Capítulo 20

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Huaisang caminó entre los pasillos dorados, sin dejar de mirar a su alrededor, suspiró. Buscando cada uno de los detalles que pudieran entretenerlo, mientras se acercaba a ese pabellón. La atmósfera era tensa y cargada, pero se llevó a cabo todo según lo planeado desde un inicio. El único lugar que no se respiraba la tensión y el amargo sabor no se planteaba sobre su paladar, era en la peculiar familia.

Las risas siempre eran la gran bienvenida que recibió cuando lograba buscar al Jin Zixuan. Incluso parecía ser el lugar perfecto para hacerle caso omiso a lo que ocurría en la realidad. Era una felicidad contagiable que deseaba que no desapareciera.

¿Era pedir mucho?

-¡A-sang! -escuchó el grito del hombre nigromántico-. ¿Dónde estabas? A-xuan parece un cadáver cada vez que vienes. ¿Qué le haces a mi esposo? -señaló, rodeándolo con las sombras.

Huaisang tembló por inercia, haciendo ademanes para protegerse de su carmesí mirada-. ¡Nada! ¡Soy inocente, a-ying!

-¿Sabes lo que ocurre...? ¿Verdad? -Huaisang asintió, desviando la mirada, ocultó su rostro a través de su abanico-. ¿Tiene que ver con nuestros hijos?

-No, se trata de, Meng Yao será trasladado pronto. Vine a despedirme...

Wei Ying arrugó su entrecejo, analizando su respuesta. Suspiró y sonrió-. Entonces, se terminó.

-Se acabo -murmuró Huaisang.

¿Cuántos años habían tenido que sufrir con ese dolor? Huaisang, podía entenderlos. Había confiado ciegamente en ese hombre, mientras su hermano siempre gruñó cuando se trataba de Meng Yao. Y, aun así, siendo consciente de esto, dejo que estuviera a su lado, hasta morir.

Muchos murieron por creer que la fachada inocente que cargaba, no fuera el causante de tanto mal.

-¿Tío Nie?

-¡Mis lindos sobrinos! -corrió a su encuentro, tomando entre sus brazos a los tres menores, notando la clara diferencia sus ojos. Como Jin Ling rodó los ojos, Jingyi correspondió su abrazo y Sizhui sonrió feliz-. ¡No quiero irme y dejarlos! ¡¿Por qué son tan lindos?!

-¡No somos unos niños!

Huaisang escuchó como a su lado Wei Wuxian rió por como los menores se quejaban por el repentino cariño que se mostraba él. Apartándolo un poco, el líder Nie notó como el hombre sombra empezó a preguntar sobre el entrenamiento que tuvieron a manos de su padre. Apenas lograban mantenerse de pie, pero no dejaban de sonreír.

Los siguió en silencio, escuchando cómo durante la conversación, Wei Wuxian también compartió con sus hijos su sabiduría y les recordó la importancia de trabajar duro y mantenerse enfocados en sus objetivos. Sin embargo, también les enseñó la importancia de disfrutar de la vida y los momentos que se les presentan, lo que les brindó una perspectiva más amplia sobre cómo abordar sus vidas. Pero, escuchándolo del hombre sombra, sería con salir a beber, cazar y tener viajes por las aldeas, enfrentando todos los posibles peligros con una sonrisa.

-Dada, suena como un anciano si habla de esa manera -dijo Jingyi, llevando sus manos a la nuca.

-¿Un anciano? ¿No ven mi belleza?

-A-niang, es lindo.

-¿Vieron? A-yuan tiene buenos ojos -alagó, Wei ying, tomando las mejillas de su hijo mayor.

Huaisang sonrió por la imagen que mantenían ellos como familia. Una energía contagiosa mientras ellos reían o solo se quejaban falsamente. Se sentía un poco mal por tener que meterse a destruir esa imagen. ¿Por qué él...?

La oscuridad que los protege; XuanXianWhere stories live. Discover now