•Atado• |Katsudeku| [FINALIZADA]

Capitulo 38: La verdad duele.

¿Dónde está Nana? Eso quería saber.

Mitsuki me miró sorprendida. Seguramente nunca espero que yo le llegaría a preguntar algo como eso. La verdad es que hara la primera vez en mucho tiempo que volvía a preguntar por Nana, después de tantos años.

Ella se levantó de su asiento.

- ¿Por qué quieres saber sobre ella? - me preguntó todavía aturdida por mi pregunta.

- Quiero saber sobre ella, dónde está, lo que a sucedido en su vida. Quiero saber todo - fui sincero y serio con mis palabras esto era un asunto muy importante para mí.

- Que estupideces dices Katsuki - se enojo. Lo noté por su horrible tono de voz - Ya te lo dije, conoció un Alfa y se fue con él, seguramente formaron su propia familia o algo. Eso ya no importa.

- Si importa. Yo quiero saber, verla a ella, ver a su Alfa y a sus.. - suspiré - hijos.. - todo esto era muy doloroso para mí, pero debía aparentar ser fuerte.

- "quiero" "quiero saber" esto, esto y aquello. Estoy arta de sus demandas. Entiende, ella se fue Katsuki, no le importabas, lo mejor que puedes hacer ahora es olvidar el pasado y concentrarte en tus obligaciones.

- ¿Obligaciones? ¿Otra vez vas a seguir con el tema de la empresa? Que estupidez.

- Katsuki - reprimió su enfadado - Es suficiente..

- ¿No me dirás nada, verdad?

-...

- Está bien.

Me di la vuelta y salí de su oficina. Apreté con mucha fuerza la manija de la puerta. Estaba molesto. Pero no me iba a dar por vencido.

"Haré las cosas a mi manera"

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Me decidí encerrar en mi habitación. A la mañana siguiente permanecí al lado de la ventana. Esperando. Muy pronto Mitsuki se iría de la casa, a esta hora ella siempre se dirigía a la compañía y volvía en el horario de la tarde. Siempre tan puntual. Finalmente la vi salir de la mansión y subirse a su auto. Era mi oportunidad.

Salí de mi cuarto. Trate de no llamar mucho la atención, pero de todos modos termine encontrándome con alguien. Mi padre.

- ¿Katsuki? ¿Que haces despierto tan temprano? Es sábado.

- Me desperté temprano, eso es todo. Iré a comer algo a la cocina - trate de actuar natural. No quería que hiciera tantas preguntas.

- Oh, está bien hijo. Si necesitas algo estaré en mi oficina.

- Si, si, claro. Gracias - logre alejarme lo suficiente y seguí con mi camino.

Me asome por la puerta de la cocina, solo habían dos empleados barriendo, como siempre, los salude con una ligera inclinación de cabeza, mientras ellos seguían hablando, yo simulaba estar buscando algo para comer, aproveche una distracción y me acerqué a un mueble del lugar, abrí una puertita, y me encontré con muchas llaves colgadas. Ahí era el sitio donde guardaban las llaves de todas las habitaciones de la mansión. De esa manera podían limpiar dónde fuera y el personal era de confianza, por eso no había problema. Identifique la llave de la oficina de Mitsuki y la tomé. La escondí lo más rápido que pude en mi bolsillo y salí de la cocina.