Capitulo 22

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"¿Crees que este feliz sin mi?"

"¿Por qué quieres saberlo?"

In sonrió, miró atentamente las nubes en el cielo claro. "Porque si él es feliz, puedo ser feliz también."

Prem suspiró. Su amigo realmente era un tonto enamorado. Se preguntó si todos los amores dolían al ver a sus dos mejores amigos, ahora que lo piensa ambos sufrieron al enamorarse. Si el amor venía acompañado del dolor, ¿en qué lugar quedaba la felicidad?

"Phi se ve feliz." Susurró Prem mirando disimuladamente la sonrisa triste en los labios de In al escucharlo. "Es momento de avanzar, Ai In."

Sabía que debía avanzar. Pero ¿Por qué sentía que su alma se había quedado atrás?

Después de ser dado de alta en el hospital, In volvió a clases e intentó vivir una vida normal. No volvió a ver a Tung ni por los pasillos, aunque a veces solía escuchar su nombre en boca de otros y su corazón latía dolorosamente. Hizo todo lo posible para seguir día a día como podía, sin olvidarlo, sin dejar el "nosotros" en un rincón oscuro porque Tung siempre sería lo más valioso que nunca tuvo. Alguien que un día lo amó y él perdió por su propia estupidez, por validez de otros, a cambio de una sombra de respeto que pensaba que valdría la pena. Pero In comprendió que eso solo lo hizo perderlo por completo y entendió por fin porque Tung lo miraba con esos ojos aquel día.

In ya no era el In que él amaba.

¿Algún día volvería a ser ese In?

Cada vez que salia de clases pasaba por las calles cercanas a la casa de Tung. Sus pies caminaban de manera automática hasta la esquina de la gran casa, no atreviéndose a avanzar más por miedo de verlo y notar que continuo sin él. Era ridículo. ¿Ya tendría a alguien más? Su corazón no quería aceptar que tenia el derecho de conocer más personas, pero su cerebro estaba consciente de que Tung tendría todo el derecho del mundo de rehacer su vida sin darle un duelo a lo suyo. Porque In fue el que la cago.

"¿Vas a comer algo, cariño?" Preguntó la hermosa mujer a su hijo al verlo entrar en la casa. "Hice tu comida favorita."

La mujer intenta comprender por qué su hijo, que solía ser tan brillante, se ve tan apagado de repente.

"No tengo hambre, ma."

"Últimamente no tienes hambre, cariño."

"..."

In no se atrevió a verla a los ojos.

"¿Qué sucede? Dímelo, ma te ayudará." Pidió la mujer agarrando las manos de su único hijo. "Sabes que puedes decirme todo lo que quieras."

"Ma..." In levantó la mirada para ver a la hermosa mujer. No sabía cómo decirlo, qué palabras eran las adecuadas o si omitir ciertas partes de su novela. "Phi Tung y yo terminamos."

Sus padres le habían preguntado porqué Tung ya no venía a casa. In solo había dicho que Tung estaba ocupado con exámenes.

"¿Qué?"

"Phi no está ocupado. Nosotros terminamos."

La mujer abrazó a su niño. Lo refugió en sus brazos al escucharlo. Ahora sabía porque su niño se veía tan apagado últimamente, no era porque le pasaba algo en clases o porque su novio estaba ocupado todo el tiempo. Ellos habían terminado. Y ella sabía lo mucho que su bebé amaba a aquel chico lindo.

"Pero todavía lo amo, ma." In se aferró a su madre. Cerró los ojos y las lágrimas no salieron. No quedaban más.

"¿Por qué no luchas por él?"

"Le hice tanto daño que es imposible volver. Phi nunca va a amarme de nuevo."

¿Cómo podía alguien a amar a la sombra de lo que alguna vez fue?

GUNSHOT (español)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora