Nueve. [ Emilio ]

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12 de Agosto.

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—Iré a dejar estos expedientes a recepción.— muestra un montón de folders blancos a su secretaria —Luego iré por algo de comer a la cafetería.

—Yo no saldré a comer hasta terminar de acomodar la agenda, entonces me quedaré al pendiente de la oficina.

—Gracias. De todas formas intentaré volver rápido para que puedas irte a comer pronto.— le sonríe y se aleja.

Borrando la falsa sonrisa de su cara apenas se encuentra en el vacío elevador porque, en estos momentos, lo que menos tiene son motivos para sonreír.

Joaquín le había dicho hace algunos meses atrás que renunciar a los tratamientos de fertilidad era lo mejor que podían hacer. Supuestamente podrían retomar su estilo de vida anterior al dejar las constantes visitas al médico, además de que al fin abandonarían ese círculo de ilusión, esperanzas y decepción en el que habían estado envueltos durante casi cuatro años seguidos; no obstante, aún cuando el tiempo ha pasado y el castaño parece estar avanzando bastante bien, Emilio no ha podido dejar atrás su anhelo y ni siquiera ha gozado de alguna de esas tantas ventajas que supuestamente tendría al abandonar los tratamientos.

Su vida sigue siendo prácticamente la misma de antes, con la única diferencia de que ahora sufre mucho más y se siente genuinamente peor luego de abandonar el régimen al que habían estado sometidos.

Ya han pasado poco más de dos meses desde que “tomaron” aquella decisión, pero eso no quita que el mayor continúe teniendo dudas al respecto de si fue correcto elegir abandonar todo cuando todavía contaban con muchas otras opciones que parecían ser bastante prometedoras. Él sabía -y el especialista les había dicho- que había muchas más posibilidades de que el producto se lograra si es que intentaban una vez más la fecundación in vitro; lastimosamente,  Joaquín se dijo estar cansado de tanta medicación y se negó a seguir con todo lo relacionado a sus intentos por tener un bebé.

Tirando a la basura cuatro largos años de esfuerzos, y ganándose el resentimiento de Emilio al tomar esa decisión, pues estaba faltando a la promesa que le hizo hace años sin tener ningún tipo de remordimiento en su consciencia. Y es que Joaquín le prometió que le daría un montón de hijos y formarían juntos una enorme familia después de casarse, pero en seis años de matrimonio no pudo cumplir con esa promesa y ahora simplemente se echaba para atrás sin importar nada.

Sin ponerse a pensar que Emilio probablemente aún no estaba listo para dejar ir esas esperanzas a las que se aferraba con fuerza.

Obviamente para Joaquín -desde el punto de vista de su esposo- fue más sencillo superar el tema y la decepción de no poder tener hijos, porque nunca tuvo tan arraigada la idea de convertirse en padre y eso no era algo indispensable en su vida. Por el contrario, el rizado había decidido desde muy joven que los hijos serían una parte fundamental de sus planes de vida; así qué esa decisión -sumada al hecho de que todos los días trabaja con bebés recién nacidos- es lo que en estos momentos le está volviendo difícil la tarea de superar la dolorosa realidad, dónde él y su maridos e ven incapaces de protagonizar escenas tan bonitas como las que le muestran todas esas parejas que día a día llegan a su consultorio.

Desde siempre él ha puesto todo de su parte para intentar superar esa parte de su vida y continuar con su camino, aprendiendo a sobrellevar el dolor de abandonar el que ha sido su más grande sueño durante toda la vida. Lamentablemente , a pesar de sus esfuerzos no ha podido superar el tema tan fácil y realmente no se ve capaz de hacerlo pronto, ya que le cuesta muchísimo aceptar que han intentado de todo para poder convertirse en padres y sencillamente ninguno de los tratamientos ha tenido los resultados que esperaban.

Problematic DreamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora