𝐂𝐀𝐏Í𝐓𝐔𝐋𝐎 𝟏

1K 110 32
                                    

La pelinegra dió otro sorbo a su café hirviendo, le gustaba la sensación de sentir su lengua quemar ante el contacto entre el liquído y su boca

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

La pelinegra dió otro sorbo a su café hirviendo, le gustaba la sensación de sentir su lengua quemar ante el contacto entre el liquído y su boca. A veces pensaba que podría ser un comportamiento psicópata, sonreía divertida ante el pensamiento y volvía a su trabajo.

Su trabajo era teclear en el teclado de su ordenador todo el día, era sobrina de un famoso diseñador de ropa, JYP se llama la empresa, la ropa era para la clase alta y comprado por influencer por todo el mundo, sin embargo, ella no pudo comer ningún pedacito de ese pastel, la metieron a rellenar informes todo el día y contestar reseñas sobre la marca, ayudar en el almacenamiento de las tiendas o a simplemente actualizar el sitio de web. ¿Para qué había estudiado diseño de moda, es tu pregunta? Pues ni ella misma lo sabía.

No se puede decir que la vida de Jihyo es un total desastre, por lo menos ya no vive con sus padres, aunque en su nevera el alimento principal es la cerveza y la comida mas presente es el arroz precocinado que solo hay que meter en el microondas para calentar, se podría decir que su vida es bastante saludable. Bueno, hay que mencionar que la mayoría de sus compañeros son hombres, eso simplemente lo vuelve a hacer todo miserable.

— ¿Cómo vas?— Una voz femenina y amable se hizo presente al oído de la pelinegra.

— Pues igual que siempre, rellenando informes.— La joven suspiró.

— Te traigo kimbap, por si quieres.— la castaña se acercó al escritorio de su contraria y dejó el alimento mencionado encima de este.

— Gracias Nay, eres un amor.— Jihyo soltó una suave risita y dirigió su mirada a la contraria. — ¿Cómo te fue en la reunión?—

— Como siempre, hombres de mas de 40 años mirándome, guiñándome, ya sabes como va eso.— La castaña supiró y se desplomó sobre su silla de escritorio la cual quedaba en frente de la de su compañera. — Bueno, al menos tengo a mi Jeongyeon y Ryujincita esperándome en casa para que me alegran el dia.— a la castaña se le iluminó un poco el rostro por aquel pensamiento.

— Eres suertuda, a mi no me espera ni un gato.— Jihyo dió un mordisco al kimbap que Nayeon le había dado.

— Porque no quieres, no me digas que no hay ningúna chica que tienes detrás, porque no me lo creo.— Nayeon le tiró una mirada molesta.

— Ay no tengo tiempo para esas cosas.— Jihyo suspiró y volvió a ver su pantalla.

— ¿Y de que te quejas?— Nayeon rió suavemente.

— No me quejo.— Jihyo acomodó su cabello detrás de su cabeza. — Simplemente lo menciono.—

— ¿Jisoo?— Una voz masculina se hizo presente y llamó la atención de su contraria.

— Hola tío. ¿Con qué le puedo ayudar?— la joven preguntó con la voz amable.

— Hay una reunión urgente. ¿Puedes asistir?— el hombre habló serio.

My Sweet Strawberry || SAHYODonde viven las historias. Descúbrelo ahora