Al terminar de comer, iban a jugar un rato o ver televisión para dejar comer a sus mamás.
—¿Qué tal el trabajo, cielo?— dijo Jennie mientras le llevaba un plato con fideos a la mayor.
—Bien, fue un día tranquilo, no hubo tantos clientes a pesar de ser un fin de semana.— dijo mientras aceptaba el plato con una sonrisa.—¿Qué tal tu?
—Ugh, algo cansado, la junta no fue como todos planeamos, el dueño de la otra empresa resultó ser bastante arrogante.— dijo mientras rodaba los ojos y masticaba con enojo sus fideos.— continuaron hablando acerca de su día mientras vigilaban a sus hijos desde el comedor.
Al finalizar, levantaron todo y fueron a sala, jugaron con los pequeños por horas y horas, Haneul amaba jugar con bloques de juguete mientras que Dongsun armaba rompecabezas con Jennie, miraron algunas películas, era tradición familiar, los viernes no hacían ningún deber, solamente se divertían hasta el anochecer, salían al parque y compraban helados o se quedaban en casa jugando.
Al finalizar de jugar y con los niños cerrando los ojos por el sueño, los llevaron a su habitación, les pusieron sus pijamas y acostaron en sus camitas, dieron un pequeño beso sobre sus frentes y apagaron las luces para a encender su pequeña lámpara de noche. Salieron en silencio de la habitación y se dirigieron a la suya.
Ya recostadas, y con las luces apagadas, Jisoo suspiró, lo cual captó la atención de la menor y preguntó el porqué.
—Sonará raro, pero jamás pensé llegar a este punto, ¿sabes? tener una familia, un hogar, estar casadas.— dijo mientras miraba su argolla de matrimonio.— Cuando te conocí jamás pensé que llegaríamos a todo esto, estoy orgullosa de ti, de nuestra relación y todo lo que hemos pasado, ambas nos vimos crecer, estuvimos en nuestros peores y mejores momentos, hemos creado incontables memorias y se me hace increíble a lo que hemos llegado.— Jennie sonrío y tomo la mano de la mayor para susúrrale un "te amo" al oído.
Ninguna de las dos creía en los "felices para siempre" pero al parecer eso les estaba ocurriendo en este momento, así que no pudieron hacer otra cosa más que juntar sus labios en un tierno beso y con el corazón latiendo rápidamente por no poder esperar a ver lo que el destino les preparaba.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
🐣 heeeyy! en celebración de que sour candy por fin ha salido, ¿qué les pareció?
muchísimas gracias a todes los que me siguen leyendo a pesar no estar por aquí muy seguido, estoy trabajando en rehacer todos los fics y subirlos entre mayo y junio 🥺
dejen sus ideas para el próximo onshot, le dedicaré ese capítulo a la persona que me de la mejor idea !!
