Squid Games | ¡Boom!

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El estruendoso sonido de las luces al encenderse consiguieron que Conter despertara, parpadeo un par de veces antes de finalmente abrir los ojos debido a la iluminación cegadora, por tan solo un par de segundos su mente se encontraba en blanco, sin conocimiento sobre lo sucedido el día anterior lo cual había resultado reconfortante.

O al menos lo había sido hasta que los recuerdos invadieron su muerte y sintió como el vacío en su estómago hacía acto de presencia una vez más y su cuerpo no encontraba la fuerza para levantarse, tampoco pensaba que quedarse en cama por algunos minutos más fuera a enfadar a los guardias.

Volvió a cerrar los ojos mientras escuchaba como el bullicio comenzaba a cobrar vida a medida que las personas despertaban, sin embargo, escuchó una voz conocida, la voz de la persona por la que había llorado y le había arrebatado una parte de esperanza.

Abrió los ojos y se sentó con movimientos frenéticos, su corazón latía con violencia en su pecho ante la mínima posibilidad, busco desesperado la fuente de la voz, había una pequeña posibilidad de que el dolor hubiera conseguido que comenzará a alucinar, pero un alivio que nunca antes había experimentado se extendió por todo su cuerpo en cuanto vio la figura de Spreen que se movía por el lugar.

Su cuerpo se movió mecánicamente, se deshizo de las sábanas y descendió por las escaleras casi corriendo, chocó con algunas personas a las que respondió con disculpas descuidadas, había despegado la mirada del otro apenas unos segundos, pero cuando devolvió la vista la angustia creció en su pecho cuando su figura parecía haberse esfumado. 

Busco desenfrenado su presencia, sentía que el corazón estaba a punto de escapar por su boca, unas repentinas náuseas nacieron en el fondo de su garganta ante el pensamiento de que, finalmente, todo hubiese sido una alucinación, con pesar se dirigió hacia la parte trasera de algunas camas en un intento de dar con Spreen, cuando sintió un tirón en el brazo y una presencia en su espalda.

—¿Cómo andás?

Ni siquiera respondió a la pregunta, volteo con la desesperación a flor de piel y las palabras murieron en su boca al notar que efectivamente, tenía frente a sí a la persona que había puesto su mundo de cabeza desde el primer instante en que coincidieron.

Una batalla de emociones se libraba dentro de sí, el shock lo mantenía estático en su sitio, sintiéndose incapaz de despegar la mirada del rostro agotado que el más alto presentaba, sintió como sus brazos eran acariciados en un intento de sacarlo de su estupor, lo único que fue capaz de hacer fue aferrar sus manos a la camiseta mientras apoyaba la cabeza en el pecho ajeno, calmando sus propios latidos al escuchar el corazón palpitante en Spreen.

—¿Estás vivo?

—Obvio, reviví solo para saludarte.

Ante el tono despreocupado del más alto despegó la cabeza de su pecho y en su lugar golpeó su hombro, reemplazando el alivio con ira ante la ligereza con la que trataba todo el asunto.

—A la mierda, y yo todo preocupado por ti.

—Para, vos sabés que es joda.

—No te vuelvas a morir— Amenazó con el puño en alto— Al menos no hasta que me muera yo primero.

Ante las últimas palabras la seriedad se asentó sobre el rostro de Spreen, el de lentes oscuros había notado la agitación entre los guardias por lo que sabía no le quedaba demasiado tiempo, lo cual consiguió que la preocupación floreciera una vez más en la mente de Conter.

—Conter, escucha— Asegurándose de que contaban con algunos segundos de privacidad se quitó los lentes, deseando que sus miradas conectasen— No es seguro igual, hay una prueba para ver si me quedo.

SIMPLE DAYS [Spreenter]Where stories live. Discover now