HeeSeung siempre estuvo decidido a ocultar sus emociones detrás de una calida sonrisa siempre y cuando SungHoon estuviera a su lado.
O donde SungHoon tenía problemas mentales como un apego irracional a su sonrisa y le obligaba a sonreír hasta en mom...
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Después de enterarse de eso SungHoon no dejo a su Omega solo en ningún segundo, cada mañana hasta la noche estaba a su lado, incluso lo acompañaba al sanitario y lo esperaba afuera de la puerta para verificar que todo estuviera bien, era algo un poco extremo, lo sabía, sin embargo era un chico de apenas dieciséis que estaba aterrado por qué su novio estaba embarazado.
Había pasado ya una semana desde que HeeSeung se lo dijo y no se lo habían dicho absolutamente a nadie excepto por Sunoo que claramente lo supo desde el hospital y tuvo una gran plática con SungHoon sobre lo que pasó esa noche en la fiesta, por su puesto Park no espero ningún segundo a qué el chico lo felicitara por haber embarazado a su hermano mayor sin embargo tampoco espero que un chico más joven que el lo regañara de tal forma que parecía un cachorrito escuchando los reproches de su madre.
Debían decírselo a sus padres, lo sabía, sobre todo a los de HeeSeung que no lo habían visto en tanto tiempo, y cada que pasaba la idea por su cabeza SungHoon sentía náuseas y no podía evitar decirse a si mismo que fue un estupido por haber embarazado a su querido Seung; eran tan solo dos cachorros todavía, pero estaban por convertirse en padres definitivamente.
—Park SungHoon, —llamo la secretaria del centro, SungHoon de levantó junto a su madre— la psicóloga lo espera adentro.
El menor sintió como su cuerpo se volvía cada vez más pesado, habia faltado a su cita de hace un par de dias debido a la conmoción que provocó el embarazo de HeeSeung en el, por lo que esa vez, nuevamente se giro hacia su madre y le pidió que lo dejara entrar solo, si es que su madre y la psicóloga estaban juntas cerca de él posiblemente notarían la razón por la cual estaba tan perdido últimamente.
Entro a la sala solo como lo había querido, bajo la mirada y cerro la puerta detrás de el con el cuerpo tensado, una vez levantó la mirada el aire empezó a disminuir, la señora le miraba con ojos perseverantes, tenía una expresión de clara curiosidad y ni dejaba de observarlo, era como si pudiera leer su alma con facilidad.
—¿No ha venido tu madre hoy? —pregunto la mujer, y el Alfa lo único que hizo fue sentarse frente a ella—
—No, yo fui quien se lo pidió.
La psicóloga se noto un poco indiferente al notar el tono duro y grave en qué SungHoon respondió, estaba muy evidente el poco interés que tenía en hablar esa tarde.
—¿Cómo has estado, SungHoon?, hace una semana que no te veo.
El Alfa sintió que eso no podía ser más incómodo, ¿Qué era eso?, ¿Una plática?, ¿O una investigación?, cada vez que conversaba con la psicóloga sentía que lo interrogaba por algo malo que hizo, como si fuera un criminal temiendo de la astucia de la detective ante sus actos impuros.
—Al parecer tu transtorno ha ido recuperándose, es un gran avance, tal vez fue una mala conclusión y simplemente era un pequeño indicio.
SungHoon se sentí frente a la mujer y se dedicó a mirar en escritorio, perdido en sus pensamientos no dejo de imaginarse lo ur seguramente dirían sus padres al enterarse, de que era lo que iba a pasar entre el y HeeSeung después de eso, que era lo que estaba haciendo y por qué era tan malditamente cobarde para encontrar soluciones rápidas, claramente, no era buena idea contarle a sus padres sobre eso, lo correrían de casa sin dudarlo un poco, y ni hablar de los padres de HeeSeung.
