𝐂𝐀𝐏Í𝐓𝐔𝐋𝐎 𝟔

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La coreana miraba con ansiedad a la pantalla de su celular, sin notificaciones, ningún mensaje de ella

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La coreana miraba con ansiedad a la pantalla de su celular, sin notificaciones, ningún mensaje de ella. Sana no le había hablado en toda la noche.

Agarraba su cabello con frustración. ¿Había sido demasiado dura con ella?
¿La rubia no sentía lo mismo que ella?

Jihyo sentía mucha necesidad de ver a la japonesa, sin embargo, su orgullo le ganaba y no le enviaba ningún mensaje para salir a algún lado juntas y poder verla. La coreana suspiró y se sentó recta contra el respaldo de su cama, dejaba el celular en la mesita de noche y se frotaba la cara con las manos.
— No has hecho nada mal Park, ella no puede jugar asi contigo.— se decía a si misma para justificar sus actos.

Se puso las pantuflas rosas y se dirigía al baño para lavarse los dientes. Se miraba en el espejo un par de veces y se quejaba con un "ash" al ver las marcas rojas y moradas en su cuello. Tzuyu definitivamente había dejado claro que la coreana estaba bajo su control y que no quería compartirla.
Escupió la sustancia que tenía dentro de la boca en el lavamanos y se limpió la cara con agua.

Iba salir del cuarto de baño cuando notó que la bata roja transparente, aquella bata que colgaba siempre detrás de la puerta del baño, había desaparecido.
La coreana frunció el ceño y decidió ir en busca de él, sin embargo, no tuvo que ir muy lejos para encontrarla.

En cuanto bajó a la cocina espaciosa se encontró con la taiwanesa la cual efectivamente traía su bata roja transparente, mostrando nuevamente cada curva y detalle de su hermoso cuerpo a tráves de la tela transparente de la prenda.

— ¿T-Tzuyu?— un poco más y a Jihyo se le caía la saliva de la boca, una reacción que a la taiwanesa le entretenía demasiado.

— ¿Que pasa linda?— la taiwanesa preguntó. — Casi estas babeando.—

— Es que tú, e-en mi bata, y y-yo...— la coreana fue callada por los labios de su contraria.

— Ya sé que me veo espectacular.— La castaña rió divertida — ¿Pancake?— mostró el plato con comida que ella había preparado para la azabache.

— Oh, no gracias, debo de ir a trabajar.— Jihyo sonrió nerviosa.

— No te preocupes mi amor, ya llamé para decir que la CEO estaba enferma.— la taiwanesa la agarró del rostro denuevo.
— Así tenemos tiempo de sobra para volver a comernos enteras.— la castaña sonrió de lado.

— Eres jodidamente increíble Zhou.— Jihyo habló para acto seguido pegar sus cuerpos.

— Jihyo habló para acto seguido pegar sus cuerpos

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My Sweet Strawberry || SAHYODonde viven las historias. Descúbrelo ahora