Dos. [ Joaquín ]

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22 de Julio.

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Joaquín suspira con pesadez al mismo tiempo que termina de cortar y poner a hervir las verduras; ya ha terminado de preparar la cena así que solo queda esperar que este último acompañamiento se encuentre listo.

Bueno, también debe esperar a que su esposo llegue a casa después de su turno en el hospital. Si tiene suerte este día, tal vez el rizado entre por la puerta antes de que el reloj marque la medianoche.

Emilio es un reconocido médico, graduado con honores en la carrera de obstetricia y neonatología. Hoy en día se encarga de dicha área en un prestigioso hospital de la cuidad y ha sido catalogado como uno de los mejores obstetras en el país, motivo por el cual su agenda se mantiene llena y sus turnos laborales siempre son tan pesados. Durante estos últimos días el mayor ha estado llegando algo tarde a casa gracias a que ha tomado el turno vespertino y, aunque supuestamente debería terminar su jornada a las siete de la tarde en punto, su horario laboral siempre se termina extendiendo mucho más tiempo del estipulado en su contrato debido a las emergencias de último minuto que son constantes en su trabajo.

Y él sabe que un montón de personas depositan su confianza en su marido para que sea quién vele por la salud de sus parejas e hijos, así que sólo se queda esperando pacientemente la llegada de su esposo a casa.

Estoy en casa— la inconfundible voz de su marido se hace presente, junto a un tintineo de llaves y el sonido de una puerta siendo cerrada.

—Has llegado más temprano de lo que esperaba.— sale a recibir a su esposo, llevando atado a la cintura su característico mandil gris que siempre usa para cocinar —La cena está lista, pero acabo de poner a hervir las verduras.— anuncia, haciendo un puchero que es rápidamente besado por su esposo.

—No te preocupes, iré a guardar mis cosas, me daré un baño después y regresaré para ayudarte a colocar los utensilios en la mesa. Las verduras estarán listas para ese entonces.— deja un nuevo beso en los labios del contrario antes de alejarse. Toma su mochila y la lleva consigo hasta su habitación.

Mientras su esposo va a realizar sus cosas, Joaquín regresa a la cocina para terminar de arreglar todo para la cena. Lava los sartenes, platos, ollas y cubiertos que utilizo para cocinar, a la vez que saca una vajilla limpia y la deposita sobre la barra para que Emilio pueda verla y la coloque sobre el comedor a su regreso.

¿Cómo estuvo tu día?— pregunta con interés cuando ya han tomado asiento frente al comedor. A Joaquín siempre le ha gustado que su esposo le platique sus vivencias diarias pues eso lo ayuda a comprenderlo mejor.

Fue un buen día aunque estuvo muy cansado, como todos los demás.— responde, centrándose en servir un poco de verduras en su plato y en el de su esposo. El menor frunce ligeramente el ceño al ver la nueva porción en su plato pero se abstiene de soltar alguna queja. —¡Por cierto! Tomaré dos días libres para que pasemos el fin de semana juntos. gracias a la emoción plasmada en sus últimas palabras, es que logra obtener la completa atención de su amado. —Estaba pensando en que tú decidieras a dónde ir.

—Me alegra que finalmente descanses porque te has estado sobrecargando mucho estos últimos meses; respecto a lo otro, creo que podríamos pasar el fin de semana fuera de la ciudad, ¿Qué opinas?

Es una buena idea.

—También deberíamos aprovechar tus días libre para ir a visitar a tu mamá. Hace un par de meses que no la hemos visto.

Problematic DreamWhere stories live. Discover now