t

1.4K 55 7
                                    

Ya había pasado una semana desde que había conocido al señor Kim y mis piernas aún temblaban al sentir el olor suave de su colonia en el ambiente.

Aquella tarde me volvió a citar en la habitación 1324. La ventana permanecía cerrada tras las grandes cortinas beige y el aroma a sábanas nuevas era, cuanto menos, agradable.

Sentí la curiosidad de levantarme de la cama, en la que esperaba al señor Kim como él me había indicado, y asomarme tras aquellos grandes trozos de tela que caían ante los cristales. Desde aquella altura todo Seúl luciría de manera espectacular.

Sin embargo, mucho antes de poder siquiera mandarle a mi cuerpo realizar esa acción, mi jefe entró en el cuarto con otro de sus expléndidos trajes negros.

- Hola. - Dije un poco más alto que un murmuro, carraspeando después para aclarar mi voz.

La única respuesta que recibí fue la ignorancia completa, rotunda y absoluta de aquel hombre mientras se servía uno de los whiskeys más fuertes que jamás había visto.

Me quedé callada sin saber demasiado bien si debía permanecer quieta, irme, seguir sentada, desnudarme, masturbarme, hablar.

Se formó uno de esos largos silencios de medio minuto que tanto le gustaban a él y tanto me incomodaban a mí.

De pronto, se volteó aún con el vaso en la mano y apoyó su culo en la cómoda.

- Hola. - Repetí, esta vez levantándome del colchón. Al no oír respuesta de ningún tipo, mordí mi labio en un suspiro-. Hm, bueno... ¿Qué tal?

El señor Kim continuó con la vista fija en mí al mismo tiempo que en su boca entraba de un trago lo que quedaba de aquel líquido llamado whisky.

- ¿Has probado alguna vez el alcohol?

Fruncí el ceño al escuchar la pregunta y asentí muchas veces.

- ¿Y te has emborrachado alguna vez? - Le vi ladear la cabeza antes de que sus piernas comenzasen a llevarle hasta el lugar dónde yo me situaba.

Negué con sinceridad y retrocedí un par de pasos sin saber la razón.

- ¿Tienes miedo o estás nerviosa otra vez?

Me tomé unos segundos para responder.

- Estoy nerviosa.

Él continuó acercándose a mí hasta que mi espalda golpeó la pared.

- ¿No tienes miedo?

- ¿Por qué iba a tenerlo...?

- Me gustaría que algún día lo tuvieses.

- No lo entiendo...

Su boca se encontraba tan cercana a la mía que sentí el sabor del whisky en su aliento.

- No tienes que entender nada, solo tienes que obedecerme.

Tragué saliva para reprimir el impulso de lanzarme sobre sus labios.

- ¿No vas a follarme nunca...? - Musité con un hilo de voz al mismo tiempo que levantaba mi mirada hasta sus ojos.

El señor Kim no dijo nada durante unos segundos. Por un momento creí que había mandado todo a la mierda, pero no pude controlar mis palabras. No quería a ese hombre entre mis piernas, lo necesitaba. Necesitaba descubrir todas esas cosas con él. Me excitaba hasta limites insospechados y no podía dejar que esas diecinueve semanas, en aquel instante dieciocho, pasasen como polvo, como nada.

- ¿Tantas ganas tienes...? Cuanto más jóvenes, menos aguantáis...

Antes de que pudiese responder, su boca atrapó mis labios y su cuerpo empujó el mío de nuevo contra la pared. Acababa de darme cuenta de que todo había sido una prueba. Sin embargo, no pude pensar demasiado en lo estúpida que había sido. El beso que descargaba tan rápido y fuerte impedía que mi cerebro procesase algo más que sus dientes mordiendo mis labios y mi lengua.

Comenzó a quitarme la ropa deprisa. Tan deprisa que mis jadeos se volvieron más y más intensos en cada prenda que él tiraba contra cualquier lado de aquel cuarto. Su traje pronto cayó junto mi camiseta y mis vaqueros, mis bragas mojadas y sus boxers negros.

Me importaba realmente una mierda si me hacía daño. Solo quería sentir su polla dentro de mí como había imaginado a lo largo de los últimos días.

- ¿Cama...? - Pregunté en un tono bajo y tímido mientras sus dientes dejaban marcas por todo mi cuello.

Fue la primera vez que me sonrío. No vi como lo hacía, solo lo sentí en mi piel. Lo único que podría decir es que no era precisamente una sonrisa amable.

De pronto, me agarró del trasero y me levantó tan deprisa que tuve que detenerle con un grito.

- ESPERA.

Vi como fruncía el ceño.

Aquello no le había gustado.

Apretó mis nalgas con tanta fuerza que creí que terminaría por arrancarlas, algo que me hizo reprimir un chillido.

Estoy completamente segura de que si no hubiese gritado, él jamás habría parado.

- Qué.

- Condón. No llevas condón...

Noté la manera en la que mis mejillas comenzaban a enrojecer, más por la vergüenza que por el calentón.

- Y qué.

- ¿¡Cómo que "Y qué"!? No quiero ninguna enfermedad o terminar embarazada.

Por un instante olvidé cómo respirar.

Oh. Mierda.

¿Acababa de insinuar que mi jefe podría tener una enfermedad de transmisión sexual?

Es que quizás por eso había llevado el traje aquel día y...

El señor Kim me tiró al suelo de golpe antes de que mi cerebro procesase todos mis pensamientos absurdos. Solté un pequeño chillido de sorpresa al impactar contra el frío mármol.

Mi respiración se volvió completamente agitada cuando le vi colocarse sobre mí, acorrolándome, dejándome paralizada.

- ¿Aún sigues queriendo que te folle o sería violación?

Mis ojos se abrieron por completo y dejé que mis manos se posasen de manera institiva en su pecho a modo de barrera.

- En lugar de metértela por el coño podría metértela hasta la garganta.

Apreté los labios y tragué saliva, negando con la cabeza levemente.

- ¿Tienes miedo ahora?

Permanecí en silencio aguantando las lágrimas, sin embargo el temblor de mi cuerpo era algo imposible de ocultar.

- Vuelve a gritarme, a ordenarme o a desobedecerme y prometo que desearás no haber aceptado esto. Ahora lárgate antes de que puedas arrepentirte.

Entonces se levantó. Agarró su ropa. Entró en el cuarto de baño.

Yo, aún inmóvil en el suelo, con la vista fija en el techo, sentí la piel alrededor de mis párpados humedecerse por el caer de mis lágrimas.

~~~~~~~~~~~~~~~

Bú. Intenté actualizar por la semana pero no me sale escribir :( Yyy este capítulo lo empecé el lunes, lel. No me gusta demasiado, espero que a vosotras sí. Ya sabéis que me gusta cuando comentáis y tal, podéis darme vuestra opinión~

White hips; 19.Where stories live. Discover now