•Atado• |Katsudeku| [FINALIZADA]

Capitulo 35: Destinado a algo.

[Pasado]

Después de que se revelará mi segundo género, Mitsuki no paraba de buscarme, poniendo excusas para tratar de tener una conversación conmigo y yo por supuesto la rechazaba. Porque yo sabía que todo esto se debía a que yo ahora era un Alfa.

¿Cual era la razón? Me preguntaba.

Recordé entonces los estereotipos de los géneros secundarios y su rol en esta sociedad, si era Alfa sería un orgullo para familia, ya que "Los Alfas son las personas más importantes, debido a que son más inteligentes y fuertes que los demás" que porquería.

Luego vino otra duda, si yo era un Alfa.. ¿Tenía que buscar a un Omega?

¿Una pareja? Eso me ponía nervioso y me hacía ruborizar.

Nunca tuve un ejemplo de lo que es una pareja de enamorados.

Cuando veía a mi padre me preguntaba si era feliz. Miraba a otras parejas, eran amorosas y demostraban su amor con pequeños gestos en público, pero mi papá y Mitsuki no lo hacían, siempre estaban peleando o ella le decía que hacer a él y él lo hacía, parecía más una relación de jefa y empleado. Yo sabía que ellos se conocieron debido a que él era su secretario y con el tiempo se convirtieron en pareja.

Pero eran ¿Una pareja real?

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"¿Por qué las personas se enamoran?"

"No, pero hablando enserio ¿Por qué las personas deciden enamorarse? ¿Por cual motivo? ¿Y por qué de esas personas?"

"¿Y yo cuando me enamorare?"

Son preguntas que tenía en mi mente, cuando ya no pude más con mi curiosidad, decidí buscar respuestas.

Estaba en mi habitación jugando con mis cubos a construir una gran montaña mientras Nana me ayudaba.

Era el turno de ella de colocar el último cubo en la cima, y cuando estaba por hacerlo recordé lo que le quería preguntar desde hace días.

- Mamá ¿Alguna vez te enamoraste?

Pregunté con inocencia, de repente Nana se puso nerviosa y toda la torre de cubos caya al suelo, Mamá se quedó inmóvil mirando la torre ya destruida.

- Ay.. ¡Mamá! Dejaste caer la torre - dije haciendo un berrinche, trate de aparentar molestia, sin embargo note como Nana no dejaba de mirar la pila de cubos que yacían en el suelo - ¿Mami? Está bien, podemos hacer otra torre ¡Esta vez una más grande! ¡Que llegue hasta el techo!

Dije entusiasta, pero ella parecía no haberme oído, tardo un poco en volver a mirarme, después de unos minutos su mirada otra vez fue la misma de siempre, pero se le notaba algo de tristeza, tanto en su mirada como en el aire de la habitación.

- "¿Enamorarse?" "¿A-amor?" Katsuki ¿Quien te enseño esas palabras? - dijo Nana algo preocupada.

- Los niños de mi clase dicen esas cosas, sobre el amor, las parejas y esas cursilerías - solté con asco.

- Oh.. pues.. aún eres pequeño para hablar de eso. Te lo explicaré cuando seas más grande y-

- ¡No! ¡No mamá! ¡Quiero saberlo ahora! ¡Pero ahora, ahora! - grite molesto, porque era un cachorro mimado.