Omar Courtz
Han pasado ya varios días desde que me dieron de alta y exactamente hoy tenia que salir ya que era invitado al concierto de Rauw Alejandro, ex de Amanda.
Me estaba alistando mientras tenía un phillie en la boca, hablaba con Amanda mientras.
—Mañana tenemos cita, Joshua
—¿De? —la mire con la ceja alzada.
—Ginecólogo
—Dale, estaré contigo por el día ya que por la noche tengo que volver al concierto de tu ex —hable mientras botaba el humo.
—Ay no, ¿te vas a poner con esas? A la verdad que te pones bien pendejo cuando fumas —salió del cuarto y reí.
—Disque pendejo yo —le di la ultima calada y lo bote por la ventana.
Me eche perfume, agarre la chaqueta y salí del cuarto para bajar las escaleras y tomar mis llaves del lambo.
—¿No te vas a despedir? —Amanda me jalo el brazo.
—¿No que me ponía pendejo? —me acerqué a ella pegándola a la pared.
—Joshua.. —me miro a los ojos.
—¿Joshua? —alce la ceja.
Se acercó a mi cara para besarme con desesperación, solté un quejido pero le seguí el beso de la misma manera o más, la cargué haciendo que enrollara sus piernas en mi cintura y la afirmé contra mi.
La lleve al sofá y la recosté allí para besar su cuello dejando marcas visibles mientras que ella jadeaba.
—Ups, debo de irme, ¡te amo! —salí corriendo mientras reia, desde afuera pude escuchar un "Joshua cabron".
Amanda Ortiz
Cuando salió Joshua me quede acostada en el sofá como buena pendeja mirando el techo y se me ocurrió llamar a mi mejor amigo; Hades.
Lo llame y le dije que trajera comida, dulces, bebidas y ect, era obvio que Hades iba a fumar al frente mío y yo me iba a antojar pero lamentablemente no puedo.
—¡Rubia!
Salí de la cocina y sonrei pero mi sonrisa se fue pal carajo cuando vi a Chimi, yo te juro que ese nene me sale hasta en las sopas chinas que me como cuando me dan antojos.
—Hola baby —sonrio Chimi— te trajimos pizza
—Si se, no sabía que venías —agarré la caja de pizza y la puse en la mesa mientras fulminaba con la mirada a Hades— cabron
—No tengo la culpa pendeja, mas respeto por favor —se ofendió y empezó a comer, normal en el.
Volví a entrar a la cocina y Chimi me siguió, me agarro del brazo y rápido me zafé.
—hey cabron ya para con tu jueguito de hacerte el más preocupado cuando Omar estaba en el hospital porque sabes bien que fuiste un maldito hipócrita, tú mismo lo amenazaste de muerte así que no me sorprende de lo que le haya pasado fue algo de tu gente.
—¿En serio Amanda? Chica, yo no tengo nada que ver con lo que le pasó a tu jevo, por dios Ortiz —rodo los ojos serio— ¿En serio piensas eso?
—¡Si Ángel, lo pienso!
Tensó la mandíbula y me miró totalmente serio, agarro mi cuello y me miro fijamente a los ojos.
—Mira chamaca, yo puedo ser de caserío pero no quiere decir que voy a hacerle algo a tu noviecito de la noche a la mañana, tampoco soy tan pendejo Amanda, si lo amenace pero eso no significa que fui yo
—Suéltame Ángel, suéltame y no me toques —golpee su mano.
—Eso no decías aquella noche, Ortiz—sonrió de lado.
—¿Que? —entró Hades, me cago en tu vida gris jodio caco.
...
