My Sweet Strawberry || SAHYO

𝐂𝐀𝐏Í𝐓𝐔𝐋𝐎 𝟏𝟔

La rubia se encontraba con los ojos cristalinos mirando a aquella persona que en tantos años no había visto.
Su cigarrillo ardía entre sus dedos mientras se quedaba mirándola, pensaba que su vista la estaba engañando, pero una dulce voz la sacó de su estado incrédulo.

— ¿Cariño, vas a entrar?— La azabache salió de la casa y se paró al lado de la japonesa mientras miraba su expresión y miraba confusa a la persona desconocida.
— Perdona, ¿quien es usted?— Jihyo pregunta.

— Hola, soy Minatozaki Mina, hermana pequeña de Sana.— La castaña hacía una reverencia y sonrió con dulzura a la coreana.

Finalmente Sana la atacó con su cariño y se aferró a ella, abrazándola con fuerza.

— ¡Minari! ¡Te he extrañado tanto!.— Lloraba la rubia entre los brazos de su hermana pequeña.

— Y yo a ti hermana, no tienes idea de cuánto tiempo estuve buscándote...— ahora Mina comenzó a sentirse sentimental, pero estaba demasiado feliz como para dejar que sus memorias la atormentaran.

— ¿Mamá y papá te dejaron buscarme?— Sana la miró atenta. — No te estarás metiendo en problemas con ellos.—

— No no, no te preocupes linda, mamá y papá se piensan que ando de viaje de negocios, no saben que en realidad vine para buscarte.— La castaña le acarició el cabello a su hermana. — Verás, he graduado de la universidad con mi licenciatura de profesora de primaria y conseguí trabajo rápido, ahora mismo estoy de viaje aquí para conocer el sistema educativo aquí y... vi la oportunidad perfecta de ir a buscarte.

Sana se abalanzó sobre su hermanita pequeña. — Te extrañé tanto Minari.— Sana esnifeaba suavemente.

— ¿Tia? ¿Ya vamos a leer un cuento?— La pequeña japonesa de coletitas castaños salía de la casa en sus pantuflas de conejo.

Jihyo rápidamente la agarró en brazos y besó su frente. — Tu tia Sana está hablando ahorita con su hermana, si quieres yo te cuento un cuentito pequeña.—

— Quiero tía Sana, hyochita.— Sakura hizo un puchero al cual Jihyo contestó con la misma expresión facial.

— ¿Ya no me queri?— la pelinegra preguntó fingiendo tristeza.

— Si te quiero, mucho muchito! Fresita— y la pequeña se aferró al cuello de la coreana mientras soltaba una pequeña risita.

— Entonces ustedes dos se conocieron...— Mina mantenía su copa de vino entre sus dedos de porcelana.

— En un bar, un bar famoso en el centro de la ciudad, ¿verdad que si mi amor?— Sana miró a Jihyo alzando las cejas, haciendo saber que quería que le siguiera el cuento.

— ¡Si! Y había mucho ruido y pues habíamos tomado bastante las dos.— Jihyo sonrió mientras miraba a Sana.

— Y así nos enamoramos.— Sana rió nerviosa.

— ¿Y la niña?— Mina frunció el ceño curiosa.

— Pues tenía una mejor amiga, ella lamentablemente falleció hace unos días y bueno, me puse a cargo de su niña porque no quería que le pasara nada a la pobre Sakura.— Sana explicó con un punzante sensación en el pecho.

— ¡Eso es increíble hermana!— La pelinegra recalcó emocionada. — Serás una gran madre algún día.—

— Lo mismo te digo Minari... ¿oye, que tal con mamá?—

— Cada día un poco mejor, se recuperó ya totalmente de su cáncer y está viviendo como antes denuevo.— Mina tomó un sorbo de su copa.

— Me alegro de saber eso a pesar de lo que pasó entre nosotras.— la rubia bajó la mirada triste al recordar aquel día que su mamá la echó de su hogar.

Jihyó sintió una repentina vibración en sus pantalones, prevenía de su bolsillo y rápidamente vió de qué se trataba.

— Perdonenme chicas, debo atender esta llamada.— Jihyo se levantó y se dirigió a la cocina. — ¿Hola?—

— Hola cariño, venía a informarte de que me debes dinero.— la voz de la castaña dejaba a la coreana con ganas de vomitar, las náuseas por culpa de la rabia nublaron su vista un poco.

— Yo no te debo ni un céntimo Tzu — Jihyo le respondió con un notable enojo.

— Claro que sí, ¿sinó cómo pagaras al hombre que tiroteó las calles de Ahyeon-dong?— La taiwanesa pronunció con tranquilidad.

— ¿Qué?— Jihyo se apoyó contra la encimera de la cocina. — ¿Tzuyu qué dices?—

— Eres cortita cariño. Tu pagaste a un asesino para que fusilara en un barrio pobre, bueno, así saldrá en los periódicos si no me das el dinero para pagarle.— la castaña volvió a hablar en el mismo tono tranquilo y despacio. — ¿Qué pensará la gente de tu empresa Jihyo?¿y tu familia?—

Jihyo sintió como se formaba un nudo en la garganta y que su oxígeno se terminaba con cada vez que trataba de inhalar.

— Asi que será fácil Hyo, o dejas a Sana y  Sakura en paz y te casas conmigo, o el mismo asesino que fusiló a tu amiguita hará lo mismo con tu noviecita y la niña.—

— ¡No puedes hacer eso!— Jihyo dijo molesta.

— Puedo hacer lo que se me da la gana, te espero en casa mi amor, tienes hasta mañana por la noche para decidirte y marcharte lejos de ellas. Te amo.— La línea se cortó y los ojos de la coreana se cristalizaron.
Por fin que la estabilidad volvía un poco en ellas, en las vidas de ambas, se le vino el mundo encima.

¿Cómo le iba contar a Sana que ya no le amaba en cambio para poder salvarla?

MIS CHIQUIBABYYYYS!! APROBÉ MI EXAMEN PRÁCTICO DE MANEJAR Y YA PUEDO IR EN MI PROPIO AUTO IIIIIH! Bueno, perdonen por estar ausente pero estos días fueron muy intensos y con mucha nerviosidad así que no me dió inspiración para escribir y todo eso, pero ya volví asi qué todo bien!!

Espero que hayan disfrutado el cap

30 estrellitas y actualizo <333