me doy por vencida.

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Ya no voy a pelear, claro que quiero ser libre, claro que quisiera irme y no volver a verlos pero ya estoy aquí, ya lo intente, ya me cansé.

-ven a desayunar Ruby.- escucho la voz de Alejandro pero ya se va a acabar la película y quiero terminar de verla.

- ya voy!- grito, de verdad quiero terminar de verla pero por el momento me niego a qué me vuelvan a pegar, mi trasero debe estar morado y duele. Me levanto del sillón para ir directo al comedor. Ahí estan los tres sentados cómodamente platicando.

- ven te estamos esperando.- dice Alejandro haciendo la silla de su lado derecho para atrás, quedó entre el y Samuel pero no quiero estar a lado de él, lo odio con todo mi ser.
No digo nada y me siento callada, empiezo a comer... Verduras con pollo y arroz, la verdad es que sabe muy bien, ellos platican sobre mi, sobre otras chicas, trabajo y yo termino de comer antes que todos.

-Termine- interrumpo. Los tres voltean a verme y Alejandro asiente.

-Ve a ver tele o a jugar, lo que gustes- me sonríe. Hago una media sonrisa ya que más da.

Extraño salir, odio estar aquí encerrada y me muero por un cigarro, en serio... Y tal vez algo más. Nunca he puesto atención, no recuerdo haber visto fumando a ninguno pero Dante puede ser que tenga, más por salidas y eso... No lo sé igual los revisaré a todos, le subo el volumen a la tele solo un poco y corro escaleras arriba para empezar a buscar, algo bueno debe de haber.
Empiezo por Samuel que es el más amargado.
Reviso los cajones y nada... Lo único que encuentro es un arma y la dejo exactamente como estaba.
Alejandro... Yo duermo ahí, definitivamente no hay nada, reso por qué pueda ser que Dante tenga.
Abro la habitación de Dante y empiezo mi búsqueda, una pequeña botella de tequila en su primer cajón, hay una caja de aluminio y TATAAAN! un solo cigarro ya había estado prendido pero es más de la mitad así que lo agarro junto con la botella y un pequeño encendedor, bajo corriendo con todo escondido y me siento en la sala como si nada, están en la cocina aún platicando, abro la puerta hacia el patio y lo primero que hago es prender el cigarro, que más da... Que valga la pena, me bebo la mitad de la pequeña botella de un trago y le fumo al cigarro.
Me siento en el suelo y me tomo la otra mitad.

-Ruby!- gritan.

-Mierda- me fumo el cigarro rápido, se que en cuanto me vean se irá todo al carajo y en efecto siento un fuerte golpe en la mano que aparte del dolor me tumbo lo último de mi cigarro, no digo nada.

- Que mierda te sucede?- me grita Alejandro.
- Cuál es tu puto problema?!- Está histérico y yo sé que no puedo parar lo que sea que vaya a pasar, me levanta a jalones del brazo y me empuja sobre la sala.
- Quítate la ropa y ponte en cuatro sobre el sillón, hazlo sin hablar, no quiero escucharte, sabes que la has cagado Ruby.-

Intento caminar pero entre el pánico y el alcohol tan deprisa, tropiezo y sin querer me río...

-que mierda?- me toma de los hombros y me pone frente a él, me mira los ojos y respira profundo.
- de dónde jodidos has sacado alcohol y tabaco!?- me grita.

-Dante- tartamudeo.

-Dante!! Ven acá!- grita hacia las escaleras.
-has lo que te dije, ahora.-
Se escuchan los pasos de Dante bajando y yo salgo corriendo a encerrarme en el baño.
-ven acá!- me grita. No pienso hacerle caso, no quiero que me pegue.
Escucho que discuten sobre por qué Dante tiene eso en su cajón si sabe que yo estoy aquí y blablabla... Los detesto a los 3 aunque solo estén 2.

- Sal ahora Ruby- habla tranquilo Dante
- hazlo por las buenas -

-no.- digo seca. No sé escucha ruido y estoy sentada en el suelo.

-voy por las llaves- escucho a Dante y de repente un fuerte golpe azota la puerta y se abre partiendose casi en dos. Mi pánico me deja paralizada y veo a Alejandro caminar hacia mi.

- yo...- tartamudeo, me toma del brazo, me para de un jalón y me carga en su hombro.
Me deja en el sillón de la sala, me quita la ropa a jalones y veo la escena que más me temo siempre, se quita el cinto de un jalón y me pone en cuatro sobre el sillón, no se que hacer al respecto, de verdad estoy en shock, siento el primer golpe con el cinto y grito, en seguida intento moverme pero vuelvo a sentir otro fuerte golpe. Yo sé que con esos dos tengo para tener el trasero morado.

-lo siento!- grito al sentir el tercer golpe, estoy llorando inconsolablemente. Me muevo a duras penas y me paro.
-por favor para- pongo mis manos al frente cuando Alejandro intenta acercarse a mi.

-no- me dice seco.
Intenta agarrarme y lo esquivo cuando de repente siento que me abrazan por atrás.

- Ya te has portado bastante mal, no crees? Me dice Dante al oído.

Alejandro me agarra y me lleva a rastras a su cuarto, estoy desnuda con el trasero morado con un loco con un cinto. Me toma de la cintura, pega mi espalda a su pecho y se saca el pene, solo empuja mi espalda hasta dejarme agachada y así parada sin más, me penetra, grito... Y grito de verdadero dolor.

-callate!- me nalguea.

- lo lamento- grito

-no ha sido suficiente... Nada ha sido suficiente contigo, no aprendes!- dice con los dientes apretados. Mientras entra y sale de mi con desesperación, con toda la intención de verme llorar.
Puedo sentir que termina y su cuerpo se suelta.

-eres una puta bestia! Ojala y todo tu teatrito se vaya a la mierda y a ti te jodan en la cárcel !!!- grito histérica, estoy harta, cansada, adolorida, triste y sola, estoy al borde del suicidio. Levanta la mano para golpearme pero lo esquivo.
-LO LAMENTO!- grito y me lanzo a la cama, me hago bolita debajo de las sábanas y lloro, espero un golpe pero no llega solo de repente se escucha un portazo y todo es silencio.

Estoy cansada y de verdad no sé cómo solucionar esto, no quiero ser su muñeca o lo que sea que crea que soy.
Quiero mi vida, mis padres pero no, abro los ojos y estoy aquí con tres putos desconocidos que me tratan cómo niña de 5 años y me cogen como si fuera puta.  No puede solo quitarme mi libertad y que no hagan nada. Lloro hasta que mis ojos se cierran solos.

Me levanto y me asomo por la ventana, que hora será, bajo por las escaleras y escucho voces Dante, Samuel y Alejandro están hablando, sobre mi.

- Como la hago entender?- pregunta  Alejandro.

- Por las malas no ha entendido pero no coopera- contesta Samuel.
-Tenla como debió de ser desde el principio, sabes que está aquí en contra de su voluntad y hará lo posible por irse... Encadenala y encierrala en el cuarto, no podra hacer nada que tú no veas.- sigue.

Están idiotas si creen que harán eso, me duele la cabeza y todo el cuerpo de hecho, volteo los ojos involuntaria mente, los odio con todo mi ser.

-Exactamente eso haré - dice Alejandro.

A no claro que no lo hara, abro la puerta y salgo corriendo, sea lo que sea.

-Mierda! Ruby!- grita Alejandro. Corro como loca, no se hacia donde voy, ni si voy a lograr algo pero ya que...

- Ya estoy harto de ti- me alcanza Samuel y me pone sobre su hombro.

-Por favor ya déjenme- pataleo y lloro. 

- Gracias por rectificar mi decisión - dice Alejandro cuando Samuel se lo topa de regreso.

-No... Por favor- suplico.- cuando pasamos la puerta. Samuel me baja y los tengo a los tres de frente, quiero llorar.

Solo Para Daddy.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora