𓆩♡𓆪 || ❛ Sana, quien desde que cumplió 18 años se dedica a vender su cuerpo es fichada por Jihyo, una hija solitaria de padres ricos. Ambas tienen sus problemas pero parecen encontrar la paz estando juntas. ¿Qué pasará si hay varios factores, o pe...
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Nayeon tecleaba en su teclado, la pantalla iluminaba su rostro y cerraba los últimos archivos que tenía abierta sobre la pantalla principal del ordenador.
Eran ya las 7 de la tarde y la castaña había estado todo el dia llamando y rellenando la agenda de Jihyo después de que esta la declarara como su nueva secretaria y Sunmi decidió hacerse ama de casa.
Pulsó el botón para apagar su pantalla y se levantó de su silla.
Pero no pudo evitar echar un sútil vistazo a la puerta entreabierta de la oficina de Jihyo, había una luz encendida aún, probablemente la luz que prevenía de la pequeña lámpara en su escritorio.
Ya pasaron 2 semanas desde que Sana se fue a Japón y lo que le extrañaba es que Jihyo no había ido a buscarla, pero si notaba que desde entonces, Jihyo pasaba el dia y a veces la noche encerrada en su oficina, haciendo a saber el qué.
La castaña no pudo evitar preocuparse por su mejor amiga, a Jihyo le disgustaba bastante estar mucho rato en la oficina así que no entendía su repentina pasión por su trabajo.
Se acercó unos pasos y miró adentro, sonrió suavemente al ver a la azabache recostada con su rostro sobre su mano en su escritorio, se había quedado dormida.
Nayeon tranquilamente se acercó a su mejor amiga y le acarició suavemente el brazo. — Jihyo~ssi.— la castaña susurraba.
Jihyo no tardó en despertarse y se asustó un poco al ver a la coreana.
— ¿Tan guapa soy?— Nayeon preguntó divertida.
— ¿Eh?— Jihyo no entendía lo que estaba pasando.
— Pues se asustaste en que me viste? ¿Acaso soy tan guapa que te sorprende ver tanta belleza de repente?—
Jihyo golpeó el brazo de Nayeon suavemente, esta ya se estaba riendo a carcajadas.
— ¿Que tal si te llevo a casa eh?— Nayeon sonrió suavemente peinando el cabello de la contraria.
— Esta bien deja que apago-...— en cuanto Jihyo encendió su pantalla sus mejillas se pusieron rojas, la imagen del ordenador era clara, dos chicas desnudas en pleno acto sexual.
— ¿Jihyo?— Nayeon preguntó con el ceño fruncido.
— ¡Esto no es lo que parece!— La coreana intentó cerrar la pantalla rápidamente.
— ¿Jihyo estas mirando porno denuevo?— Nayeon preguntó ahora seria. — Hablamos de esto.—
— ¡Te dije que no es lo que parece Nay! — Jihyo comenzó a agobiarse.
— ¿Desde cuando volviste a esto? Sabes lo que hacen esos videos contigo, no es bueno para tu adicción.— Nayeon la regañó.
— ¿Lo estoy controlando si? ¡Solo olvídalo!— Nayeon le agarró del brazo en cuanto Jihyo se levantó y queria irse.
