El regreso de un heroe

El nuevo lider de Alacrya

El siguiente par de semanas habían sido un torbellino de actividad para la familia Leywin. Virion se mostró inmediatamente receptivo a la idea de que Ellie fuera la embajadora. Había visto de primera mano cuánto había crecido ella a lo largo de los años, haciendo todo lo posible para llenar los grandes zapatos dejados por Arthur durante su ausencia en Dicathen. Pensó que sería un buen cambio de ritmo para la joven maga salir finalmente de la sombra de su hermano.

Alice insistió en ir con Ellie. Después de la muerte de Reynold y la desaparición de Arthur, se volvió extremadamente sobreprotectora con su hija y no podía soportar estar a un continente entero de distancia de ella. Si bien Arthur estaba triste porque no podía unirse a ellos debido a sus deberes como lanza de Elenoir, estaba contento de saber que se tendrían el uno al otro para hacerse compañía.

Después de empacar todo lo necesario, se prepararon para atravesar el portal para ingresar a Alacrya. Por lo general, se requeriría un permiso especial y burocracia para que una presencia militar de un continente pasara al otro de acuerdo con el tratado de paz que Virion y Seris habían redactado juntos. Arthur, la lanza más fuerte, normalmente calificaría como una "presencia militar de Dícathen".

Afortunadamente, Alacrya le dio un permiso especial para entrar cuando quisiera. Su condición de héroe de guerra que ayudó a los ciudadanos de Alacrya durante la guerra, junto con la nueva posición que ocupaba su hermana, llevó a ambos bandos a acordar que él sería considerado una excepción.

Ellie estaba llena de emoción al pisar otro continente. Había oído hablar mucho de él de varios Alacryans que había conocido durante las primeras etapas de las conversaciones de paz y solo se emocionó más al verlo después de que Arthur le contara historias de su tiempo allí.

Inmediatamente se dio cuenta de que su grandeza estaba muy minimizada cuando cruzó el umbral.

El Dominio Central era un lugar maravilloso, incluso dentro del avanzado continente de Alacrya del que formaba parte. Sus imponentes edificios estaban imbuidos de un aura de encantamiento como si estuvieran vivos con energía mística. Las intrincadas tallas que adornaban las fachadas de los edificios parecían cambiar y moverse, como criaturas vivas, y las filas de ventanas relucientes arrojaban una luz mágica sobre las calles empedradas de abajo.

Debido a la diferencia horaria entre Alacrya y Dicathen, lo que había sido un día temprano en Dicathen era el atardecer en Alacrya.

Cuando el día dio paso a la noche, la ciudad se bañó en un resplandor cálido y etéreo. Los artefactos de iluminación que bordeaban las calles parpadeaban con una luz de otro mundo, y las multitudes de personas que llenaban la ciudad eran una mezcla diversa de humanos de todos los tamaños y formas. Los ciudadanos del Dominio Central estaban vestidos con los mejores atuendos, cada atuendo era una expresión única de la individualidad del usuario y, si era un mago, un poder mágico.

Siguieron deambulando por la zona. Alice y Ellie se quedaron boquiabiertas mientras observaban su nuevo entorno, mientras Arthur las guiaba en silencio a su destino. Sonrió para sí mismo al ver su ensoñación.

Pronto llegaron a Cyrene Park, el gran parque público en el corazón del dominio. Era un lugar de una belleza verdaderamente impresionante. Las puertas que rodeaban el parque estaban compuestas por imponentes columnas y una arquitectura ornamentada que hechizaba a todos los que las miraban. Dentro de sus puertas había amplias llanuras onduladas de césped recién cortado para que la gente de la zona hiciera un picnic y tuviera reuniones familiares. Había estanques y fuentes a lo largo de la extensión, con un camino tortuoso bien pavimentado que permitía a las personas caminar y conversar o correr y hacer ejercicio mientras disfrutaban de las diversas vistas en exhibición.