𓆩♡𓆪 || ❛ Sana, quien desde que cumplió 18 años se dedica a vender su cuerpo es fichada por Jihyo, una hija solitaria de padres ricos. Ambas tienen sus problemas pero parecen encontrar la paz estando juntas. ¿Qué pasará si hay varios factores, o pe...
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La coreana suspiraba levemente al ver toda la documentación en su escritorio, la nueva CEO de JYP recién se enteraba de todo el trabajo que iba tener que recuperar, su tío le había dejado toneladas de papeleo y su secretaria, Sunmi, se lo había empezado a explicar.
— ¿Jihyo?¿Aún me escuchas? — la pelinegra la miraba cuestionando la atención que le estaba prestando.
— Si Sunmi...— la coreana frustrada contestaba con una sonrisa fingida.
— Mira linda, yo entiendo que es mucho trabajo y es agobiante todo este papeleo acumulado... ¿que tal si tomamos un descanso?— la pelinegra sonrió amablemente.
— Sería muy amable.— Jihyo le sonrió al notar que Sunmi le entendía, la mujer conoce a Jihyo desde que era pequeña y cuando la chica visitaba a su tío con sus padres.
— ¿Que tal una horita?— Sunmi se alejó de su escritorio a la puerta. — Así comes algo y puedes re ganar fuerzas para seguir.— la mujer de unos 40 años llevaba la misma sonrisa en el rostro que antes.
— Está bien Sunmi, gracias, nos vemos luego...— Jihyo le sonrió y acto seguido la mayor salió de la oficina.
Jihyo volvió a mirar todo el papeleo que tendría que revisar en su escritorio. ¿En qué momento había acabado en esta situación? No podía negarse, su tío confiaba en ella y sus padres estaban demasiado orgullosos como para que Jihyo niegue la posición que ha heredado.
Unos toques en la puerta de Jihyo la sacaron de su trance. — ¿Si?—
La puerta se abría mostrando la silueta de la castaña que Jihyo reconocía enseguida. — ¡Tzuyu!— la coreana le acomodaba nuevamente los cabellos que había revuelto por frustración.
— ¿Hola linda, como estas?— Los tacones rojos que combinaban con el vestido apretado que traía, resonaron en el espacioso cuarto de la oficina. — Te traigo un café, un pàjarito me contó que te gustan los caramel frappé's así que fui al Starbucks de la esquina para comprarte uno.— Tzuyu le ofrecía una amable sonrisa.
— ¡Oh! ¡Qué detallista!— Jihyo sonrió amablemente y recibió el frappé y le dió un largo sorbo. — ¡Wah~ increíble!— Jihyo se recostó en su silla.
Tzuyú sonrió suavemente ante la reacción de la coreana y cerró la puerta.
— ¿Cómo va tu trabajo jefa?— la castaña habló con un tono divertido.
— Mal...— Jihyo rió suavemente y dejó su frappé en la mesa para quitarle la tapa y comer un poco de la nata que trae la bebida. — ¿No ves todo el papeleo?—
