Las Tutorías Prohibidas ©

008 | La verdad

No había visto a Luke en todo el día. No quería pensar que me estaba evitando por lo ocurrido ayer.

Se suponía que hoy teníamos tutoría, pero decidí faltar a ella. No se me había hecho un problema ya que Rose me dijo que lo había visto salir de biblioteca con una chica.
Parece que estaba ocupado.

Estuve pensándolo, luego de salir de clases, y había decidido recientemente en que Nick y yo teníamos que hablar sobre nuestra relación. Al menos él se estaba comportando demasiado raro conmigo en éstos últimos días.

Tenía la leve sospecha de que Nick me estaba ocultando algo muy grave.

Marqué a su número. Luego de dos pitidos, al fin descolgó el teléfono.

—Hola, nena —casi podía ver una sonrisa por el tono en el que me habló. Supongo que no recordaba lo de ayer.

Nisiquiera me llamó las horas restantes luego de nuestra discusión, comportándose con reencor.
Había estado pensativa en toda la noche.

—Hola Nick —no sonreí. Miraba las paredes de mi habitación.

—Ahora que estamos...bueno, hablando.. —hizo una pausa. Intentó hablar pero lo interrumpí.

—Nick, debemos hablar.

Hubo un pequeño silencio.

—Dime.

—Te has estado comportando algo peculiar conmigo.

—¿Es la razón por la discusión de ayer? —preguntó en un tono frustrante.

Tragué saliva.

—Sí.

—Espérame un poco más y te lo diré todo.

—He esperado mucho tiempo, Nick —dije, aguantándome las ganas de alzar mi voz.

—Entonces aguanta un poco más.

Respiré profundo.

—¿Qué es lo tan misterioso que me escondes, eh? —me levanté de mi cama bruscamente, paseándome por al rededor de mi habitación.

Él no contestó. Sólo lograba escuchar un ruido, cómo el de un movimiento brusco, hasta que escuché un suspiro de su parte. Muy grande.

—Contéstame, Nick.

—¿Podemos vernos a las cinco, en el parque? —preguntó.

Me quedé quieta en mi lugar unos segundos, pensándo.
Contesté.

—Está bien.

(...)

Mientras caminaba hacia el parque, me convencía a mí misma de que Nick iba a ser completamente abierto y honesto conmigo, cómo lo he sido yo en éstos últimos meses —sin contar lo de Luke—.

Entendía que no estaba bien ocultarle a Nick lo que ocurría entre Luke y yo, pero era por el bien de nosotros dos. Aún así, Nick me gusta demasiado y no dejaría de hacerlo.
Sólo tenía sexo por una buena razón.

Pero aún así está mal.

En minutos, llegué al parque y me senté en una de las bancas que había allí.
Habían crecido árboles recientemente. Sus hojas eran rosas.

Al girar mi cabeza para continuar observando el parque, noté que venía Nick hacia mí con las manos en sus bolsillos.

—Hola Mía —sonrió al verme.