𝟛𝟟. 𝔸𝕝𝕘𝕦𝕟𝕒 𝕧𝕖𝕫 𝕞𝕖 𝕘𝕦𝕤𝕥𝕒𝕣í𝕒 𝕤𝕖𝕣 𝕝𝕒 𝕡𝕣𝕚𝕞𝕖𝕣𝕒

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📅  MÁS TARDE

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📅  MÁS TARDE

A Karisa los ojos le pesaban bastante y le costaba abrirlos. Pero, lo intentó, sintiendo que los párpados se le querían cerrar de nuevo. Haciendo acopio de valor, respiró una bocanada de aire y parpadeó abriéndolos. Sabía que estaba en un hospital. Se lo imaginaba, pues recordaba el accidente y aún en su oído resonaban los sonidos de las ambulancias. Sintió una lágrima deslizarse por su mejilla pues en lo único que pensaba era en que deseaba que Carlos estuviera allí con ella. Las horas que estuvo atrapada en ese coche, las pasó navegando entre la consciencia y la inconsciencia. Aún escuchaba la voz de Arthur pidiéndole que no se durmiera, aunque también él dejó de hablar mucho rato después.

- Karisa.

Abrió más sus ojos buscando al dueño de esa voz. Pensando que era Carlos. Pero, sufrió una desilusión al ver que era Karolo quien se acercaba a ella y cogía su mano.

- Ei, ¿cómo te encuentras Karisa? –le preguntó el guardaespaldas con evidentes signos de preocupación en su rostro.

- Como si hubiera estado dando vueltas dentro de un coche –le respondió con algo de ironía- ¿qué hora es?

- Son casi las diez de la noche. Llevas todo el día en el hospital -le informó él aún con el rostro serio e inquieto.

- ¿Y Carlos? –preguntó ella con desesperación, pues necesitaba verlo y que él calmara todos sus miedos. 

- Está en Azerbayán. Viene de camino.

Iba a preguntarle porque Carlos aún estaba allí, cuando la puerta de su habitación se abrió. Charles asomó su cabeza y al ver a Karisa despierta, entró como una exhalación en pos de su amiga. Su rostro evidenciaba el cansancio de la noche y la preocupación por ella y su hermano.

- ¡Oh, gracias a dios que estás despierta! –el piloto de Ferrari se acercó a ella y cogió su mano con mucho cariño. Karolo se retiró con prudencia para que pudieran tener su intimidad- ¿cómo estás cariño?

- Me duele todo Charles. ¿Cómo está Arthur?

- Lo están operando del pulmón pero la perforación no ha sido muy grave. Se ha roto la clavícula, pero, se pondrá bien, ¿y tú cómo estás?

- Tiene algunas costillas rotas, múltiples contusiones y se golpeó la cabeza –contestó Karolo en su lugar pues la chica no sabía nada de su estado- pero, te pondrás bien si haces reposo.

- ¿Y Carlos? –volvió a preguntar Karisa cada vez más preocupada.

- Se quedó en Azerbayán –le respondió Charles- no podíamos venir los dos por cosas del equipo, multas y yo que sé más...Carlos decidió que sería mejor que viniera yo... y mira, ha ganado el Gran Premio...

Karisa se mordió el labio inferior para retener los temblores de su boca. Ahora mismo se sentía triste y decepcionada una vez más con Carlos. El piloto había preferido quedarse y competir, que estar a su lado en este momento. Cerró sus ojos intentando disimular su tristeza y sintiendo que su corazón, de nuevo, se rompía en miles de pedazos.

NARDIÁNWhere stories live. Discover now