Squid Games | En base

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Corrió, sin duda corrió con todas sus fuerzas, movió sus piernas con una fuerza y determinación que no se creía capaz de poseer, frente a sí, a un par de metros se encontraba una de las placas brillando tan ferviente como una vela entre tinieblas.

Sin embargo, alguien más había tomado ese lugar con el pecho tierra para evitar entrar en la mira del francotirador, detuvo sus pasos con lentitud, permitiendo que la comprensión de ese insignificante hecho se asentará sobre sus hombros.

Había perdido, estaba condenado y sus esfuerzos no habían significado nada, en su rostro yacía una mezcla desagradable de sangre y arena, el traje impoluto ahora se encontraba arrugado y decorado con escarlata e incluso desgarrado, sus puños dolían debido al intercambio de golpes en medio de la desesperación por conseguir una plaza y aferrarse a la vida.

Durante seis días había tenido que luchar contra la muerte que acechaba sobre sus frágiles vidas, desde el primer momento en que había despertado en la extraña estancia un camino de sangre y violencia se abría ante él.

La violencia a la que estaba acostumbrado le había regresado en un macabro karma todo lo que en algún momento él había realizado entre risas, había sido testigo de cómo sus compañeros morían uno a uno.

Tantas personas conocidas, desconocidas, sus mejores amigos e incluso a la persona que adoraba sobre todas las cosas, creyó que simplemente las lágrimas se habían acabado después de ver morir dos veces a Spreen, más supo que se encontraba equivocado cuando vio a Farfadox colgado, a sus espaldas los cuerpos de Silithur y Rich.

Incluso hacía pocos minutos había visto estallar la cabeza de Cris, la impotencia de no poder haber hecho nada por ellos había corroído su sistema desde el primer momento en que había perdido a alguien importante, se había considerado afortunado y deseaba honrar sus muertes.

Sin embargo, su suerte había llegado a su fin, todo lo que había sentido, la ira que irradiaba de su cuerpo y como su alma parecía haber abandonado este parecía carecer de importancia en ese momento.

Había visto tanto y vivido tantas cosas que únicamente podía enfrentar a la muerte con cuanto orgullo y valentía poseía, se lamentaba por Spreen, no había podido cumplir su promesa, y probablemente su próximo encuentro sería en el infierno.

Camino con tanta calma como podía reunir en esos momentos, encontró a Capitán pululando alrededor de Shadoune con nerviosismo, en cuanto notó su presencia compartieron golpes amistosos, no tenía sentido morir solo y si podía ser un apoyo para alguien más en sus últimos minutos podría darse por bien servido.

Observó la figura tumbada de Shadoune y se posicionó sobre él, correspondió la sonrisa de Capitán y apenas un segundo después un disparo resonó por la extensión del desierto y en cuestión de segundos su rostro fue salpicado por la sangre e incluso cerebro de lo que en algún momento había sido la cabeza del contrario.

El disparo había sido tan cercano que había un ligero zumbido en su oído, una macabra advertencia sobre que pronto sería su turno, reunió cuanta fiereza quedaba en su cuerpo después de las tragedias que habían dejado más cicatrices en su alma de las que físicamente tenía en su cuerpo.

Fijo su vista donde debía estar el francotirador, la intensidad en su mirada era tanta que apenas podía dejar de temblar mientras sabía muy en el fondo que el otro también lo veía, pronto un punto rojo se posicionó entre sus cejas, no permitió que lo amedrentaran, continúo retando al otro y el láser fue dependiendo por su rostro hasta terminar en su cuello.

Se sentía ansioso, eufórico, aterrado, pero al mismo tiempo sentía una paz infinita recorrer su cuerpo, ya no debía seguir luchando, pronto podría reencontrarse con sus amigos si todo salía bien, sus esperanzas estaban puestas en el de acento marcado.

Volteo a ver a Shadoune una última vez, y le dedicó una sonrisa acompañado de unas pocas palabras que esperaba resultaran tranquilizadoras.

—Tú puedes, no te preocupes.

Levanta la vista y entonces noto algo por el rabillo del ojo, apenas un destello que bien podría haber sido un movimiento en falso, sin embargo, allí estaba, tan reconocible como era, lentes oscuros, cabello rizado y aquella sonrisa tan característica que el más alto reservaba únicamente cuando se encontraban a solas.

Conter era más que consciente de que lo más probable era de que fuera una alucinación, o simplemente estaba recordando lo que más feliz le hacía en vida, la razón no importaba, la presencia había conseguido que finalmente hubiera paz, no había miedo o angustia, solo el deseo de volver a encontrarse.

Conter devolvió la sonrisa a la nada, entonces el disparo retumbó por toda la extensión del desierto y su cabeza fue separada de su cuerpo.

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Abrió los ojos debido al zarandeo constante que no le permitía descansar con tranquilidad, allí se encontró con el rostro desprovisto de sus característicos lentes de Spreen.

—Pelotudo de mierda ¿Sos o te haces? ¡No tenías que llegar acá todavía!

Se tomó un par de segundos en responder y al lado de Spreen pronto se sumaron los rostros conocidos de Cris y Farfadox, prestó atención al entorno y escuchó voces conocidas.

Una sonrisa se adueñó de sus labios mientras se levantaba con ayuda del farfano, todo a su alrededor lucía extraño, demasiado resplandor y la superficie bajo sus pies era la cosa más suave que jamás había experimentado.

­—¿Dónde estamos?

—En el cielo me parece.

—A la mierda, y yo que iba a buscarte al infierno.

—Acabas de morirte pelotudo, podés ser serio por una vez estúpido.

—Ay, estás más quejumbroso que siempre.

—Porque te moriste gato, o que crees, estaba re preocupado.

—Pero el lado bueno es que estamos juntos ¿No?

El más alto asintió a regañadientes, mientras observaba el entorno le fue inevitable notar las relucientes puertas doradas que les impedían descender, tenía el presentimiento de que la tranquilidad que allí experimentaban solo era la calma antes de la tormenta.

Pero al observar aquellos ojos zarcos que contenían la extensión del cielo, decidió que podía dejar cualquier preocupación para después, cualquier cosa que sucediese podrían enfrentarla si estaban juntos.

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Ahí un pequeño cameo al evento del cielo pa'continuar el lore.

Todavía se viene el shot de "I love you so, please let me go" y con ese shot futuro se cerraría el tema de los squids.

Tengo mucho sueño y siento que es demasiado incoherente, pero espero que al menos sea disfrutable.

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SIMPLE DAYS [Spreenter]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora