(Estremecedor)

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Lauren POV

Reposaba la taza de té sobre mi regazo y perdía mis ojos en la de estructura del techo de aquel patio, mirando el patrón de sombras reflejadas en las paredes, es extenso y vago, sólo habían dos allí, lo que era determinante para sentir su presencia a mi lado.

Por un momento pensé que subir era adecuado, pero ella no parecía querer subir y aislarse en su cuarto, tampoco lo hice, quedándonos en un silencio tranquilo por minutos a su lado, aún evitando desviar mi mirada a su certera cara descubierta.

¿No sientes que tienes sueño? - Su voz ronca rompiendo el silencio me sorprendió. Trasladó la taza sobre la mesa entre los asientos y me di cuenta de que ella sacó el pañuelo de nuevo de su cara, me sentí segura en ver su rostro, estaba por encima del
cielo.

- No... ¿Estoy siendo inconveniente? -Pregunté tratando de percibir que ella quería que me retirara. Su rostro se movió y ella me miró en silencio, el brillo opaco de sus ojos me hizo tragar en seco. No es típico que la princesa sanguinaria se viera tan debilitada, incluso no mostró tal sensibilidad el día que fue envenenada, había reconstruido su postura infalible rápidamente, aquí parecía bastante abatida y yo era capaz de verlo solo por su aspecto.

No puedo imaginar lo que es pasar toda la vida siendo perseguida y jurada de muerte, ver a mis seres queridos morir por eso, por mi culpa.

- Verdaderamente no es un inconveniente o una intervención. - Habló bajito desviando la mirada. Entrecerré la mirada tratando de pensar acerca lo que dijo, pero parecía demasiado difícil de comprender de manera cohesiva.

- Si bien su pregunta prevalece, estoy aquí... – Dije tratando de estar calmada en la silla. Esta cosa del presentimiento y la sensación me hizo quedarme allí en ese mismo lugar sin mover un centímetro de mi para salir, bebiendo mi té de hibiscos.

- ¿Qué edad tienes, Lauren? - Me estaba preguntando... Fruncí el ceño, tal vez era algo de mi cabeza y yo estaba fantaseando que había hecho la pregunta, ¿Verdad? Pero sería el cúmulo de ignorarla y dejarla sin respuestas en caso de que fuera una pregunta real.

- Estoy a punto de cumplir 29, alteza. - Respondí reaciente, mirando hacia ella que se mantenía con la mirada desviada. ¿Por qué me hacía esa pregunta?

- Es una mujer joven, consiguió ser doctora de arte temprano. - Todavía estaba sobresaltada y no me dio al menos algunos segundos de pausa antes de finalmente a responder con dignidad.

- Siempre fue un sueño, quería ser una maestra pronto. - Hablé con honestidad, mirando su mano izquierda relajada en el apoyo de la silla.

- ¿Recibes un buen sueldo? - Sus preguntas sobre mi trabajo y mi formación académica me hizo sentir nerviosa como no pensé que lo estaría alguna vez, como si estuviera en una entrevista de trabajo sorpresa.

- Esta expedición es mi primera experiencia siendo contratada por Yale, entonces es un buen sueldo suficiente de acuerdo con el tiempo que ejecuto la función. - No era una novedad tan imperceptible, soy la mujer más joven en el equipo de historiadores.

Ella asintió y sentí aquella extrema sensación que me invadía en una curiosidad abrasadora.
- ¿Puedo preguntarle su edad, su alteza? ¿Estoy siendo torpe? -Me mordí el labio inferior a la espera de que me atase a un caldo de cultivo para las serpientes si era lo suficientemente falta de respeto.
Ella volvió a mirarme, y esperar la respuesta fue inquietante. - Tengo 36 años de edad, no es torpeza.
Ella tampoco es tan vieja como yo pensaba que era.

Hidden (Camren)Where stories live. Discover now