Capítulo 3: Noche en la guarida

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El atardecer daba paso a la noche y el grupo de animales había regresado a la Roca del Clan. Mientras Simba, Nala, Kovu y Kiara, junto con la guardia de Vitani habían ido al interior de la cueva para comentar al resto de la manada sobre los recién llegados, los más jóvenes se empezaban a conocer mejor. Mientras que Geno estaba descansando y recuperándose de las heridas en sus patas; Gurri, quien era la más alocada de los cervatillos corría alrededor de la roca, junto con Shany y Akira.

"¡Yujuuuuuuu!" gritaba la cervatilla, "¡Es como la pradera del bosque!"

Ese comentario mientras se divertía llamó la atención de Dan.

"¿Hay una pradera en su bosque?" preguntó.

"Sí, en los límites del bosque. Es un lugar donde podemos correr libres... pero, los humanos siempre vienen y nos cazan sin motivo... así es como murió nuestra abuela, según nos contó nuestro padre"

"Oh, lo siento..."

"Gracias, pero no te disculpes, ni que fueras uno de ellos..."

Eso hizo un nudo en la garganta de Dan. Para su fortuna, Jabari cambió la pregunta:

"¿Dijiste que tu padre era el gran príncipe del bosque?" preguntó, "¿Es como ser el gobernante del bosque?"

"Bueno... papá me estuvo enseñando y sí, es como ser el protector del bosque" respondió Geno, "También dijo que yo sería el próximo príncipe del bosque, pero... no sé si soy capaz de hacerlo"

"Sí, sé que como te debes de sentir..." musitó Dan.

"¿Eh?"

"Es porque Dan también es príncipe" le dijo Jabari, sorprendiendo al cervatillo.

"¡Jabari!" exclamó Dan, pues aún encontraba muy incómodo que alguien le recordara que sería el Rey León en el futuro. Pero, al parecer, su nuevo amigo le entendía.

"¿Así que tú también eres un príncipe?", le preguntó Geno, "¡Woah! Supongo que eso nos hace iguales. Bueno, si no es que tú... comas carne"

"A decir verdad, pocas veces me gusta la carne, y algunos frutos me parecen más deliciosos" le dijo Dan, "Mientras que, bueno... a otros les gusta los..."

Antes de que terminara la frase, llegaron aquellos dos: Timón y Pumba llegaron al lugar con varios gusanos en la boca.

"¡Le pegamos al gordo!" exclamó Timón hablando aún con la boca llena.

"¿No te dolió, tío Pumba?" bromeó Dan.

"¿Qué?" preguntó Pumba, "Ah, ya entendí... No, es que encontramos un nido de gusanos bajo una piedra en el pantano... ¡vamos a darnos un festín de gusanos!"

"¿Quieres un poco, sobrino?" le ofreció Timón al cachorro, con lo cual este y Jabari negaron con sus cabezas.

"Hey Timón, quizá estos nuevos amigos nos puedan acompañar" opinó Pumba.

"Hey Timón, quizá estos nuevos amigos nos puedan acompañar" opinó Pumba

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El Rey León, El Espíritu del BosqueOù les histoires vivent. Découvrez maintenant