Necesidad inconsciente

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Spreen estaba irritado, enojado, cansado y si podía resumir todo aquello, en una palabra, esa sería: agotado, había sido un día especialmente difícil, demasiadas misiones en el lugar que precisamente no era de su agrado.

Con la escasez de guerreros en las últimas semanas, incluso dentro de su equipo se habían visto obligados a ir por caminos separados para ser más eficientes, por lo que se había ofrecido a ir al panal, incluso cuando el lugar le evocaba malos recuerdos.

Todo había comenzado desde ese punto, desde el momento en que había puesto un pie dentro del sofocante sitio se encontraba predispuesto a sentir cierta ira vibrando en cada momento bajo su piel.

Tener que lidiar con otros guerreros que buscaban los mismos recursos había sido otro problema, había intentado mantenerse alejado de ellos, puesto que no deseaba tener encontronazos con alguno debido a su volátil temperamento.

Lo cual había terminado con él cayendo a la miel más veces de las que deseaba admitir y con el jarabe adherido a su piel solo había sido una atracción para las distintas abejas que lo tenían como un objetivo bastante apetitoso.

La luna se alzaba sobre su cabeza cuando finalmente llegó a su base, dejó los materiales recolectados en el cofre común y se encaminó hasta su búnker con el único deseo de poder descansar para filtrar todo aquello mientras dormía.

No hablo con nadie, no podía tolerar siquiera la voz de nadie y mucho menos aceptar el contacto físico, no ayudaba que la miel aún se encontrase en cada centímetro de su cuerpo, por lo que decidió que iba a tomarse su tiempo para darse un baño.

La situación no mejoró, incluso cuando su cuerpo se encontró limpio y sus músculos relajados debido al agua caliente, se sentía inquieto en su propia piel, los olores, sonidos e incluso los colores simplemente resultaban demasiado.

Deseaba hundirse en la comodidad de su cama y dejar atrás todo aquello para comenzar un nuevo día, sin embargo, no contaba con que Conter se encontrase descansando en la cama que ambos compartían.

Un suspiro agotado escapó de sus labios mientras se movía en busca de alguna otra cama que en algún momento hubiera pertenecido a los aldeanos, cuando noto que el albino despertó.

A veces olvidaba que Conter era extremadamente sensible a las emociones fuertes, su instinto de supervivencia se había desarrollado más allá de lo comprensible, y había conseguido percibir la intensidad de sus sentimientos.

—¿Estás bien? —Escucho la voz adormilada, ligeramente más grave de lo usual.

—Estoy en la pija, no voy a dormir con vos hoy— Aviso, una pequeña sonrisa filtrándose en sus labios al notar la expresión más dormida que despierta en el rostro albino.

Percibió el asentimiento y buscó una cama, cuando la encontró se aseguró de arrastrarla para mantenerse cerca del albino aún dentro de la distancia que lo hacía sentir cómodo.

—Podría tararear— Sugiere la voz de Conter en apenas un murmullo, su rostro apoyado en su almohada.

—No, fuera de joda, no puedo soportarlo.

Conter no necesitaba explicaciones, pues era capaz de comprender perfectamente la forma en la que el contrario asimilaba las cosas y si lo que necesitaba era espacio, él podía complacer en ese aspecto.

Spreen aún en su agotamiento puede sentir como un resquicio de culpabilidad consigue abrirse paso, está seguro que el contrario es consciente de que es una constante excepción en muchos ámbitos, y le sabe mal mantenerlo fuera por completo, pero contrario a lo usual donde acepta el toque del albino, ahora se siente incapaz de hacerlo.

Transcurrió una hora entera en la cual intentó conciliar el sueño, pero nada parecía dar resultado, estaba casi seguro que la intensidad de sus emociones tampoco había permitido descansar a Conter, lo cual confirmó tras una rápida revisión a la cama algunos metros alejada.

A pesar de que sus párpados se encontraban cerrados, su respiración era demasiado superficial para encontrarse dormido, por lo que decidió que necesitaba sentirse cerca del otro para calmar su alborotado espíritu.

El par de ojos zarcos lo recibieron en cuanto se acercó a la cama, Conter no mencionó palabra alguna mientras observaba lo que el otro intenta hacer, una pequeña risita escapó de sus labios al notar la barrera de almohadas que el azabache había hecho entre ambos.

No hizo nada por perturbar la paz del otro, se mantuvo en la porción de cama que momentáneamente le pertenecía mientras cerraba los ojos intentando descansar, era consciente de que en ese preciso instante Spreen no toleraría el contacto físico, por lo que no lo tocó, respetando su espacio.

Los minutos comenzaban a pasar y calcula que ha pasado alrededor de una hora y media desde que el azabache se unió a su lado, cuando finalmente sus ojos comenzaban a cerrarse, la presencia arrolladora e intenta que acompañaba a Spreen en un inicio había mermado.

En su lugar había algo mucho más tranquilo y maleable, por lo que supuso que el otro también estaría descansado, sintió entonces como la mano del azabache traspasaba el muro de almohadas buscando su mano.

En cuanto la encontró, tomó los pálidos dedos entre los suyos y los llevó a sus labios, depositando un suave beso en el dorso de la mano del albino antes de caer dormido.

A la mañana siguiente, cuando Spreen finalmente abrió los ojos, notó como tenía sujeto entre sus brazos el cuerpo del albino, el muro de almohadas había terminado olvidado a un lado de la cama, una sonrisa se dibujó en sus labios al comprender que su cuerpo había buscado inconscientemente la cercanía de Conter. 

Cerró los ojos complacido mientras decidía que podía descansar un poco más. 

*

Esto es muy cortito, pero quería hacer algo fluff y sacar la idea de mi cabeza ¿Esto cuenta como fluff?

Una disculpa por si hay algún error o incluso si no tiene sentido, es solo una idea de media noche, así que quizá no se quede o quizá sí, pero eso es algo para más adelante.

¿Qué te pareció? ¡Adoraría leer tu opinión!

Sin más que decir me despido, esperando que hayas disfrutado de la lectura :D

SIMPLE DAYS [Spreenter]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora