Empieza a ser mas sumisa.

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Me relaje bajo el agua de la regadera tenía que pensar como salir de aquí al menos para saber algo de mis papás, lloraba pero recordaba lo que le había dicho a mi madre... Yo no me voy a derrotar ante nadie y no lo aria, intentaría lo posible para salir de aquí.

- sal ya de ahí.- me habla Alejandro del otro lado de la puerta, ya había terminado pero estaba ida en mis pensamientos, cierro el agua y salgo, me enrollo en la toalla pero antes de abrir la puerta me miro en el espejo, me sonrió por que ya he llorado bastante y tengo que ser fuerte para irme de aquí.
Salgo del baño y voy al armario para buscar algo cómodo, no tacones por sí tengo que correr y no vestidos para no batallar. Me pongo unos pantalones negros ajustados...

- ¿que crees que haces?- me exalto buscando una blusa cómoda.

- me cambio, podrías largarte para hacerlo a gusto.- me tapo con los brazos y mis manos. Se acerca a mi con cara de enfado pero si no he echó nada ¿por qué esta molesto?
Me da un golpe en la boca y llevo mis manos a esta para cubrirme, frunzo el ceño molesta por su idiotez.
- ¡no he dicho nada!- levanto un poco la voz pero me hago pequeña dando un paso hacia atrás cuando vuelve a levantar su mano.

- vístete bien, ya no estas en tu casa.- se limita a decir, aaaa no... Ahora si me entra el coraje, me secuestra, me viola, me golpea, dice que "me quiere" pero no puedo vestirme como me gusta, ni hacer lo que me gusta, que se vaya al diablo, lo empujo y salgo de ahí.
- ¿a donde crees que vas?- me levanta la voz molesto.

- vete al demonio, me visto como quiero todavía que tengo que estar aquí a la fuerza no se que te hace pensar que voy a empezar a usar vestidos y tacones como toda una niña buena, jodete- me doy la vuelta pero me toma del brazo volteándome, me toma de la quijada con un poco de fuerza, intentó quitármelo de encima pero no lo logro, quiero golpearlo hasta hartarme.

- no vuelvas a hablarme así por que voy a darte tu merecido cada vez que lo hagas.- se quita su cinturón y me tira sobre la cama, me golpea una y otra vez a pesar de que grito no para, no se que lo hace reaccionar así pero me da miedo.
-vas a ponerte un maldito vestido por que ya no vas a ser la misma niña de la calle que antes- deja de golpearme y me giro para mirarlo con odio, yo nunca fui de la calle no era millonaria pero nunca me falto nada.

-¡yo no soy ni era una niña de la calle!- grito furiosa es lo más idiota que ha dicho.
-eres un imbécil.- grito harta de esto.

- te dije que no me hables así!- me grita el de vuelta, me levanta la mano pero se toma del cabello frustrado.
-quítate la ropa.- me ordena quitándose su saco.

-no.- hablo enojada y asustada.

-no lo voy a volver a repetir y a ti te conviene.-
-quítate la ropa- no que no iba a volver a repetirlo? se quita la camisa y yo estoy en shock, quiero obedecerle pero no puedo responder.
-¡te he dicho que te quites la maldita ropa!- me grita, me quitó el pantalón pero me quedo en ropa interior, estoy parada a un lado de la cama asustada, se sienta en la orilla y yo le veo la espalda, sube y baja lentamente está en bóxers.
-ven aquí.- dice sin voltear, no reacciono y se que no quiero ir.
-ven aquí!- levanta la voz.

Camino frente a el y toma mi mano jalándome hacia su cuerpo, mi pecho queda en su cara y respiro con dificultad, respira hondo y yo intentó calmarme.

-empieza a ser más sumisa.- me desabrocha el sujetador y lo quita tirándolo al suelo.

-no lo hagas.- susurro asustada.

- ¿que no haga que?- mi mirada se encuentra con la suya y mis ojos se llenan de lágrimas de nuevo.

-no lo se- levanto los hombros. Baja mis bragas y me da golpesitos en los tobillos para sacarlas de mis piernas, me abre las piernas y me mira de arriba abajo.

-eres tan hermosa y eres mía- me abraza y hace que me siente en sus piernas, siento su erección debajo de mi.
Besa mi pecho y me dan escalofríos, tengo miedo.

