HeeSeung siempre estuvo decidido a ocultar sus emociones detrás de una calida sonrisa siempre y cuando SungHoon estuviera a su lado.
O donde SungHoon tenía problemas mentales como un apego irracional a su sonrisa y le obligaba a sonreír hasta en mom...
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El tan esperado sábado llegó, SungHoon dejo que su madre eligiera su ropa nueva con ayuda de Jungwon y que el pequeño monstruo de su hermano se escabullera en las bolsas de compras en busca de algo "decente" supuestamente el Omega.
Una vez vestido SungHoon se notó un poco sorprendido por la habilidad de Jungwon en ese tipo de cosas, el menor había armado un elegante y gran conjunto con la ropa más fea segun todos, una camisa cuadriculada maron abierta y fajada sobre una playera negra junto unos pantalones negros de igual forma y zapatillas converse que no supo de dónde sacó el menor. Se miro al espejo un segundo, y notó que tal vez no era tan mala idea pedirle ayuda al pequeño Omega que ahora mismo se veía en su propio espejo, apreciando su nueva sudadera celeste.
Jay en cambio también salió de casa demasiado arreglado, alegando que saldría a la biblioteca a estudiar para un examen que todos desconocían, era extraño grandemente pero mientras hubiera menos gente en su casa a SungHoon le importaba muy poco que hicieran cada uno de ellos con su vida privada.
—Hyung se ve muy bien el día de hoy —espeto Jungwon, mientras cepillaba el cabello de su hermano mayor con sumo cuidado, ese era sin dudas uno de los únicos momentos de hermanos que pasaban juntos y eso hacia al pequeño muy feliz— parece un actor muy guapo.
SungHoon, un poco intrigado con sus palabras miro a sus pies, tratando de no mostrarse desesperado por irse a ver a un espejo y ver la manera en que lo habían arreglado hoy para poder ir a las tiendas no tan caras y comprar una que otra ropa similar que pudiera gustarle a HeeSeung.
Su menor siguió hablando cosas sin sentido un gran rato más, cepillando su cabello y esperando que el saldría con unos amigos a un lugar desconocido pero que mamá le había dado permiso, parloteando de igual forma que Jay parecía haber conocido a un o una Omega.
SungHoon quería más que nadie, controlar el temblor de sus manos, encontrar la razón por la cual su corazón estaba latiendo con dificultades y la respiración se le cortaba al asimilar que tendría una cita con el lindo de HeeSeung, era una sensación extraña, sentir hormigas en las palmas, tener ganas de morderte las uñas y desgarrar tu pecho para encontrar el descontrol de tu corazón.
—JungWon... —llamo, interrumpiendo accidentalmente las palabras del pequeño que se detuvo un segundo antes de volver a acomodar su largo y oscuro cabello— que las manos te suden al pensar en el y tú estómago se óptima, ¿es algo normal?, no, más bien, ¿es normal querer desgarrar tu pecho para encontrar su descontrol?.
El pequeño Won parpadeo unos segundos y después hablo.
—Me siento así todo los días hyung, no sé si es normal, pero al pasar el tiempo más que aterrarte, empiezas a apreciar los momentos en los cuales puedes sentirte así. —sonrio, SungHoon pudo notar de reojo las mejillas del pequeño colorarse—
—Vaya...parece que estuvieras en una relación o algo parecido.
