State Of Grace [Saga Fault Line #1]

8. Ezran

–¡Callum!– Ezran se abalanzó sobre su hermano cuando lo vio entrar en la sala.

–Yo también me alegro de verte.– Se rio Callum, devolviéndole el brazo a su hermano.

–Príncipe Callum.– Opeli hizo una reverencia.– ¿Qué hace aquí? Pensábamos que estarías más tiempo en Xadia.

–Opeli.– Callum le devolvió el saludo con otro movimiento de cabeza.– Ese era mi plan principal.

–¿Entonces?– Preguntó Ezran extrañado.

– Zubeia me escribió.

–¿Zubeia?¿La madre de Zym - Ezran frunció el ceño– ¿Porque?

– Quiera que lo ayudaramos con un tema.- Intento explicar Callum;– quiere que le traigamos el orbe de Aaravos, que se presentará en una reunión de magos oscuros en unos dias.,

--¿El orbe Aaravos?– Hablo Corvus, quien se había mantenido en silencio hasta el momento.

–Si, por lo visto es un objeto que no debería de estar en malas manos.

Ezran se sobresaltó al darse cuenta de algo.

–Espera... ¿Has dicho "ayudaramos" y "traigamos" en plural?– Pregunto.

Todos los nervios de Callum que habían desaparecido volvieron de golpe.

–Si...bueno,  tengo un compañero para esta misión– se llevó la mano a la parte detrás del cuello dando a notar su nerviosismo.– Una compañera para ser exactos, una elfa.

Ezran enseguida se dio cuenta y entendió los nervios de Callum.

–¡No puede ser...! ¿Es ella? ¿Es Rayla?– Al ver que su hermano no respondía lo tomó como un sí– ¡Es Rayla!– Exclamó felizmente.– ¿Está ella aquí?

Callum suspiro.

– Si, es Rayla quien me acompaña pero...– Fue interrumpido por su hermano, y no le extrañaba, Ezran había crecido y se había convertido en alguien más maduro, pero durante estos años él había extrañado a Rayla tanto como él, y el saber de que se encontraba en Katolis, en palacio, despertó la alegría de niño pequeño deseando de volver a ver a su hermana.

– ¿Dónde está? Hace tanto que no la veo, le he extrañado tanto, oh, tengo que contarle tantas cosas, y...

– Ella no nos recuerda, Ez. – Le cortó Callum, sin ninguna gana de hacerlo, sabía que esto dolería de una manera u otra.

En ese momento la expresión de felicidad se fue del rostro de Ezran.

– Pero... Ella está en Katols contigo, eso debe significar que el trato...– Dejó de hablar al verla expresión de dolor de su hermano.

– Zubeida me dijo que el trato es más complicado de romper de lo que esperaba, ella piensa que tal vez con esta misión Rayla recuerde algo, pero que el hechizo se hizo para no deshacerse...

Un "oh" salió de la boca de Ezran al entenderlo todo, había posibilidades que la persona que se había empezado a parecer a una hermana para él no lo volviera a recordar. Pero enseguida entendió la situación.

Entonces Ezran cambió su semblante y la fachada de rey de Katolis había vuelto a su cara, no había rastro del niño que hace unos segundos había estado gritando lo emocionado que la elfa quien se encontraba al otro lado de la puerta estuviera en Katolis.

– Muy bien, si Zubeia piensa que así recordara algo seguiremos el juego.– Se giró hacia el resto de los miembros real. – Las órdenes son estas: Que todo el mundo actúe como si Rayla nunca hubiera estado aquí y sobre todo trátenla como una invitada, una invitada especial de la familia real.

Dicho esto hizo un gesto con la cabeza para indicarle a Callum que fue a buscar a Rayla. Y Callum fue a buscar a Rayla.

– Muy bien, allá vamos...

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Al otro lado de la puerta, Rayla se encontraba absorta observando uno de los cuadros que había en el gran pasillo donde Callum la había dejado.

Había examinado el pasillo con la mirada unas cuantas veces ya, seguía teniendo el presentimiento de que ella ya había estado ahí. Todo le resultaba extrañamente familiar.

En ese momento oyó como la gran puerta de la sala del trono se abría para revelar a Callum dirigiéndose hacia ella. Podía notar su nerviosismo desde esa distancia.

–¿Todo bien?– Le pregunto cuando él llegó hacia donde estaba ella.

Callum sonrió más relajado.

–Si, ¿y tú estás lista? – Señalando la gran puesta detrás de él con un movimiento de cabeza.

– Bueno, tampoco es como si tuviera otra opción.– Bromeo Rayla provocando un risa baja de Callum.– ¿Vamos?

– Vamos.

Y uno al lado del otro se dispusieron a entrar en la sala del trono.