003 | Mi Primera Vez

2.8K 94 1
                                    

—¿Sexo? —repitió Rose.

—Sí, sexo.

—¿Vas encerio? —preguntó, ironizando.

—¿Me darás consejos o sólo te burlarás de esta pobre Virgen María? —reí.

—Bien, si realmente quieres un consejo, yo te diría que al menos pierdas tu virginidad con tu novio antes de coger con una persona completamente extraña. Pero aún así..—apoyó su mano en la mía, sarcástica—. Sabes que tienes mi apoyo en cualquier decisión que tomes.

—No lo hemos intentado, por ahora.
Bueno, hemos estado apunto de hacerlo, es sólo que.. tengo miedo.

Llorona.

Cállate, conciencia.

—Si realmente quieres esas tutorías, si yo fuera tú comenzaría a acostumbrar mi cuerpo —bromeó.

—Ey! —golpee su brazo.

Tal vez tenía razón. Tal vez debía intentar hacerlo con Nick y perder aquél miedo que me lo impide.
Me quedé unos minutos más con Rose en el parque el cuál nos encontrábamos, para luego marcharme de allí y dirigirme a mi casa. Debía alistarme.

Cada sábado iba a cenar en casa de Nick con sus padres. Solemos cenar spaghettis con salsa.
Me pregunto si podría aprovechar la oportunidad para que, al fin, ambos tengamos sexo luego de dos meses de relación.

Nick pasaría a buscarme a las 8:30, lo que indicaría que me quedan unos veinte minutos para alistarme.
Me vestí con un overol color blanco, una remera negra, corta, y unas converse negras.
A los segundos de terminar de alistarme, logré oír una bocina fuera de casa. Sonreí, tomé mi bolso, me coloqué perfume y bajé rápidamente.

Nick estaba muy atractivo, cómo siempre.
Llevaba unos pantalones negros, suelto, con una camisa blanca y su cabello algo despeinado. Nos saludamos, con un beso en los labios y subimos a su auto.
En minutos, llegamos a casa de Nick, lo cuál era de esperarse que su madre, Patricia, me esperara con ansias en la puerta.

—Mía! —expresó Patri, exaltandose de la emoción.

—Buenas noches, Patri —saludé a Patricia con un beso en la mejilla, sonriente.

—Estás hermosa —comentó Patri, sonriendome y dándome lugar para entrar a su casa.

—Muchas gracias, Patri. Tú también luces espléndida! ¿Te has cortado el cabello? —comenté, divertida.

—Lo has notado! Nick tardó horas en motarlo —rió.

—Hola, Mía —saludó su padre, Gregory.

—Buenas noches, Greg! ¿Cómo te encuentras? —sonreí, saludandolo con un beso en la mejilla.

—Muy bien, y tú? —respondió, sonriente.

—He estado de maravilla —respondí amable.

Ayudé a Patri a colocar los platos y los vasos. Nick colocó los cubiertos.
Al sentarnos todos a la mesa, Patri comenzó a servirnos los spaghettis que, cómo siempre, estaban esquisitos.

—Cuéntanos sobre las clases, Mía. ¿Cómo te están yendo? —preguntó, Gregory, con una sonrisa.

—Pues, bien..—reí.

—Tiene que ir a tutorías —comentó, Nick.
Golpee su pierna por debajo de la mesa.

—¿Tutorías? —preguntó, Patri.

—Sí, bueno... He estado descuidando mis estudios estos últimos meses, pero voy a estar concentrada de nuevo. Las tutorías me ayudarán.

Comencé a sentir una mano apoyarse en mi muslo derecho.
Miré rápidamente a Nick y la quité. Estaban sus padres.

Las Tutorías Prohibidas ©Where stories live. Discover now