Mientras el futuro rey león aprende siguiendo las huellas del abuelo, a las Tierras del Reino llegan animales de otro reino vecino, cuyo soberano está en problemas pues ha sido capturado y su pueblo está en peligro de ser derribado. En una misión (e...
Dan se sentía algo apenado porque sus nuevos amigos se fueran, pero en ese momento, sintió algo suave recorrer su peludo cuerpo. Por sus anteriores experiencias, sabía que se trataba de la suave almohadilla de un león adulto... ¿eran sus padres adoptivos? No, esta se sentía diferente, pero a la vez había una sensación de algo familiar...
"¿Te he despertado?" pregunto aquella familiar voz. Por un momento, Dan no lo creyó, pero se levantó y se encontró al espíritu de Mufasa tal y como lo había visto antes: como un espíritu de pequeñas estrellas.
"¿M...mufasa?" preguntó, levantándose. Luego, se dio cuenta que estaba en la cima de la Roca del Clan, ¿había caminado dormido hasta allí?
"No estás totalmente despierto: este es un lugar de tu mente en el que podemos hablar" le explicó el león, "Así que... has hecho un par de amigos del bosque, ¿no es así?"
"Bueno, sí. Acaso... ¿es algo malo?"
"¿Malo? ¡Todo lo contrario, mi león de gran corazón!" exclamó este, con una risa, "La unión de los reinos de las praderas y el bosque es algo que ya se dio con anterioridad... has estado soñando, ¿no es verdad? ¿qué viste en tu último sueño?"
"A un león con melena un poco oscura, hablando con un... con un ciervo adulto" respondió Dan, tratando de recordar bien el sueño.
"El ciervo adulto era el bisabuelo de tus amigos, Geno y Gurri" explicó Mufasa, ante el asombro del cachorro, "Mientras que el león era mi padre: Ahadi"
"¡¿Tu padre?!"
Mufasa asintió con la cabeza.
"Así es..." respondió, "Y él quiere pedirte un favor..."
El espíritu de Mufasa se desvaneció y, de improviso, un viento detrás de él se sintió. Volviéndose para ver de dónde procedía, este alzó la mirada con asombro, viendo al mismo león de su sueño, como espíritu en el cielo.
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"Así que tú eres Dan..." le dijo Ahadi, "Mi hijo y mi nieto hicieron una sabia elección..."
"¿Usted es Ahadi?" preguntó Dan, muy impactado.
"Tengo que pedirte un favor. Una vez al igual que tú, tuve la suerte de conocer al futuro príncipe del bosque, haciéndonos grandes amigos. Pero temiendo que las hienas de aquel tiempo viajaran al bosque a dañarlos, decidí ocultar la existencia de aquel reino. Hoy, el reino del bosque necesita la ayuda de nuestro reino, o mejor dicho... de nuestro futuro rey..."
"¿Yo?" preguntó Dan, demasiado asombrado, "Pero yo no tengo nada especial... y ya no tengo el rugido"
"El rugido de los ancestros no definen quién eres tú, sino la verdad que se halla en tu corazón. Tienes el corazón de un león, pero también sabes cómo piensan y actúan los humanos, por eso tu ayuda es vital..."