- por favor... Para- pongo mis manos en su pecho pero en un movimiento rápido estoy debajo de el.

-no me niegues nunca lo que es mío- me besa y cierro los ojos para distraerme de lo que esta apuntó de pasar.
Me besa el cuerpo y yo sólo imagino que es mi ex novia, sus manos acarician mi cintura hasta mi cadera cuando siento su respiración en mi entre pierna doy un pequeño brinco hacia atrás pero me sostiene de la cintura y pega su boca en mi bello púbico.
Una vez le dije a mi madre que quería depilarme y me dijo que el bello púbico es bueno pero que había depilaciones que no eran completas entonces llegamos al acuerdo de pagar las sesiones para dejarme sólo un pequeño triángulo y así lo hice.

-¡basta!- intentó quitármelo de encima pero levanta su mirada intimidante y quito mis manos de su cabeza dudando, mete su lengua entre mis piernas he intentó pegarle en la cabeza pero me arrepiento es inevitable, le pego en la cabeza y me mueve sólo un poco hacia un lado y me da dos nalgas volviendo a lo mismo.

- me encanta como hueles- se levanta un poco y yo suspiro aliviada.
Pero me dura poco la tranquilidad cuando baja sus bóxers.

- por favor, no- suplico, me mira con el ceño fruncido, esta completamente parado entre mis piernas.

- ¿no que?- levanta la voz.

-no lo hagas... No me violes- me hago bolita en la cama.

- ¡y como vas a entender que cuando te digo algo lo haces y te callas!- me grita.

- ya lo entendí.- lloro con mi cara escondida en mis manos.

- vístete- destapo mi cara y hago una media sonrisa agradecida. Se viste de nuevo tranquilamente y yo me quedo ahí tirada.
-¿que esperas?- me paro para arreglarme, levanto los pantalones y los doblo, busco un vestido agradable y lo encuentro, un vestido negro de flores rosas hasta la rodilla con unas chanclitas aunque no me gusta me veo bien.
-¿estas lista?- me ve de arriba abajo.
-ponte zapatos altos-

-no- me arregló un poco el pelo.

-¿disculpa?- pregunta, levanta una ceja con cara de asombro.

- de acuerdo- camino al armario y me da una nalgada no muy fuerte pero igual me duele y muerdo mi labio para no soltar un grito. Me pongo unos tacones beige, me resulta muy incómodo pero no puedo hacer problemas hoy intentare salir huyendo de dónde sea que vayamos.
- estoy lista- lo miro sentado en la orilla de la cama viendo el celular.

-estas tan hermosa- se para y camina hacia mi sonriendo, se ve lindo pero es el maldito diablo encarnado.

-¿a dónde iremos?- pregunto poniendo mi mejor cara, me ve extrañado pero agita un poco su cabeza y me sonríe.

- iremos a cenar al mejor restaurante de por aquí- me sonríe y me toma la mano, caminamos al auto agarrados de las manos y yo siento que me voy a caer con estos zancos enormes.
Maneja en silencio y la verdad yo no quiero hablar con el aunque hay muchas cosas que quisiera saber no tengo ganas de hablar.

- ¿y sí mejor no vamos?- digo con el ceño fruncido, me empiezo a sentir mal aunque la idea de huir sigue ahí.

- estamos a más de medio camino así que aguantate- me regaña, es un señor y odio que me den órdenes, siempre he hecho las cosas por mi voluntad y todo como yo quiero, nadie me juzga y quien lo hace no le doy importancia.

-ok.- voltee los ojos.

-¡hey!- grita, me asusto y volteó exaltada
-no vuelvas a hacer eso- me vuelve a regañar, volteó los ojos otra vez pero esta vez sin querer.
-te las estas ganando- me frunce el ceño.

-lo siento- me volteó viendo hacia la ventana.

- ven aquí- se estaciona enfrente del restaurante y me abraza.
- dame un beso- ordena.

- que asco- susurro

- tres...- le doy un beso y no me deja separarme y me besa a la fuerza.
- te quiero.- me da un beso en la frente y yo frunzo el ceño. Maldito loco.

Solo Para Daddy.Where stories live. Discover now