Hubo un tiempo en el que fue el ángel de la Fórmula Uno. Siempre correcto y amable. Educado y sincero. Lo adoraban y querían ser como él.
Hasta que tuvo que ser la única opción para salvar a su familia. Lo que le llevó a convertirse en ese diablo q...
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📅 SÁBADO 9 DE JULIO DE 2022
📅 CASI TRES SEMANAS DESPUÉS
📍 GRAN PREMIO DE AUSTRIA
Karisa intentaba sin mucho éxito quitarse las manos de Carlos de encima. No quería gritar mucho pues aunque estaban apartados en uno de los cubículos del box de Ferrari, podía escuchar a algunos miembros del equipo a escasos centímetros de ellos.
- ¡Estate quieto, joder! –le decía ella sin que él le hiciera mucho caso. Los labios del chico se posaron en su cuello mientras sus manos se agarraban a sus caderas y la alzaban hasta sentarla encima de un archivador.
- Vamos chiquita, acabo de conseguir la pole, merezco un premio –sus manos se perdieron por la parte baja de su espalda. Sus dedos rozaron la piel desnuda de su trasero mientras los besos de Carlos se volvían más urgentes.
- No vas a echarme un polvo aquí, Carlos –le advirtió ella poniendo sus manos en su pecho pretendiendo que él se apartara.
- ¿Y por qué no? –le dijo él haciendo un puchero con su boca. Se acercó a Karisa y tomó sus labios con muchas ansías. Su lengua tardó poco en enroscarse con la suya arrancándole un ronco gemido a la chica. Con estos besos le era muy difícil decirle que no.
- Carlos, alguien podría venir –le recordó ella mientras él subía sus manos por su espalda y se colocaba entre sus piernas.
- Pues córrete rápido –le pidió él guiñándole uno de sus ojos.
Karisa estaba a punto de sucumbir a causa de sus besos. Con Carlos todo era así, cuando él quería, y ella, es que encima nunca podía ni quería negarse. Las manos del piloto se situaron delante de sus dos pechos, los agarró y los estrujó buscándole los pezones para acariciarlos con sus dedos. Ya estaban duros a causa de la excitación de ella y deseosos de ser tomados por la boca del castaño.
- ¡Carlos! ¡Carlos!
La voz de Charles le hizo a Carlos desistir de sus intentos con Karisa. Soltó un suspiro frustrado mientras ella se reía.
- Por esto no quería –le dijo ella mordiéndose los labios.
Charles llegó hacia donde ellos estaban y al verlos en una posición tan comprometida se quedó parado riéndose.
- No se folla en el box. Alguien podría pillaros –les dijo como advertencia- te lo digo por experiencia.
- ¿Qué coño quieres, Leclerc? –bramó Carlos intentando quitárselo de en medio y continuar con sus propósitos.
- La mujer de Vettel está organizando una fiesta sorpresa de cumpleaños para su marido. Solo para los pilotos y sus parejas. ¿Cuento con vosotros?
- Claro tío, por Vettel lo que sea –le dijo Carlos ayudando a la castaña a bajarse del archivador. Pasó uno de sus brazos por sus hombros y la atrajo a su pecho para besar su frente segundos después.
