Smile

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-Buenos días presidente.

HeeSeung levantó la mirada de su teléfono hacia el lugar donde provenía la voz femenina, saludo con una calida sonrisa a Mashiro, la presidenta de la clase dos, había tenido pequeñas platicas con ella fuera de los deberes que tenían como encargados de sus grupos y podía decir que eran muy buenos amigos.
Enseguida la chica le devolvió el gesto junto a un movimiento de mano en forma de saludo el Omega volvió su mirada a la pantalla de su teléfono, un nuevo mensaje había sido enviado.

Mamá

Si llegas tarde tu padre se
enfadara, asegúrate de estar
presentable.
✓✓

No le hagas pasar más
vergüenzas.
✓✓

Se dedicó a hacer una mueca, soltando un jadeo e ignorando los mensajes de su progenitora para poder abrir sus demás contactos.
Uno en particular fue el que llamo su atención de inmediato, y también era el cual buscaba desde un inicio, inevitablemente sonrió con energía renovada, mordiendo la uña de su pulgar derecho pensando en que hacer.

Hoonie 💕

Enviar mensaje...

No sabía que hacía pensando tanto, debatiendo en que hacer y que no hacer, pero su mente trataba de formular las palabras correctas para escribirle al apuesto Alfa que se sentaba al fondo del salón, en una mesa sola para el, y a pesar de sus largos cabellos oscuros e brillantes cada vez que le observaba HeeSeung podía sentir como sus miradas se cruzaban, sus lobos se removian felices al conseguir lo que buscaban en cuanto sus aromas se sentían.

Incluso se sentía patético al recordar que todas las mañanas desde hace una semana, en la cual conoció a SungHoon, practicaba frente a su espejo miles de sonrisas buscando una tan bella que hiciera que el Alfa se le quedará mirando por horas con esos orbes celestes y profundos, con un brillo inusual pero único, con ese titubeó en su cuerpo. Leé HeeSeung deseaba que SungHoon solo le hablara, tan siquiera más haya de un buenos días y un adiós, deseaba, en verdad que deseaba, poder ver el rostro del Alfa que le hacía saltar de la alegría.

El aroma a menta llegó a sus fosas nasales de pronto, embriagandolo de una manera que no podía describir, era tan esquisito, tan dulce e adictivo.

Apresurado guardo su teléfono en el bolsillo de su abrigo rosado, revolviendo sus cabellos castaños y volteando hacia el espejo o puerta más cercana, debía asegurarse de verse bien, no cualquier día se animaba a hablarle a SungHoon. Al levantar su mirada la decepción baño su rostro.

-Buenos días al presidente más bello de esta escuela -le dijo WooSeok, Extendiendole una rosa roja con una gran sonrisa- Note que te gustó mi nuevo perfume, es un fascinante aroma a menta...