VI

157 20 0
                                    

Recuerdo despertarme exaltada, supuse que todavía era de noche ya que no entraba luz por la ventana.

Me estaba quedando en una habitación provisoria que me habían hecho con una madera que no combinaba con la madera original de la casa, pero era hasta que vayamos de nuevo a ese bioma.

Me levanté y observe hacia afuera. Se veían varios mobs, incluso varios de los especiales, que eran el triple más difícil de matar.
Me quedé mirando unos minutos más hasta que noté a alguien peleando con esos monstruos, pero desde mi perspectiva no veía demasiado.

Podía ser alguien que venía a hacer daño tanto a nuestra casa como a nosotros. Por lo que me prepare con mi armadura, agarré mi espada y fui hasta la cocina, donde desde la ventana se veía mejor.

Tarde unos segundos en encontrar a la persona y no era otro que Spreen. Por un lado sentí tranquilidad ya que no era alguien de otro equipo, y por otro lado me preguntaba que hacía en plena noche, sólo, peleando.

Me intente de convencer de que debía estar juntando experiencia para algún encantamiento o algo. Después de todo, unos zombies no eran nada para él.

Estaba por irme cuando vi que un esqueleto le dio y le rompió el casco. En ese descuido recibió un golpe, luego otro, otro y otro.
Se notaba que quería huir para recuperarse pero estaba muy lejos de la casa y cada vez había más mobs a su alrededor.

No podía quedarme de brazos cruzados. Salí y comencé a golpear un árbol con mi espada, causando que varios de los monstruos cambiarán su dirección hacia mi.
Comencé a pelear y a eliminar algunos mobs, pero era increíble la cantidad que había. Mi distracción había funcionado y Spreen se había metido tras unos arbustos seguramente recuperándose.

Sólo había un problema, si él no podía con todos estos, yo no duraría ni cinco minutos.
La horda me empujaba cada vez más lejos de la entrada de la casa y parecía que se multiplicaban.

Me quedaba una sola manzana de oro y mi armadura estaba al límite.
De la nada siento que me agarran del brazo y tiran algo. No alcance a reaccionar que de un momento a otro estábamos arriba del techo de la casa.

Unas náuseas invadieron mi cuerpo obligando a llevarme la mano a la boca.
Spreen nos había llevado allí con una enderpearl.

Entramos por una pequeña trampilla escondida que llevaba a la zona de hornos y al fin estuvimos seguros.
Me sente en el suelo unos minutos para poder recomponerme del todo, fue ahí cuando noté que Spreen me miraba de una forma enojada, y no terminaba de entender el por qué.

-Vos definitivamente estas loca, ¿Cómo se te ocurre salir? ¿acaso yo te pedí que lo hicieras? ¿qué querés demostrar con esto? Sólo porque te hiciste la heroína no te voy a sacar los ojos de encima.- Se agachó quedando a mi altura. -Yo no necesito tu ayuda, ¿quedó claro?-

Sentía unas ganas inmensas de llorar y una rabia que iba creciendo dentro mio.
No entendía que tenía que hacer para que confíe. Nunca los traicionaria ni dejaria que les hicieran daño a ninguno, por esa razón había salido para ayudarlo, no para aprovecharme.

-Llorar no me va a convencer de nada.- Se puso de pie nuevamente y fue hasta la puerta, frenando justo a la entrada. -Repará tus cosas con los minerales de los cofres.-

Se fue sin decir nada más. Me quedé en el suelo unos minutos hasta que vi unos pequeños rayos de sol entrar por la ventana. Aclararia en nada y apenas tenía unas horas de sueño.

Fui hasta mi habitación y me quedé en la cama sin poder pegar un sólo ojo.
No se cuantas horas pasaron, pero de la nada se escucharon unos gritos que provenían de la sala.

Minecraft Extremo - Team Vacío LegalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora