004 | La Biblioteca

2.2K 80 0
                                    

Hoy tocaba hacer el trabajo grupal que se nos asignó para mañana. Debía llamar a los chicos para reunirnos.

Quedamos en hacerlo en casa de Oliver, cómo casi todos los días —era una de las casas más cercanas—.

Habían pasado al menos dos horas desde que empezamos a hacer el trabajo que no logramos terminar gracias a Nick, quién sacó el tablero de Verdad o Reto para comenzar a jugar.

Era el turno de Rose.

—Bien, Rose —dijo Oliver—. ¿Verdad o Reto?

—Reto —respondió Rose.

—Tu reto es que beses a Liam en los labios —expresó, riéndose malvado.

Esta era la mejor oportunidad de Rose para acercarse a Liam, ya que ha sido su crush desde que compartimos amistad con él.

Ella se acercó un poco a Liam, sin negar que podía notar sus nervios por lo temblorosas que se veían sus manos al estar tan cerca de él.
Se acercó a sus labios, suavemente y simplemente lo besó sin pensarlo dos veces.

No puedo negar que me sentía realmente feliz por ella.

—No estuvo mal —dijo Liam, sonriendo de costado mientras veía a Rose.
Él se acercó a ella y la besó.

—Bien, bien, bien. Ya es suficiente, amigo —expresó Nick, riéndose mientras palmeaba la espalda de Liam.

Podía notar cómo Rose, luego del beso, se volvía poco a poco un tomate bien rojito. Se reía de ella misma por lo que todos comenzamos a reír.

Y así pasamos las siguientes horas que restaron. Riéndonos, jugando y conversando.

Confesé a Rose, en privado, haber perdido la virginidad ayer. Por alguna razón, me felicitó.
Realmente no entiendo porqué se considera un logro, pero supongo que estaba bien.
Se volvieron las 16:15 de la tarde, por lo que Nick ofreció llevarme a casa. Acepté.

Mientras Nick conducía, yo observaba por la ventana. Luke se atravesó por mis pensamientos, recordando que mañana sería mi primera tutoría con él.
Un escalofrío recorrió por completo mi cuerpo al recordar que, como paga por las tutorías, tendría que tener sexo con él. Y ahora que lo pensaba, debía ser bastante cuidadosa. No quisiera que Nick sepa sobre esto.
Al llegar a casa, despedí a Nick con un beso en los labios, agradeciéndole que me trajera a casa.

Me dí una ducha relajante, con espuma y música.
Al terminar, me coloqué mi pijama. Lista para dormir.

—Toc toc —susurró Mamá, detrás de mi puerta golpeandola con sus nudillos.

—Pasa, mamá —sonreí.

—Vine a desearte las buenas noches, preciosa —se sentó a mi lado, acariciando mis manos con cariño—. Debo ir a trabajar temprano mañana. Si quieres, puedo llevarte.

—Por supuesto —respondí, dándole una cálida sonrisa.

Mamá besó mi frente, para luego levantarse y retirarse de mi habitación.

(...)

Me sentía realmente nerviosa en este preciso instante.
Luke me está esperando en biblioteca y yo estoy aquí en el baño, sola, nerviosa, pensando en qué haríamos luego de que me diera tutoría.

Me armé de valentía y salí del baño del instituto, para dirigirme con pasos cortos hacía la biblioteca.

Me asomé a la puerta de aquella, buscándolo con la mirada, cuando unas manos rodearon mi cintura al instante. Salté del susto, volteando con mis manos hechas un puño.

Las Tutorías Prohibidas ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora