intento de escapé

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Tenía miedo de salir del carro aunque quería huir eso me daba miedo, no quiero que me pegue, ni que me viole pero mi familia está aquí afuera y quiero saber si no les hizo nada, aunque se que no tengo oportunidad de huir para siempre, sólo quiero ver a mi madre y a mi padre.

- me llevarías a ver a mi familia y te prometo que no huiré- lo miro suplicante y el frunce el ceño.

-no.- dice seco
- ya no existen para ti, ni para nadie- sonríe con malicia, abro la boca con asombro, lo odio y lo odiare siempre si los lastimo.

-vete al carajo idiota.- lo miro enojada pero el no quita su mirada entré de asombro y enojo por mi vocabulario tan vulgar.

-si no quieres que aquí mismo te haga cerrar esa boca tan sucia, no vuelvas a hablarme así.- se limita a decir, volteó los ojos frustrada y siento como aprieta mi pierna para reprimirme.

-ya, lo siento.- bajo la cabeza indignada.

-bien.- me suelta y sale del auto, estoy apunto de imitar su acción hasta que abre la puerta por mi y me da su mano, la acepto sin rechistar y caminamos rumbo al restaurante.
Nos abre la puerta un señor grande con el cabello gris, ojos azules claro como el cielo asintiendo cuando pasamos, le sonrió con gentileza hasta que cierta personita tira de mi como si hiciera algo malo.

- en serio ¿no vas a llevarme con mis padres nunca?- no quiero que se moleste pero de verdad, si lo hace no intentare huir de nuevo pero necesito verlos.

- deja el tema de una vez, ya te dije que los he desaparecido.- aprieta mi mano con fuerza y me mira con los ojos ardiendo en llamas de furia. Lo miro a los ojos encarandolo.

- señor Alejandro, tanto tiempo... Pase- nos interrumpe una voz, bajo la cara molesta y triste por no lograr que se suavice conmigo. Caminamos detrás del hombre con traje.
- adelante, esta será su mesa- enseguida llega un muchacho tal vez de mi edad, tal vez unos 3 años mayor.
- el los atenderá.- nos entrega las cartas y nos sentamos frente a frente, miro al muchacho que se parece al hombre que nos abrió la puerta, ojos azul claro, labios carnosos y su cabello castaño.

- un gusto, yo los atenderé el día de hoy, mi nombre es Adrian ¿qué desean tomar?- sonríe hermoso enseñando toda su dentadura y yo admiro su belleza.

-yo quiero un tequila- le sonrió tiernamente mirándolo fijo, nunca he sido de ver a los hombres, mucho menos me habían parecido atractivos pero a el es imposible dejar de observarle, me siento extraña como si quisiera hablar con el horas y horas.

- un vaso de whisky- interrumpe mis pensamientos la voz ronca de Alejandro. O por dios... Acabo de ponerlo celoso. El chico asiente y se marcha no después de sonreír de nuevo.
-¿puedes no ser tan descarada?- me reprende molesto.

- ¿puedes no tenerme aquí en contra de mi voluntad?- sonrió victoriosa y mis ojos se llenan de lágrimas cuando siento su mano por debajo de la mesa apretando mi rodilla muy fuerte.

- si no te callas me veré obligado a tirarte sobre esta elegante mesa y cogerte hasta que me supliques que pare.- quito mi pierna de su agarre cuando el chico guapo se acerca con las bebidas.

- lo siento- tomo el vaso ya depositado frente a mi y bebo un sorbo para aclarar mi garganta.

- ¿que quieres pedir?- levanto mi mirada y sacudo la cabeza tomando la carta de nuevo.

- una ensalada con pollo- sonrió, me encanta comer ensaladas con limón y sal, me gustan mucho.

Alejandro levanta la vista como buscado al chico que enseguida llega con la misma sonrisa con la que se retira.
-¿ya van a ordenar señor?- pregunta sacando una pequeña libreta junto a una elegante pluma.

Solo Para Daddy.Where stories live. Discover now