CAPITULO 6

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El golpe de haber perdido al organizador principal del evento tan pronto fue bastante duro para todos. Si el sujeto que nos tenía atrapados en aquellos juegos mortales había sido igual de cruel con el mismísimo protagonista del Ibainéfico, ya nada de piedad podíamos esperar para el resto de participantes.

Por otro lado, la tortura psicológica, o mejor dicho: premio por haber avanzado de fase, apareció ante mi esa misma noche al igual que en mi visión.

Un banquete nada despreciable había sido preparado, y tras haber pasado varias horas sin comer ni beber, nuestra desconfianza hacia aquellos alimentos había desaparecido por completo.

—¿No creen que pueda ser una trampa? —dijo Cristinini mientras degustaba con elegancia un trozo de carne que no pude reconocer.

—Mientras estemos acá no corremos peligro —contesté yo haciendo un enorme esfuerzo por continuar hablando ante la mirada de todo el grupo—. Si es como en mi visión, día a día recibimos la recompensa por haber ganado los juegos.

—Me parece fascinante que tú sepas todo lo que va a suceder —dijo Gemita, que parecía soltarse más y más a medida que el grupo disminuía.

—No lo sé todo —respondí apenado—. Hay muchas cosas que han cambiado... y ni siquiera pude evitar que muchos mueran...

La mexicana Rivers, sentada a mi lado, puso su mano encima de la mía para consolarme, parecía estar ansiosa de decir algo, pero al tener su boca llena de comida no podía comenzar a hablar.

—Mira chaval —comenzó a decir Elxocas—. Estábamos advertidos de que algo como esto podía pasar, y decidimos venir a comprobarlo con nuestros propios ojos. Ahora estamos en peligro ¿Y qué? Si no estuviéramos preparados para enfrentarnos a lo que venga no estaríamos aquí, como la mayoría de los que decidieron no participar.

Rivers agitó la cabeza con una expresión de enojo en el rostro, cuando terminó de tragar lo que tenía en la boca exclamó.

—¡Iba a decir eso yo!

—Bueno pues lo dije yo antes, joder —se defendió Elxocas entre las risas de los demás.

El ambiente parecía irse relajando poco a poco, y rápidamente pude descubrir que la actitud de los demás hacia mí había mejorado incluso tras haber fallado al filtrar la segunda prueba. Quizás para ellos, que yo supiera todo de antemano significaba una ventaja para mí, y al haberme equivocado entendieron que yo corría tanto peligro como ellos.

—Esto está muy bueno y todo, pero... —dijo Rivers limpiándose los labios con una servilleta—. ¿Seguiremos durmiendo en el suelo el resto de los juegos?

Los demás miraron alrededor como si esperaran que aparecieran camas o habitaciones como por arte de magia.

—Si no recuerdo mal... —dije yo—. El segundo día deberíamos de tener mantas...

—¿Quizás sea eso de allí? —preguntó Thegrefg observando unos bultos en las lejanías.

Mi miopía no me permitía ver con exactitud qué había más allá, así que solo esperé a que los demás asintieran con alegría tras descubrir que, efectivamente, no pasaríamos tanto frío aquella noche.

—Oye Greedy, respecto a mañana... —dijo Arigameplays, que parecía ser la más reflexiva y cabizbaja dentro del grupo—. ¿Sabes qué juego será?

Yo negué con la cabeza. Les expliqué que según mi visión, al día siguiente tocaría una partida de UNO en equipos, pero en aquella oportunidad, la cantidad de participantes era mayor, y por lo tanto perder a cinco jugadores no era tan extremo como lo sería si pasara ahora.

Los Juegos del Streamer -2- (fanfic)Where stories live. Discover now