013 | Un Secreto Y El Tatuaje

1.1K 81 15
                                    

Podría haber dormido un poco más, pero mi madre decidió azotar la puerta para abrirla, mientras hablaba divertida y en un tono bastante alto.

—¡Buenos días solcito! —ella dijo, mientras caminaba hacia mí con una sonrisa.

Me senté en mi cama, mientras me refregaba los ojos con mis manos.

—Buenos días, Mamá —hablé adormilada y la miré mucho mejor cuando pude abrir bien mis ojos— ¿Estás bien?

Ella se había quedado inmóvil en la puerta, mirando a mi derecha.
Giré un poco mi cabeza hacia la dirección en la que ella estaba mirando y definitivamente me había olvidado de que Luke se había quedado a dormir conmigo.

Abrí mis ojos de par en par, mirándola nerviosa.

—¿Ese es Nick? —ella preguntó.

—N-no, mamá.

Arrugó su ceño, cruzándose de brazos.

—Mía Jones, ¿Puedes explicarme quién es ese chico y porqué no me has avisado que lo traerías?

Sabía que estaba enojada cuando me hablaba por mi nombre y apellido.

—E-el es Luke, Mamá.

Giré nuevamente mi cabeza cuando logré notar que Luke se estaba despertando. En silencio, se sentó en la cama, estirándose.

—Buenos días, Mía —hablaba ronco, refregandose un poco sus ojos con pereza—. Mierda, te ves linda cuando recién te despiertas —dijo Luke, sonriendo adormilado mientras me miraba.

Apreté mis labios, llevé una de mis manos a su pierna y pellizqué con fuerza su muslo al ver que no notaba la presencia de mi mamá. La señalé con mis ojos para que la notara.

Él giró suavemente su cabeza en dirección a la que le señalé y abrió sus ojos.

—H-hola —tartamudeó.

Era algo raro escucharlo tartamudear, pero sonaba tierno.

—Buenos días, joven —ella seguía con su seño fruncido—. ¿Cómo te llamas?

—Soy Luke, amigo de su hija.

Él contestó, pero giró su mirada hacia mí y me guiñó un ojo levemente. Codee su brazo.

—Mía, ¿Puedo hablar contigo? —dijo mamá.

—Claro —tragué saliva.

Entendía que mamá estuviera enojada. También me alteraría si viera a mi hija con alguien que no me haya presentado aún.
Me levanté de la cama, le dí una última mirada a Luke y me acerqué a mi mamá para salir de la habitación por completo.

—¿Porqué no lo has presentado? ¿Desde cuándo son amigos?..

—Mamá.

—..¿Qué pasó con Nick?

La miré a los ojos luego de escuchar su pregunta. Apreté mis labios, forzandome para no comenzar a llorar de nuevo.

Dí un gran suspiro y hablé:

—Nick me dejó —dije.

Ella dejó de fruncir su seño y ví cómo poco a poco su rostro se tornaba de una expresión de enojo a una de pena y tristeza.

—Oh, hija —ella se acercó a mí y me abrazó—. Lo siento mucho.

Hundí mi rostro en su torso, cerrando levemente mis ojos.
No quería recordar aquella última pelea que tuvimos. Aún me sentía afectada por ello, no es que lo olvidaría de un día al otro.

Las Tutorías Prohibidas ©Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora